Entrevista realizada por Emir Figueroa en ocasión de la charla que ofreciera Pablo Rivero el ppdo. 27 de agosto en la ciudad de Lund
La Confederación indígena de Bolivia, una de las mas importantes de Sudamérica, reúne 34 pueblos indígenas distintos. Con su treintena de idiomas, de historias y de visiones, todos coinciden a partir de un tema central: la lucha por el territorio. Pablo Rivero es del pueblo Weehnayek, pueblo de pescadores a orillas del Pilcomayo, al sur de Bolivia. El es Secretario de Comunicación y a su paso por Suecia conversó con nosotros sobre sus visiones de democracia y sociedad.
Pablo, como explicas la persistencia de la organización de tantos grupos diversos?
En Bolivia, como en la mayoría de países latinoamericanos, los indígenas fuimos siempre vistos como la parte marginal de la sociedad, sea al hacer las leyes, al definir los presupuestos del Estado, al distribuir derechos, en fin, solamente en caso de guerra se nos ha tomado en cuenta o en muchos casos como peones de trabajo.
Esta realidad, heredada desde la colonia aún no ha sido superada. Se habla de libertad, igualdad, cada año se reafirma la independencia de Bolivia y se canta a los héroes de la patria. Sin embargo, esa sociedad no sido capaz de ver que existen grupos que también necesitan acceso a la libertad y a la igualdad. También los intelectuales han sido ciegos a esta realidad. En la revolución de 1952, que liberó las fuerzas campesinas, que les dio tierras, el nuevo Estado revolucionario tomó muchas veces tierras que nos pertenecían a los indígenas de las Tierras Bajas, sentando incluso las semillas de un conflicto de larga duración. Sólo organizados podremos recuperar nuestros territorios.
El territorio es el tema central, qué han aprendido en esa lucha?
Los territorios -pero con administración indígena- son la base de nuestra sobrevivencia y desarrollo. Todos creen tener derecho a quitárnoslo: blancos, mestizos, quechuas, aymaras, religiosos, ateos, civiles y militares, nacionales y extranjeros. Esa es la marginalidad: la situación de invisibles que tenemos en nuestro propio país.
Siempre luchamos por cambiar esto. Hemos realizado marchas, papeleos, diálogos, comisiones técnicas, defensa con abogados, etc. En este trajinar por carreteras, pasillos y oficinas, hemos entendido mejor al país. Hemos hallado que aun los que se sienten dueños de sus vidas y de las nuestras, ellos también son discriminados por otros más poderosos. Hemos encontrado que su democracia es sumamente limitada. Las mayorías no tienen real acceso a las decisiones a los momentos importantes.
No funciona la representatividad...
Cada cinco años se repite la caravana de promesas y ofertas, se vota por quien ofrece mejores cosas y luego las cosas siguen igual para los de abajo: hambre, crisis y más miseria y así, hasta cinco años después. Entonces la democracia no se aplica por igual para todos. Los grandes marginan a los medianos, éstos a los más pobres y éstos a los invisibles: a nosotros. Tal vez esa condición de estar al final de la cadena, nos hace ver más claro: el sistema está mal!
Vivimos una dictadura parlamentaria, las poblaciones, las organizaciones sociales dependen de los partidos políticos para promover cambios. Los partidos tienen el monopolio de la representación. Esto tal vez funcione en otras sociedades, pero en una sociedad donde la corrupción es tan alta, donde los partidos representan sólo a pequeños sectores, la representatividad así no funciona.
En cuanto al Estado...
Igualmente la estructura administrativa del Estado: No funciona!. Favorece a conflictos regionalistas e impide una planificación participativa y moderna del desarrollo. La división en municipios no ha tomado en cuenta la historia ya que los pueblos originarios han sido fragmentados y no hay municipio que los atienda. De otro lado, en cuanto al uso de recursos naturales, nuestro país esta siendo loteado y entregado a poderes económicos locales e internacionales. Bajo el pretexto de promover la inversión extranjera, nuestros recursos como el petróleo y gas son entregados a las compañías transnacionales, lo mismo ocurre con la riqueza biológica de nuestras selvas!
Pueblos indígenas y democracia
Volviendo a las enseñanzas de esa lucha, ustedes tienen ahora propuestas mayores..
Hemos aprendido que podemos reivindicar los derechos de toda la población. Hemos encontrado que tenemos alternativas que proponer para mejorar las cosas y tal vez para cambiar a fondo las injusticias.
