Lidia Masi. "La derecha tiene un asesoramiento internacional, se organizan bien, pero nosotros calculamos lo que puede venir y salimos ganando. Una combinación de sectores sociales con las instituciones del Estado, sabemos como frenarlos", sostuvo Morales.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, encabezó con motivo del día internacional del trabajo una marcha de obreros y campesinos y una gran concentración para repudiar los planes de un desarticulado grupo al que el gobierno calificó de terrorista. En un discurso en el departamento andino de Potosí, Evo condenó al grupo de mercenarios internacionales que preparaba un plan magnicida para matarlo y preparar la independencia de la región autonomista de Santa Cruz.
En Santa Cruz todos dicen ser "angelitos". El actual prefecto del Departamento de Santa Cruz, Rubén Costas, y Branko Marinkovic, presidente hasta hace poco del Comité Cívico de la misma ciudad, principales líderes del fascismo boliviano, que organizaban la guerra contra el presidente Evo Morales y la secesión de Santa Cruz, tras los sucesos registrados en esa capital el pasado 16 de abril, proclamaron su adhesión al pacifismo y negaron todo vínculo con el grupo de terroristas encabezado por el mercenario boliviano-croata Eduardo Rózsas, muerto a bala y que había revelado que fue contratado para crear por la fuerza de las armas un nuevo Estado dentro de Bolivia.
Los sucesos del 16 de abril
El grupo fue desarticulado a mediados de abril en una acción policial en la que murieron Eduardo Rózsa-Flores, que tenía las nacionalidades boliviana, croata y húngara, el irlandés Dwyer Michael Martin y el rumano-húngaro Árpád Magyarosi. Además, fueron capturados un boliviano y un húngaro, quienes están en prisión preventiva en La Paz.
Por su presunta vinculación con la banda, en días recientes fueron detenidos dirigentes de la llamada Juventud Cruceñista (grupo de choque del Comité Civico de Santa Cruz), Alcides Mendoza y Juan Carlos Gueder, este último reveló además que se planeaba matar al prefecto Rubén Costas.
El operativo de desarticulación de la banda terrorista fue realizado por un comando de élite de la policía boliviana, llegado desde La Paz y sin participación de autoridades ni funcionarios locales que son leales al prefecto Rubén Costas, que desde dos años gobierna Santa Cruz no sólo con apoyo institucional y ciudadano sino también con el respaldo abierto de grupos de paramilitares y bandas fascistas del lugar que han aterrorizado a los disidentes. En los dos últimos años se han producido más de una veintena de atentados dinamiteros y explosivos contra dirigentes sociales y populares que no se han sometido al poder de la ultraderecha. Costas ante este hecho descalificó las denuncias de terrorismo y dijo que eran un "burdo montaje" y "show" armado desde La Paz por el presidente Evo Morales.
Dos de los supuestos mercenarios eran veteranos de la guerra en Croacia. El grupo se alojaba en hoteles de primera, bebían, paseaban, tenían páginas en Facebook y disfrutaban de los juegos electrónicos.
Llamado para organizar un grupo armado
El eje de las investigaciones es Eduardo Rozsa Flores, 49 años, poeta, aventurero, y el único de los muertos con antecedentes de mercenario.
En septiembre, Rozsa declaró en una entrevista con el periodista húngaro Andras Kepes que lo habían "llamado para organizar la defensa de la ciudad y de la provincia de Santa Cruz". Le dijo a Kepes que sólo podía transmitir la entrevista si no volvía vivo.
"No voy allá para atacar La Paz, ni para ayudar a la organización de un ataque contra la capital o para derrocar al presidente.... Debe organizarse la defensa, la resistencia", expresó.
Rozsa escribió siete libros, incluido uno de poesía llamado "Lealtad", e hizo periodismo y mantenía varias páginas de blog.
Se hizo célebre en Croacia en 1991 al dirigir una brigada de voluntarios extranjeros en la guerra por la independencia. Más adelante se interpretó a sí mismo en "Chico", una película sobre su vida que ganó el festival de cine de Hungría en 2002.
Junto a él murieron el irlandés Michael Martin Dwyer, de 25 años, y el húngaro Arpad Magyarosi, de 29, quienes aparentemente no tenían experiencia de combate, aunque sí un espíritu aventurero.
Dwyer era un guardia de seguridad de 24 años. Su familia dice que viajó a Bolivia en octubre pasado, en busca de trabajo. Su página de Facebook destaca que le gustaba jugar a Airsoft, un juego militar inocuo como el paintball, donde los participantes tiran pelotillas llenas de pintura a sus oponentes.
