Semanas atrás se supo que el presidente afgano Hamid Karzai, respalda una ley que impide a las mujeres negarse a practicar sexo y salir de casa sin el consentimiento de sus maridos.
Karzai que firmó la ley el mes pasado, seguramente fue asesorado por alguna empresa de marketing electoral al elaborar esa estrategia, en el intento de ganar votos para las elecciones presidenciales de Afganistán mediante el respaldo de una ley que legaliza las violaciones en el seno del matrimonio y prohíbe que las mujeres salgan de sus casas sin autorización previa de sus maridos, cosa muy corriente en ciertos poblados en manos de esposos amantes de la obediencia matrimonial, en Estados Unidos y Afganistán.
Esta ley del "Afganistán que nace a la libertad y la democracia" como reza el slogan electoral de Karzai, establece claramente que ellas sólo pueden buscar trabajo, ir al colegio, o visitar al médico con permiso de su esposo, al tiempo que no pueden rechazar practicar sexo con su cónyuge. En la constitución del país además se permite a los Shias (seguidores de Ali), que representan aproximadamente el 10% de la población, a que tengan más de una familia en base a la jurisprudencia tradicional en esa religión.
Se podría decir que es todo un adelanto en materia de DD.HH, dado que lo que existía en la vida cotidiana como costumbre ahora gracias al progresista Karzai, se vuelve ley que establece con claridad derechos (para el marido) y deberes (para la esposa).
Al final sus colegas decidieron que se quedara en el cargo Wanja Lundby-Wedin, la jefa máxima de la central sindical LO porque es un buen ejemplo de cómo se puede "tener tiempo para todo".
Para mantenerla en el cargo pese a todas las críticas que le llovieron estas semanas sus pares tuvieron en consideración muchos aspectos que sus detractores no tienen en cuenta. No está en discusión argumentaron,que como presidenta de LO Wanja tenga empleo fijo y de total dedicación, por el cual se le paga mensualmente 60 mil coronas. Pero lo más destacado es que además, le da el tiempo para emplear su capacidad, ocupando los puestos en los directorios de la caja de pensiones AMF y en la aseguradora AFA. Y además ocuparse de la aseguradora Folksam, en LO Media AB, Aftonbladet Kvälltidningen AB, Aftonbladet Hierta AB y Usersaward AB. Empresas éstas, todas de propiedad del movimiento sindical y de la socialdemocracia. Para estos cargos no existe el trabajo voluntario y sin remuneración. Quien esté dispuesto a sacrificarse debe aceptar además que le paguen bien, "porque nadie puede trabajar gratis". Y al jubilarse a los 60 años; no a los 65 como cualquier trabajador, está previsto que puedan gozar de una suculenta jubilación. Y la gente admirada se está preguntando: ¿Cómo Wanja con todas esas ocupaciones tiene tiempo también para encabezar el desfile del Día de los Trabajadores?
"Sabían ustedes que un inmigrante o extranjero, que llega a Suecia de esos países como Afganistán o Africa tienen a veces como 2000 diferentes tipos de parásitos en sus cuerpos. ¡Alguien se lo hubiera imaginado! Nuestros perros no tienen tantos y los ponen en cuarentena, mientras que esta gente entra directamente..." contó uno de los asistentes a un ágape de miembros del partido Démocratas de Suecia (Sverigedemokrater), mientras que otro le mató el punto y le retrucó con esta otra: "Uno se pregunta porqué este tipo no quiere comer cerdo, ¿No será porque nadie puede comerse a su propia amante?". Estos graciosos y dicharacheros personajes además suelen entonar jocosas canciones que festejan por ejemplo el asesinato de Palme. Muchos de ellos ocupan ya en Suecia cargos a nivel de gobiernos comunales y provinciales y públicamente juran que no admiten racistas y xenófobos en sus filas, y que sus antiguas tropelías neonazis apaleando y matando negros, extranjeros, homosexuales y antifascistas, fueron sólo (como dice el tango) "locuras juveniles". El mismo líder del SD Jimmie Åkensson que ahora viste traje Armani y vistosas corbatas dijo a la prensa que dentro del partido "no toleramos esas cosas". Cuidándose de que ningún periodista les grabe o filme, sonrozándose, bajando los párpados avergonzados y con trémula voz admiten, que les sucede que algunos de sus miembros aún sufren un tics nervioso que les hace levantar el brazo como saludo, confundiendo la florcita azul de su nuevo logo con la querida cruz gamada, o que otros todavía tienen la manía de dejarse crecer un chaplinesco bigotillo.
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