inicio | opinión | notas | cartelera | miscelanea sueca | suplementos | enlaces 29-Mayo-2009

Con Esteban Calderón candidato al Parlamento Europeo
por el Partido de Izquierda

Hay que impedir el acceso
de la ultraderecha a la Unión Europea

 
El próximo 7 de junio se llevan a cabo las elecciones parlamentarias de la Unión Europea (UE) en Suecia y en Europa. Esteban Calderón, nacido en 1977 en Valparaíso, Chile es jurista, activista, trabajador, y el único candidato de origen latinoamericano en las listas electorales suecas (Partido de Izquierda, ocupa el número 33 del "Vänsterpartiet").
Calderón considera que: La UE, su marco legal y sus instituciones padecen de una gran insuficiencia democrática. Es un proyecto -quizas el único en la historia del mundo democrático- creado por las elites finacieras europeas e impuesto a la ciudadanía cuando donde está todo decidido, tratando de impedir que éstas puedan influir en las decisiones cruciales. Con frecuencia se aprueban leyes promovidas por representantes de grandes intereses económicos a través de sus poderosos lobbystas".

¿Y cómo influye esta situación en la vida cotidiana de Suecia?
-Bueno, eso es lo trágico. Investigaciones muestran que más de 70 % de los asuntos comunales y provinciales son afectados por decisiones tomadas por la UE y como las políticas sociales -al igual que todas las otras políticas- estan subordinadas a principios neoliberales. Esto conduce a una situación donde el Estado de bienestar se ve obligado a renunciar muchos de los avances sociales que tradicionalmente han caracterizado a Suecia. La UE obliga poco a poco a los Estados miembros a privatizar muchas de sus funciones, lo que trae grandes riesgos democráticos, ya que al privatizar por ejemplo la salud y la educación, la ciudadanía pierde el control sobre las decisiones, las que entonces quedan fuera del ámbito democrático y a merced de los intereses económicos que sólo buscan el lucro. Junto a otra anomalía, donde por ejemplo el Tribunal Europeo cada vez se toma más competencias, se autodesigna poder, y nos deja a los ciudadanos desprotegidos frente a los grandes poderes económicos que pueden de esa forma atacar también y desmejorar las condiciones laborales en los distintos países. Eso fue evidente en el llamado Caso Laval, donde el Tribunal decidió que los Tratados Colectivos (Kollektivavtal) -que forman la base del llamado "modelo sueco", donde se garantizan por ejemplo los niveles mínimos de los salarios- obstaculizan la implementación de los principios del libre mercado. Es una horrorosa amenaza al sistema laboral sueco lo que puede llevar a una situación donde los intereses básicos de los trabajadores -por ejemplo los sueldos y los mecanismos que protegen contra despidos arbitrarios- se vean seriamente amenazados. Y todo con el apoyo y la fuerza legal e institucional de la UE.

¿ De que forma pueden influir los votos chilenos/latinoamericanos en estas elecciones?
- Fundamentalmente de dos maneras. En primer lugar, con respecto a la amenaza rasista que proviene del partido de extrema derecha Demócratas de Suecia (Sverigedemokraterna). Dicho partido, que busca limpiar étnicamente a Suecia, está según algunas encuestas muy cerca de obtener los votos suficientes para poder entrar al Parlamento Europeo. Como el nivel de participación ciudadana es normalmente bajo en estas elecciones, este partido rasista puede facilmente lograr un resultado muy positivo para ellos, pero representativamente muy desproporcionado, ya que con pocos votos entonces pueden alcanzar a tener el porcentaje necesario. Y esto como una consecuencia más de la baja participación electoral.
Es decir, este problema se puede definir con muy pocos votos -quizás cinco mil, diez mil votos- lo que les permite a la gran comunidad chilena/latina radicada en Suecia la posibilidad de efectivamente influir -o más aún, definir- si los rasistas logran entrar al Parlamento o no. Sólo basta con ir a votar. Además, esto también señalaría de manera muy clara a todos los partidos políticos suecos que los chilenos/latinos son una fuerza electoral con la cual contar en todas las elecciones. Algo que nos daría mucha más influencia política real como grupo con respecto a cómo nos toma en cuenta la sociedad sueca y el sistema político partidario sueco. O sea, si mostramos nuestro peso electoral nos tomarán más en cuenta, algo que beneficia a los intereses de los chilenos/latinos y a la democracia sueca que se verá obligada a incluirnos en todos sus aspectos.

Tú te encuentras en el número 33 de la lista del Partido de Izquierda (Vänsterpartiet). ¿Cómo hacen los chilenos y latinoamericanos para votar personalmente por tí?
-Mira, el sistema es bien simple y ofrece dos opciones: uno vota por el partido donde se encuentra el candidato que uno apoya y sus políticas. Entonces no es necesario marcar nada, sólo entregar la lista del partido preferido donde aparece el candidato. Sin embargo, si uno quiere apoyar explícitamente a un candidato particular en la lista, esto se hace marcando con una cruz el nombre del candidato preferido. Si este candidato consigue más de 5 % de los votos de su partido -hoy en día aproximadamente unos 15 000 votos- este candidato logrará encabezar su lista y obtener un lugar en el parlamento, esto independientemente de su lugar en la lista. O sea, cualquier candidato que obtiene sobre 5 % de los votos de su partido, queda electo. Si esto no se logra, el voto va al orden establecido internamente por el partido, pero por lo menos queda documentado el nivel de participación electoral de los distintos grupos de la sociedad, algo que los partidos tendrán que tomar en cuenta en futuras elecciones.

¿ Cúales son los temas políticos que más te importan si eres electo?
-Como jurista y activista en el ámbito de los Derechos Humanos obviamente le daré prioridad a esos temas específicos. La amplia discriminación racial en Europa, particularmente hacia los no europeos, hacia los grupos sexualmente reprimidos y a la lucha contra el machismo, mecanismo social que lamentablemente es muy fuerte dentro del Parlamento Europeo. Esto implica también luchar activamente contra las aventuras militares en la que Europa se implica en distintos lugares del mundo, muchas veces sin necesidad de un mandato expreso de Naciones Unidas. Algo que una nueva amenaza de colonización al Tercer Mundo, a los países que a pesar de ser pobres, son ricos en recursos naturales y que ofrecen mano de obra barata. Por supuesto lucharía también por la defensa de nuestros derechos laborales, que en Suecia nos permite tener una sociedad más justa que en muchos otros lugares del mundo y apoyaré a las fuerzas progresistas en América Latina y por la reinvidicación de todos sus derechos.



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