250 mil personas presenciaron la ceremonia de asunción del presidente Barack Obama frente al Capitolio, y otros dos millones de personas siguieron la ceremonia desde pantallas gigantes en las calles de la capital norteamericana. Una ola de optimismo contagiaba a los presentes, aunque lejos de allí en Wall Street, los índices de la Bolsa cayeron nuevamente, esta vez en un 4%. El pesimismo por el delicado estado de salud del sector financiero superó al optimismo de "efecto Obama".
Concluída la etapa ceremonial, y apenas instalado en la Casa Blanca, Obama, en una de sus primeras medidas, pidió a todas las agencias federales y todos los departamentos "congelar" todas las normas "en espera" hasta que su gobierno realice una revisión total legal y política. En sus últimos días de mandato, Bush firmó numerosas resoluciones que ahora serán revisadas.
Otra de las primeras resoluciones fue la orden de cese temporal de los tribunales por crímenes de guerra a los prisioneros de la cárcel de la base militar de Guantánamo, hasta el 20 de mayo, mientras se resuelve el cierre de ese centro de detención ilegal. La decisión de Obama busca, según reza el documento, "otorgar a la nueva administración del tiempo suficiente para reexaminar los dosieres de los detenidos actualmente en Guantánamo que no hayan sido declarados como liberables o transferibles".
La ceremonia de asunción movilizó a unos 50 mil agentes y policías y transcurrió sin incidentes, lo que permitió al presidente Obama romper con el protocolo (como han hecho todos los presidentes desde Carter en adelante) y hacer parte del trayecto a la Casa Blanca a pie saludando al público presente.
Entre las previsiones de un atentado, el servicio secreto había desplazado al secretario de Defensa, Robert Gates, el único miembro de la administración Bush que continúa en el nuevo gobierno, una base aérea no revelada por el Pentágono, como "sucesor designado" para que tomara las riendas del gobierno federal en caso de que hubiera acontecido una catástrofe en la toma de posesión.
Gates es el sexto en la línea de sucesión del presidente. Los que le anteceden, entre ellos el vicepresidente Joe Biden; la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el senador más veterano, Robert Byrd, estaban en el acto de toma de posesión de Obama.
Discurso de Obama
En su discurso inaugural, Obama destacó la dificil situación en que se encuentra el país. "Es bien sabido que estamos en medio de una crisis. Nuestro país está en guerra contra una red de violencia y odio de gran alcance. Nuestra economía se ha debilitado enormemente, como consecuencia de la codicia y la irresponsabilidad de algunos, pero también por nuestra incapacidad colectiva de tomar decisiones difíciles y preparar a la nación para una nueva era. Se han perdido casas; se han eliminado empleos; se han cerrado empresas. Nuestra sanidad es muy cara; nuestras escuelas tienen demasiados fallos; y cada día trae nuevas pruebas de que nuestros usos de la energía fortalecen a nuestros adversarios y ponen en peligro el planeta".
Adelantó que no será facil ni rápido salir de la crisis, "los problemas que nos aguardan son reales. Son graves y son numerosos. No será fácil resolverlos, ni podrá hacerse en poco tiempo".
Sin embargo destacó que "Nuestra capacidad no ha disminuido. Pero el periodo del inmovilismo, de proteger estrechos intereses y aplazar decisiones desagradables ha terminado; a partir de hoy, debemos levantarnos, sacudirnos el polvo y empezar a trabajar para reconstruir Estados Unidos".
Anunció una revisión de los programas sociales. "La pregunta que nos hacemos hoy no es si nuestro gobierno interviene demasiado o demasiado poco, sino si sirve de algo: si ayuda a las familias a encontrar trabajo con un sueldo decente, una sanidad que puedan pagar, una jubilación digna. En los programas en los que la respuesta sea sí, seguiremos adelante. En los que la respuesta sea no, los programas se cancelarán"."
También anunció una política de vigilancia al mercado. "Su capacidad de generar riqueza y extender la libertad no tiene igual, pero esta crisis nos ha recordado que, sin un ojo atento, el mercado puede descontrolarse, y que un país no puede prosperar durante mucho tiempo cuando sólo favorece a los que ya son prósperos".
Confirmó que se iniciará el retiro de tropas de Irak, aunque aseguró "de manera responsible", y fue menos explícito con Afganistán al que prometió "forjar una merecida paz".
"Al mundo musulmán: buscamos un nuevo camino hacia adelante, basado en intereses mutuos y mutuo respeto" pero de inmediato advirtió: "a esos líderes de todo el mundo que pretenden sembrar el conflicto o culpar de los males de su sociedad a Occidente: sabed que vuestro pueblo os juzgará por lo que seáis capaces de construir, no por lo que destruyáis. A quienes se aferran al poder mediante la corrupción y el engaño y acallando a los que disienten, tened claro que la historia no está de vuestra parte; pero estamos dispuestos a tender la mano si vosotros abrís el puño".
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