La inmensa mayoría de los chilenos y chilenas, desde nuestra vida cotidiana, desde nuestras actividades, sufrimos la cara oculta de un modelo de país que nos reprime económica, política y socialmente. Sin embargo, somos los mismos que participamos con fuerza en el proceso de movilización que permitió poner término a la dictadura militar y que anhelábamos un país distinto.

La mayoría ciudadana percibe que los grandes anhelos democratizadores y de construcción de un país más justo, han quedado postergados. Entre la esperanza y la decepción ha transcurrido un largo tiempo. Cada vez es más claro que el país se violenta en su rechazo al sistema neoliberal instaurado por la dictadura y que la Concertación se limita a administrar.

La economía de mercado tiene su expresión política y cultural en un sistema excluyente y profundamente injusto. Al ciudadano común sólo le está reconocido el derecho de expresarse en el acto de votar periódicamente entre "opciones" que previamente han acordado no cambiar la institucionalidad que dejó Pinochet. El modelo en su expresión social se refleja en la exclusión de millones de chilenos que sólo pueden aspirar a una precaria sobrevivencia. Chile es un país atomizado socialmente y con partidos políticos que pierden cada vez más credibilidad.

La necesidad de levantar una alternativa diferente, sólida, creíble y mayoritaria, capaz de entusiasmar a los chilenos y cambiar la actual correlación de fuerzas, nos ha llevado a dirigentes sociales, sindicales, profesionales, intelectuales y artistas, de organizaciones de mujeres, de pueblos originarios, de pequeños empresarios, de jóvenes pobladores, entre muchos, a reunirnos en la Fuerza Social y Democrática. Nuestro proyecto surgió a partir del manifiesto "Por el Chile que Queremos", que se difundió en abril del año pasado. Ideológica y políticamente pertenecemos a distintas corrientes. Sin embargo, hemos aprendido a escucharnos, a dialogar y a construir consensos. Compartimos con igualdad de derechos este intento de impulsar un movimiento político social, que venimos constituyendo a través del país. Nuestro movimiento apunta a generar política desde lo social y aspira a construir desde la base el poder del pueblo organizado en su lucha por objetivos comunes. Nuestro desafío es estructurar un amplio movimiento capaz de superar el injusto modelo de desarrollo neoliberal y de levantar la alternativa que convierta en realidad el Chile que queremos la mayoría de los ciudadanos.

Estamos convencidos que se hace necesaria una reflexión madura, inteligente, amplia y unitaria, que consiga abrirse camino y, sobre todo que haga avanzar la conciencia y organización de nuestro pueblo, para asumir que es posible un modelo de desarrollo distinto, más justo y humano.

Para ello hay que superar las ambigüedades y debilidades de la Concertación y la incapacidad de los sectores progresistas y de Izquierda de construir algo diferente. Se necesita una alternativa que surja del mundo social y que recoja, desde su propia historia, la experiencia colectiva para levantar, desde la base, la voluntad transformadora de un Chile democrático y justo.

Se trata de un desafío que debe asumir los grandes cambios que requiere nuestro país, llevar a cabo la creación de una nueva institucionalidad y definir las políticas sociales a impulsar en salud, previsión social, educación, cultura y vivienda. En definitiva, nos proponemos elaborar la propuesta de un nuevo modelo de desarrollo, orientado a la satisfacción de las necesidades de la mayoría y que defina, desde los intereses de esa mayoría, las políticas de inserción del país en la economía mundial.

Estamos convencidos que una nueva alternativa ha de ser producto de la participación de los más vastos sectores, potenciando la fuerza organizada del mundo social. Ese proceso ya lo comenzamos a caminar a partir del manifiesto "Por el Chile que Queremos". Pero hoy se requiere dar un nuevo paso y elaborar el conjunto de propuestas de la plataforma de la Fuerza Social y Democrática, así como su estrategia y estructura orgánica. Por ello, convocamos a las organizaciones sociales, estudiantiles, de mujeres, de pueblos originarios, de jóvenes, gremiales, vecinales, y a todos los que se identifican con esta iniciativa y que sienten la necesidad de ser parte de esta Fuerza Social y Democrática, a participar los días 11 y 12 de octubre próximo en nuestro Primer Congreso Social.

Santiago de Chile, agosto de 2002.

Para tomar contacto con la Fuerza Social y Democrática dirigirse al secretario ejecutivo, Roberto Villagra, teléfono 4704206, o a los correos electrónicos: [email protected] [email protected]