inicio | opinión | notas | cartelera | miscelanea sueca | suplementos | enlaces 15-Mayo-2009

José Emilio Pacheco, Premio Iberoamericano Reina Sofía 2009
Si alguien vive yo estaré despierto

 
Ángela García. El tiempo es el epicentro de la constante remoción creativa del mexicano José Emilio Pacheco, Premio Reina Sofía 2009. Ya sea desde el punto de vista del testigo, o desde los diversos intentos por vencer al tiempo, ya con la incandescencia del instante, o con la obra de arte tentando la inmortalidad, vivimos el presente en función del mañana o el pasado (&) no volveremos nunca a tener en las manos el instante, o la invocación colectiva en los orígenes fundadores de las mitologías que nos devuelven enriquecidos los hechos de nuestros antepasados.

Humilde a veces, pero más frecuentemente desesperado Pacheco enuncia la invencible fugacidad de la existencia, el tiempo sumando nuestra derrota. Entre La luz y el agua se disuelven las horas,(&) se remansan los siglos en la peña, (&)vuelan como palomas los instantes,(&) el tiempo abre las alas. Se aleja el día hacia ninguna parte. ¿Cómo atajar las sombras si nada permanece,/ si ha sido nuestra herencia la dualidad del polvo? (&) el tiempo se incendia mientras fluye (&)mientras avanza el día se devora.
Esta obsesión de José Emilio Pacheco comporta un testimonio y una reflexión históricos. La crónica poetizada de ciertas civilizaciones en la duración de su resplandor revisita el espíritu de los aztecas, griegos y latinos, retoma con insistencia la voz de Quetzalcóatl, Ovidio, Horacio haciéndolas propias; revisita la historia del alfabeto, la historia de los hechos y la destrucción humana.


Así a lo largo de cincuenta años ha usado la historia como materia maleable para sus numerosos libros de poesía, algunos títulos de cuentos y otros de ensayo*. No es precisamente con método sino con desasosiego que reitera en la policromía de ciertas palabras. Agua, musgo, polvo, arena, piedra, ruina. Noche, día, instante, hora. Ha girado el reflejo de su nombradía y nos ha hecho mover en torno de ese cristal devolviéndonos las palabras con sus innumerables alteridades: La inevitabilidad del olvido como reflejo de la nada; la oquedad conectada a nuestro origen; el agua con su "transparencia renovada". Agota sus caras, las transformaciones que se cumplen en ellas convertidas en conceptos según el espectro de sentidos, tonos, espacios y según las gradaciones anímicas. Las dualidades, las antinomias, los contrastes son sus personajes. El doble que somos entre lo manifiesto y lo latente; lo escogido y lo acechante; lo visible y lo escondido; el que obra y el que espía. Entre uno y otro un tiempo que pertenece a la intocada totalidad. La grieta entre lo dicho y lo no dicho que a veces ha cambiado la historia, pero que generalmente se intercala a nuestros sueños. Y en el acto, en lo escrito, en lo dicho, en lo manifiesto una conciencia de lo inútil, que no logra vencer la ruina, el deterioro (&) es el lento desastre, la existencia,/en donde triunfan todos los olvidos/(&) Hoy es ayer. Se acerca el fin baldío/ de todo lo que fue y es del vacío.


Y en él mismo, su particularidad humana hay una correspondencia con lo escrito. Hay en su actitud cotidiana ese estado de alerta que se manifiesta en queja constante. Apenas abre la boca y ahí está su insistencia en lo trágico, en el México del terremoto, de la corrupción, la inseguridad social, los impuestos, el narcotráfico, su constante ¡qué barbaridad!, y un humor negro no siempre deliberado. Un rasgo conmovedor de su personalidad es la dualidad entre la devoción por la poesía y por la palabra, junto a cierto desdén por los pequeños frutos de esa adoración, un notorio afán de restarle importancia a la importancia que se les atribuye& Letras incisiones en la arena, en el vaho. Signos que borrará el agua o el viento&en las cordilleras de un grano de sal nace y se hace lo indecible&la ceniza siente nostalgia del incendio. El público del Festival de Poesía en Medellín nunca olvidará su rotunda negativa a leer más poemas, cuando era más aclamado, porque -hay otros poetas -decía señalando su reloj-, hay que respetar el tiempo, somos muchos en la mesa-.
José Emilio Pacheco nació en ciudad de México en 1939. Es uno de los poetas mexicanos más difundidos hoy en el mundo, en medio de la vigorosa veta poética de este país con escritores y vates de enorme peso en su oferta literaria, como se constató en el reciente Salón del Libro de París donde México fue el país de honor. Con Ernesto Cardenal, Francisco Brines y Cristina Peri Rossi disputó El Premio Iberoamericano Reina Sofía (primer nombre profano entre otros premios recibidos por Pacheco: Los premios Magda Donato, Malcolm Lowry, José Donoso, Octavio Paz, Pablo Neruda, Ramón López Velarde, Alfonso Reyes, José Asunción Silva, Xavier Villaurrutia y Federico García Lorca) que le será entregado el 17 de noviembre en Madrid.


ACELERACION DE LA HISTORIA

Escribo unas palabras
y al minuto
ya dicen otra cosa,
significan
una intención distinta,
se hacen dóciles
al Carbono catorce:
criptogramas
de un pueblo remotísimo
que busca
la escritura en tinieblas.


LA FALSA VIDA

Alguien te sigue a veces en silencio.
Las cosas nunca dichas
se transforman en actos.
Atraviesas la noche en las manos del sueño,
pero el otro, implacable,
no te abandona: lucha
contra la realidad, la falsa vida
donde todo es ocaso.

Frágil perseguidor que eres tú mismo,
lo has obligado a ser, en guardia siempre,
el minucioso espejo que no olvida.


YA TODOS SABEN PARA QUIEN TRABAJAN

Traduzco un artículo de Esquire
sobre una hoja de la Kimberly-Clark Corp.,
en una antigua máquina Remington.
Lo que me paguen irá directamente a las arcas
de Gerber, Kellogg's, Procter and Gamble, Nabisco, Heinz,
General Foods, Colgate-Palmolive, Gillette
y California Packing Corporation.

*Los elementos de la noche, El reposo del fuego, No me preguntes cómo pasa el tiempo, Irás y no volverás, Islas a la deriva, Desde entonces, Los trabajos del mar, Miro la tierra, Ciudad de la memoria, El silencio de la luna, reunidos en Tarde o Temprano publicado por el Fondo de Cultura Económica son sus libros esenciales.



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