Los pueblos indígenas de las Tierras Bajas estamos organizados desde comienzos de la década de los 80. Siempre hemos sabido luchar y conversar. Hemos desarrollado capacidad de propuestas. Hemos propuesto medidas y mecanismos que han servido de base para leyes importantes. Hemos tenido paciencia y respeto por sus instituciones, hemos firmado acuerdos, actas, y compromisos. Sin embargo, éstos no se han cumplido. Ahora nuestras propuestas van más allá: hay que cambiar el sistema. Hay que mejorar lo que se pueda mejorar y hay que cambiar lo que tenga que cambiarse. Planteamos una nueva Constitución Política de Estado. Una Constitución que recoja las demandas de los pueblos, que sea moderna, democrática y permita la verdadera participación de los pueblos de Bolivia. Un compromiso de quienes queremos salvar al país de la catástrofe entreguista, corrupta y antidemocrática y velar por el bienestar actual y futuro del pueblo boliviano.
¿Qué tipo de democracia proponen los indígenas?
Mirá, para resumirte algunos puntos centrales: Los sectores sociales deben participar en los poderes públicos sin la intermediación de los partidos políticos. Las decisiones importantes deben tomarse vía referéndum u otras formas de consulta directa o semidirecta.
Cargos electivos revocables, para eliminar a la corrupción y la inoperancia. Representación de cada uno de los pueblos o nacionalidades. Descentralización que permita el verdadero poder local, que respete las identidades culturales. Una autentica política de preservación de los recursos naturales. En fin, tenemos una alternativa de Constitución Política. Con las fuerzas de todos los pueblos haremos avanzar a nuestro país.
Las recientes elecciones han mostrado un avance en la simpatía por las propuestas indígenas. ¿Qué papel cumple ahora Evo Morales?
Mirá: los dirigentes indígenas que fueron candidatos tuvieron que renunciar a sus cargos, porque así mantenemos la independencia del movimiento. Evo Morales no era dirigente del movimiento indígena, sino de la Federación de cocaleros y claro de su partido político. El hecho de haber alcanzado un segundo lugar es una expectativa, nosotros esperamos que esto sea para bien de los pueblos.
¿Cuál es la relación de ustedes con ese partido?
Como confederación nos hemos mantenido independientes de los partidos. Antes de las elecciones llamamos a todos los partidos, incluyendo el del compañero Evo Morales, para decirles nuestras ideas sobre una representación directa y nueva constitución. Casi todos se comprometieron a apoyar nuestro reclamo. Ahora es hora de las acciones.
¿Una característica de los indígenas de Bolivia ha sido la realización de marchas. Que efecto tiene eso en la población?
Hemos realizado ya varias marchas, como la primera el 91 o la gran marcha del 96. Recientemente hicimos una nueva marcha, que recibió el apoyo de los pueblos y sus organizaciones..
¿Cómo percibes ese apoyo?
Mirá: hacer una marcha no es sólo salir al camino y andar. Se trata de cientos o miles de personas que van por carreteras, cientos de kilómetros. De dónde pensás sale la alimentación, las medicinas, las ropas, y sobre todo la fuerza para seguir? Te digo: del apoyo popular. Solo el marchista que siente ese apoyo puede seguir en condiciones tan difíciles.
¿Han recibido solidaridad internacional?
Claro. Cada vez es mayor la atención internacional a nuestro movimiento. Las organizaciones indígenas de la región han seguido con interés y solidaridad nuestra lucha. Por ejemplo la Coordinadora de organizaciones indígenas de los países amazónicos ha sido activa en su solidaridad. Desde Europa también hemos recibido expresiones solidaridarias.
¿Cuál es su relación con las organizaciones internacionales de desarrollo?
Tenemos una experiencia muy positiva de instituciones y personas que se han identificado con nuestra causa, que respetan y entienden nuestras organizaciones y que nos apoyan. También hemos conocido de aquellas instituciones que esperan a cambio de su apoyo, tener poder sobre nosotros, control sobre nuestras decisiones o los que pretenden cambiarnos a sus modelos, con buena voluntad, entendemos, pero sin respetar nuestro derecho a hacer nuestros propios destinos.
Y es importante señalar el papel de la solidaridad. Apreciamos la solidaridad fraternal, de hermano a hermano, que no cobra por su apoyo, que hace suya la causa, que enriquece su propia lucha y sus propias sociedades con nuestras experiencias.
¿Qué esperan con estas visitas al exterior?
Vinimos invitados por la Cooperación Técnica Sueca (UBV). Esperamos hacer contactos y que las personas conozcan y se solidaricen con nuestra causa. Es hora también que se vea a los pueblos indígenas de la región como miembros sociales capaces de diálogos en iguales condiciones y de traer soluciones. Con nuestra práctica lo estamos demostrando.
|