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07-Junio-2002

Policías enjuiciados por represión

en la escuela de Gotemburgo

 
Cuatro policías fueron sometidos a juicio por haberse excedido en la violencia y maltratado a 80 jóvenes detenidos durante el allanamiento realizado en el preuniversitario Schillerska el 16 de junio del año pasado en Gotemburgo, en ocasión de la cumbre de la Unión Europea. Sin embargo, otros policías que dispararon contra manifestantes hiriendo gravemente al joven Hannes Westerberg no serán juzgados, dado que el juez consideró que los mismos actuaron en defensa propia.

Por otra parte quince jóvenes activistas fueron condenados a la cárcel acusados de haber lanzado piedras contras las fuerzas represivas durante los sucesos acaecidos en las acciones de protesta contra la reunión de la UE y la presencia de Bush en Gotemburgo.

Con el pretexto de haber recibido una información confidencial de que en el Schillerska donde se alojaban manifestantes se encontraba también un terrorista alemán armado un fuerte contingente policial constituido por fuerzas especiales de todo el país, rodeó el edificio y realizó un violento allanamiento. Obligando a alrededor de 80 personas ha permanecer tiradas en el suelo mojado del patio por espacio de más de una hora. Agneta Blidberg, juez actuante en el caso consideró que la actuación de estos policías que comandaban e impartieron las órdenes en el operativo fue injustificable y ultrajante. Y agregó que los cuatro policías sindicados se acusan entre ellos de quién fue el que dio las órdenes, por lo que ha resultado difícil determinar la responsabilidad de alguno de ellos en particular.

La violenta acción policial en el Schillerska se efectuó el día sábado 16, cuando ya la cumbre había finalizado y tanto el primer ministro Göran Persson y sus colegas de la UE habían abandonado Gotemburgo. La ciudad había sido escenario de tres días de manifestaciones, que habían comenzado el mismo día de la apertura el jueves, momento en que había arribado George Bush a la ciudad.

El estado mayor de todas las fuerzas de seguridad nacionales estaba al mando Håkan Jaldung jefe de policía de Gotemburgo quien dio la orden de allanar el local que la Comuna de Gotemburgo había ofrecido como alojamiento para los manifestantes provenientes de todo el país y de que se hiciera una revisión corporal de todos los que se encontraban en ese lugar. Un grupo de la policía de Gotemburgo (Delta 11) y una patrulla con perros (Echo 21) recibió la orden de apoyar el operativo, y el comisario Bertil Olofsson jefe de la fuerza nacional delegó las actuaciones en el lugar en un jefe de grupo de 40 años, quien es hoy uno de los acusados junto a un comisario de 45 años jefe de la patrulla de con perros y otros dos jefes más de los contingentes actuantes.

Según el juez, a los jóvenes se les obligó a acostarse en el suelo con la cara contra el piso mojado del patio escolar y con las manos hacia atrás en espera de ser inspeccionados. Mientras que a los que eran de nacionalidad sueca se les obligó a permanecer en esa posición entre cuarenta minutos y una hora, en tanto que los de nacionalidad extranjera estuvieron así por espacio de casi dos horas. El juez Agneta Blidberg considera que tal decisión policial de obligar a los jóvenes a permanecer tirados en el suelo fue ultrajante y de que no existió ninguna situación de riesgo que justificara ese tipo de medida.

Por otra parte la policía no pudo encontrar entre los detenidos al terrorista armado y tampoco ninguno de los detenidos estaba acusado de haber cometido delito alguno. Según la jueza Blidberg los jefes del operativo dejaron de lado sus obligaciones y además tendrían que haber detenido el procedimiento a tiempo.

Sin embargo la jueza consideró librar de toda responsabilidad al jefe de policía de Gotemburgo Håkan Jaldung, que dio la orden para el procedimiento, pero que según lo investigado desconocía que a los jóvenes se les hubiera sometido a dichos maltratos.

Si bien este es el primer caso en que policías participantes en la represión a manifestantes contra la UE son juzgados (pese a que los damnificados presentaron más de cien denuncias), 15 jóvenes ya han sido condenados a prisión acusados de haber lanzado piedras y ocasionar violentos disturbios, algunos de los cuales ya recibieron largas penas.

Satisfacción de una joven por el fallo

Jenny Appelblad es miembro de Attac, pertenece al grupo de personas que presentaron más de un centenar de denuncias contra la policía por abuso de funciones durante la represión en Gotemburgo.

Jenny fue objeto del maltrato policial cuando fue arrastrada violentamente al patio escolar, objeto de obscenos insultos por parte de los funcionarios, golpeada en la cabeza y en la espalda, también obligada a permanecer acostada contra el asfalto mojado. Mientras otros eran objetos de insultos racistas por parte de la policía.

-Estoy sorprendida y al mismo tiempo contenta. Sorprendida de que hayan finalmente enjuiciado a estos cuatro policías, cuando habían desestimado los jueces cantidad de graves denuncias. Y contenta porque al final el sistema que se debe investigarse a sí mismo, a constatado que ha cometido delitos. El monopolio del uso de la violencia que posee la autoridad policial no puede quedar libre de responsabilidades- dijo Jenny.

Sin embargo, Anders Svensson uno de los principales organizadores de la manifestación de Gotemburgo contra la cumbre de la UE, se mostró crítico por el fallo que exoneró de responsabilidades en los hechos al jefe de policía Håkan Jaldung y al jefe de la fuerza especial nacional Bertil Olofsson, lamentado que no estén también ellos sentados en el banquillo de los acusados por haber dado la orden para el provocativo e inútil operativo en la escuela.



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