Magyarosi, de 29 años, era un músico de rock y maestro húngaro. Su familia afirmó que le encantaba viajar. Ni Dwyer ni Magyarosi comentaron a sus familias lo que hacían en Bolivia.
El blog de Eduardo Rozsa funciona como un centro informativo de la derecha boliviana, con enlaces a páginas opositoras tales como "Bolivia confidencial", "Radio Iyambae", "Nación Camba", "Patria Camba" y a varios otros blogs nacionales y extranjeros de extrema derecha.
En uno de los enlaces se puede escuchar el "himno" de los combatientes cruceños autonomistas: "A las armas valientes cruceños& Marchar al combate& Nuestros lares y campos guardemos del tirano, sin tregua luchemos y expiremos al pie del cañón& Morir por la patria es glorioso&".
Rozsa y sus camaradas han sido relacionados con el ex presidente del Comité Cívico cruceño Branco Marinkovik, que coincidentemente es de origen croata y furiosamente anticomunista.
En una entrevista con la periodista Sandra Veljkoviæ, el ex líder cívico cruceño censuró al gobierno del MAS por su "acercamiento a China, al retaceo de los latifundios y a su izquierdismo (&) No queremos separarnos, pero queremos nuestro propio gobierno para poder tomar las decisiones aquí. No queremos el comunismo en el siglo XXI".
Hace varios meses, Marinkovic declaró a la prensa extranjera: "Mi familia conoce la dureza del comunismo, huimos de un país que fue tomado por los comunistas y allí también hubo hambruna& Se acerca la guerra (en Bolivia), que sepan las madres cruceñas que si vamos a ir a la guerra, vamos a derramar la sangre de sus hijos de manera responsable", dijo cuando los grupos fascistas precariamente armados que seguían a Marinkovic y Costas tomaban el control de la ciudad y pisoteaban a los policías e indígenas leales a Morales.
Pocos meses después Rózsa, un militar experto en la guerra secesionista, era contratado desde Santa Cruz para formar un verdadero y sólido ejército fascista y lograr la independencia de esa región, con las armas y financiamiento otorgado por quienes lo contactaron.
La declarada inocencia de Marinkovic
En las últimas horas, Branco Marinkovic aseguró que no tiene ninguna relación con la banda de presuntos terroristas, mientras que varios dirigentes políticos de la oposición derechista exigieron al gobierno que no acuse sin pruebas a los autonomistas cruceños.
Sin embargo, no deja de llamar la atención que el grupo irregular desarticulado haya ocultado su arsenal en las instalaciones de la Feria Exposición de Santa Cruz, una de las instituciones más importantes de la burguesía cruceña autonomista controlada por las influyentes CAINCO y CAO.
Sobre las acusaciones que, sobre la base de las revelaciones de Rózsa, apuntan a que Marinkovic y los 100 clanes de la oligarquía fueran los que contrataron y financiaron a los mercenarios ultraderechistas, el líder de los fascistas bolivianos eludió toda responsabilidad.
"Si es que existió o existe un grupo de personas que contrató a esta gente (a los mercenarios), deben dar la cara, deben presentarse y explicar sus móviles, sus mecanismos de financiamiento y todo lo que sea necesario. Que sepa la opinión pública cuáles eran sus móviles, todos esperamos eso", insistió.
Marinkovic aseguró a los medios cruceños, además, que los dineros recaudados entre empresarios y otros sectores para financiar la lucha por la autonomía regional no fueron destinados a contratar a los mercenarios. "Traer gente armada es un tema totalmente diferente, que no creo, no creo sinceramente que haya una persona que yo conozca que haya estado financiando esto", agregó.
El "capitán Bruno", miembro de la Unión Juvenil Cruceñista, Juan Carlos Gueder Bruno, identificado como proveedor de armas de fuego del supuesto grupo terrorista, reveló que Eduardo Rózsa Flores pretendía atentar contra la vida de los prefectos de Santa Cruz, Rubén Costas, y de Beni, Ernesto Suárez.
Gueder Bruno se autoidentificó como "El capitán Bruno" al presentarse a la prensa en oficinas de la Fiscalía de La Paz. Aseguró que su único delito fue vender un arma de "fabricación artesanal", por un valor de 1.000 dólares, a Rózsa. "Estoy acusado de terrorismo", explicó.
