Por Cándido
Si las crisis generalizadas que acosan al planeta, sin que nadie pueda aventurar cómo ni cuándo estarán bajo control, si es que esto ocurrirá alguna vez, no fueran suficientes, la situación derivada de la ocupación de Israel del territorio palestino agrega un foco de tensión que puede desembocar en una reedición del tiempo de la Alemania de Hitler.
Las consecuencias de esta posibilidad excederán holgadamente las fronteras del escenario bélico. Y si hasta ahora los conflicos armados amplios, llamados impropiamente Guerras Mundiales, fueron un "expediente" para solventar las crisis económicas, no parece probable que tal mecanismo pudiera esta vez conducir a otro escenario que al caos total. Que podría ser el más probable aun sin conflicto bélico.
El acceso al gobierno de Israel, tras los resultados de las pasadas elecciones, de las fuerzas más fundamentalistas, para las que sólo vale el exterminio del pueblo palestino, supone un desafío para el gobierno de Estados Unidos y la Unión Europea principalmente, que nadie puede desconocer y mirar con indiferencia, sin incurrir en una omision criminal que puede tener un alto costo, no solamente para la region.
El gobierno de Barack Obama, que tiene al parecer , el propósito de terminar con una situación que es una afrenta contra la civilización y todos los "valores" que Occidente esgrime cada día a través de sus portavoces mediáticos, más de labios para afuera que de "corazón adentro", se encuentra con una "herencia maldita" dejada por ese mal sueño llamado George W Bush, que dio "carta blanca" a las políticas racistas, discriminatorias y genocidas puestas en práctica desde hace 40 años.
Con la silenciosa complicidad de la llamada Unión Europea. Y que ha tenido una nueva demostración, fracasada una vez más en sus intentos de "extirpar el mal" llamado Hamas, que ha visto acrecentado su apoyo entre el pueblo palestino, y en el marco de los pueblos del mundo, aunque con un saldo en cifras que es toda una evidencia: 1.400 muertos palestinos, algo menos de la mitad civiles, (sin contar los "daños colaterales" de mutilados, trauamtizados psíquicamente, niños especialmente) contra 13 víctimas israelíes. Tal la "guerra" que los medios occidentales presentaron como el "derecho de Israel a defenderse" de los cohetes artesanales y la piedras de las hondas "artesanales" de los niños de Gaza contra los tanques.
No la tendrá fácil Obama, que cada vez más se convertirá en objetivo del Mossad, bien respaldado por las poderosas organizaciones sionistas dentro de Estados Unidos, acostumbradas como lo indica la experiencia, a eliminar con"métodos expeditivos" a adversarios "molestos". Dentro y fuera del país. Una condición previa en el largo y difícil camino hacia la paz, es la creación del Estado Palestino. Ese es el objetivo proclamado por Hillary Clinton, emisaria encomendada por Obama para la difícil tarea. Misión que, a juzgar por las crónicas de algunos corresponsales honestos, que todavía los hay, está en colisión con los planes del peligroso nuevo jefe del Estado israelí, Benjamin Netanyahu.
Veremos si los "espaldas flexibles" representantes de una UE cada vez más en vías de extinción, apoya las presiones que habrá que ejercer contra los fundamentalistas israelíes, si es que ha de arribarse a una solución humana y justa.
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