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Reclaman indígenas bolivianos a Noruega devolución de un tesoro El último viaje de La Capitana |
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En el siglo XVI "La Capitana" galeón insignia de la flota española naufragó frente a las costas de Ecuador cuando transportaba 3,2 millones de monedas y cientos de lingotes de plata y oro de las minas de Potosí en Bolivia, que habían sido cargados en el navío en el puerto peruano del Callao con destino el de Perico en Panamá, escala intermedia cuyo punto final era Europa. Cinco siglos después, en una verdadera guerra desatada entre empresas norteamericanas, inglesas y noruegas de buscadores de tesoros marinos, "La Capitana Invest" de Noruega localizó finalmente en 1997 el preciado galeón hundido en el año 1654 que llamaban por entonces, Jesús María de la Limpia Concepción o más conocida por La Capitana de los Mares del Sur. Dado que el gobierno de Ecuador, ni en su momento tampoco el de Bolivia impidieron que del fabuloso tesoro se apropiara íntegramente la firma noruega desde hace ya cuatro años atrás, el movimiento indígena de integración y de emancipación "Tahuantinsuyo" de Cochabamba con el apoyo de la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia y del Gobierno Municipal de Potosí, ha reclamado en notas enviadas al gobierno noruego y al rey Harald, de que el tesoro les sea devuelto parcialmente en forma de un donativo de maquinarias necesarias para el desarrollo social, entre lo que se cuenta la necesidad de construir viviendas para los empobrecidos campesinos potosinos. La organización Tahuantinsuyo no ha descansado desde el momento del hallazgo y usurpación noruega del tesoso incaico para que se les restituya, explicó a Liberación que este cargamento de oro y plata fue inicialmente trasladado a lomo de mulas desde Potosí, atravesando terrenos escabrosos y bajando montañas desde Lima y de ahí reembarcado hacia Europa. -Sin embargo innumerables fueron los navíos cargados de riquezas que durante la dominación colonial española llegaron salvos a destino. Lo del naufragio en 1654 de "La Capitán" fue un mero accidente que les ocurrió a los colonialistas, pero es de conocimiento de todos cuantos sucesos dramáticos y grandes perjuicios nos ocasionaron los esclavistas a nuestros pueblos originarios. Millones de hombres nacidos en esta mal llamada América sucumbieron cargando tesoros, explotados y obligados a trabajar en minas de oro y plata, produciendo riquezas para el invasor europeo. Nuestros antepasados indígenas sembraron de cadáveres el camino de la riqueza de España y de otras potencias, que nos dejaron a cambio la pobreza en lugares como lo que fue el Tahuantinsuyo donde florecieron culturas milenarias como las de los aymaras, quechuas, tupíguaraníes, pueblos donde la riqueza imperaba y era distribuida equitativamente- le escribe al primer ministro de Noruega en junio de 2000 la Confederación Unica de Campesinos de Bolivia solicitándole que su país devuelva una parte de la riqueza robada del galeón encontrado en las costas de Ecuador. Las gestiones de exigirle a las autoridades noruegas de que le devuelvan en ayuda a Potosí, aunque sea sólo una parte de lo robado. En 1999 una delegación integrada por Zenón Solís Calisaya y Vitalia Clemente descendientes directos de los incas, viajaron a Oslo tratando de ser recibidos personalmente por los noruegos, recibiendo el apoyo en esta tarea reinvindicativa de muchos pueblos indígenas del continente, como los chiapanecos, los cherokee de Estados Unidos y también de indígenas de Canadá, sin resultados. porque nadie quiso hablar con ellos. -El tesoro de La Capitana fue evaluado en su momento en 28 mil millones de coronas noruegas (unos 2000 millones de dólares). Nosotros reclamamos sólo un 10% del mismo para poder construir viviendas decorosas, porque ahora vivimos en chozas miserables. Sería bueno que Europa recordara además, que sólo en Potosí perecieron en las minas 8 millones de nuestros antepasados- explican , y agregan que el saqueo no cesa cinco siglos después, y el ejemplo es que pocos días atrás medios de prensa internacionales publicaron que otros arquéologos extranjeros habrían descubierto presumiblemente los restos de la ciudad inca, a los que los españoles llamaron El Dorado que también contiene fabulosas riquezas enterradas. /P.V. |
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