"Fui solamente un nexo para la venta de esa arma; le vendí esa arma al señor Rózsa", reconoció.
Gueder y Alcides Mendoza fueron detenidos en un operativo realizado en Santa Cruz el pasado martes. La Fiscalía, representada por Marcelo Sosa, los acusa de proveer armas al grupo irregular y de terrorismo.
La comisión especial de la Cámara de Diputados de Bolivia prosigue sus investigaciones con nuevos interrogatorios a los integrantes de una banda de terroristas neutralizada en Santa Cruz el 16 de abril último.
Gueder integrante de la Unión Juvenil Cruceñista, UJC), grupo de choque de la oposición y el comité cívico de esa oriental región reveló que el testigo clave es Ignacio Villa Paz, apodada como "El Viejo".
Alcides Mendoza también está vinculado al asalto, en agosto de 2008, a un puesto militar en la zona limítrofe con Asunción, donde traficantes de armas redujeron a nueve soldados bolivianos y robaron fusiles.
Los delincuentes internacionales tenían un arsenal de armas y explosivos plásticos C-4, con los cuales planificaban asesinar al presidente Evo Morales y a otros dirigentes, así como generar violencia separatista en el oriental departamento, según las investigaciones.
Los fascistas se lavan las manos
El ex presidente del Comité pro Santa Cruz, el millonario fascista Branko Marinkovic, y el ultraderechista prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, que dirigen desde hace dos años la rebelión oligárquica y que son la cara visible de los 100 clanes que son dueños de los grandes negocios y la tierra y que ejercen el poder real en el oriente y parte de los valles de Bolivia, negaron que hubieran contactado o financiado al grupo terrorista internacional.
El boliviano-croata Branko Marinkovic, que hace no mucho anunciaba la guerra armada contra los indígenas y comunistas del altiplano, aseguró, contra toda evidencia, que era partidario de una lucha pacífica.
Pero también la Directiva del Comité pro Santa Cruz anunció una reunión para analizar la convocatoria a una Asamblea de la Cruceñidad, en la que se prevé que las instituciones definan una estrategia de defensa frente a los "ataques" del Gobierno, que apuntan a los empresarios de la región como los presuntos financiadores del supuesto grupo terrorista desarticulado por la Policía Nacional el jueves 16 de abril.
Entretanto, la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), entidad empresarial investigada por la Fiscalía por su aparente vínculo con ese grupo irregular, pide una indagación transparente y el respeto a las leyes y a la institucionalidad.
El presidente de esa entidad, Guido Náyar, anunció que en el encuentro el Directorio cívico definirá la fecha de la Asamblea. La institución que dirige participará de esa cita, pero, según afirmó, no la Cámara de Industria, Comercio y Turismo (Cainco), ni la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO). Precisó que su organización planteará la defensa de esa región, pues el Gobierno estaría haciendo ver a esa zona del país como delincuencial y terrorista.
"El tema (de la reunión, dijo Náyar) es la defensa de la ley, además de otros temas, porque el Gobierno quiere hacer aparecer a una parte del país como delincuente, como terrorista y eso es inaceptable". Cuestionó algunos procedimientos aplicados en la investigación y calificó de "abusivas" las detenciones de dos miembros de la Unión Juvenil Cruceñista porque, en su criterio, no se apegan a la ley.
Sobre la investigación de la Fiscalía, dijo que ya se remitieron los documentos que ésta solicitó, es decir, la nómina de los directivos de Fegasacruz, el contrato del stand alquilado a la Fexpocruz y una aclaración en la que se explica que la institución apenas utiliza 20 días al año del espacio contratado.
El jueves 30 de abril, la Fiscalía reveló una foto en la que Rózsa aparece de espaldas y de fondo se observa, aunque no con toda claridad, la inscripción Fegasacruz. Al respecto, Náyar cuestionó que "un día manden el requerimiento y que al día siguiente se presente una foto como si fuera una prueba, el Fiscal debe tener cuidado (con) los nombres de las instituciones y de las personas, no puede dejar que haya ningún tipo de prejuicio, por qué el Fiscal pidió el requerimiento si tenía esa foto. Si es que algo sabemos de esta investigación es que ha tenido problemas con las fotos, como es el caso del Ministro de Gobierno".
Mientras tanto, desde La Paz, el vicepresidente Álvaro García Linera, aseguró que los intentos secesionistas y terroristas no prosperarían en Bolivia y solicitó que los líderes del fascismo boliviano se pronuncien sobre el accionar de Rózsa.
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