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Exiliados colombianos protestan contra Uribe Carta al presidente de Colombia, Alvaro Uribe |
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Agosto 7 del 2002, Estocolmo Suecia Sr. Presidente de Colombia, Dr. Álvaro Uribe Vélez: Nosotros, participantes de la primera conferencia de colombianos exiliados, queremos expresar nuestra preocupación ante la situación colombiana. Algunas de las medidas propuestas señalan que Ud. está buscando una solución militar del conflicto colombiano. Cabe recordar como desde su ejercicio en la gobernación de Antioquia Ud. patrocinó las CONVIVIR, organismos que fueron orientados con claras políticas paramilitares, que han llenado de sangre y desolación a todo el país. Hoy, cuando Ud. se apresta a asumir la presidencia de la República, el mundo mira hacia Colombia con gran preocupación, pues son ya conocidas sus temerarias tesis de guerra total, entre las cuales se destacan la del millón de informantes, que no deja de ser la más clara alusión a la paramilitarización del país como lo hizo en su paso por la gobernación de Antioquia elevando a cifras nunca ante conocidas el número de violaciones de los DERECHOS HUMANOS. Ante este panorama, muchas organizaciones del mundo, nos unimos para mantener fija la mirada en lo que de ahora en adelante pase en Colombia, para con fuerza denunciar todo lo que vaya en contra de lo poco que hay de democracia y de derechos humanos, en uno de los pueblos más golpeados del mundo. Rechazamos y condenamos los intentos de promover una salida militar, de mayor represión y abandono de la democracia, como solución al conflicto político, social y armado por el que atraviesa Colombia. Creemos que la búsqueda de una salida de este tipo generará mayores víctimas y que en nada contribuirá a la paz y bienestar de los colombianos. Por el contrario, el incremento del pie de fuerza del ejército, los recursos para la guerra gestionados en los Estados Unidos en el marco del Plan Colombia, junto a una política económica y social equivocada conducirán, inevitablemente, a más sangre y muertes, al aumento del número de desplazados y expulsados por el conflicto, a una acentuación de la crisis que ya condena al desempleo a más del 20% de los colombianos, a más hambre y miseria en Colombia. La situación por la que atraviesa el país no se resuelve con mayor represión y recorte de las libertades democráticas, o con la profundización del modelo neoliberal. Una alternativa real para los colombianos va de la mano de acciones tendientes a la promoción de la salida política al conflicto, con reformas substanciales en favor del pueblo, la ampliación de la democracia y no su restricción y militarización, y el castigo a los agenciadores de la guerra sucia contra el conjunto del movimiento popular colombiano. Por eso lo instamos a Ud. a optar por la negociación y la búsqueda de una salida política al conflicto político, social y armado por el que atraviesa Colombia, a procurar la apertura de conversaciones, al cumplimiento de acuerdos humanitarios, al diálogo con todos los sectores interesados en la paz, a la defensa de la vida, contra la guerra y el abandono. Exigimos del nuevo presidente que asume el poder del país hoy: 1. Que de inmediato se realice el desmantelamiento de los grupos paramilitares. Estos grupos son apoyados y coordinados por sus propios militares. Los responsables de estos grupos deben ser juzgados por la justicia civil. Los grupos paramilitares son según fuentes independientes responsables por el 78 por ciento de las violaciones contra los derechos humanos. 2. Que se busque una solución política negociada del conflicto político, social y armado que vive el país. Con el apoyo de la comunidad internacional es necesario reiniciar el proceso de paz con los grupos guerrilleros del país. ¡No a la solución militar! 3. Que se termine las fumigaciones de los cultivos ilícitos y busque solucionar el problema del narcotráfico con substitución de cultivos ofreciendo a los campesinos alternativas reales. Las fumigaciones no solucionan el problema y causan daños graves a la población y al medio ambiente. 4. Que se garantice el derecho de libre organización a todos los miembros de la Unión Patriótica, del Partido Comunista, de los sindicatos y todas las otras organizaciones populares del país, sin persecución de militares o grupos paramilitares. Atentamente, |
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