Mario Augusto Jakobskind *
Perdonen los lectores, ya estaba pronto para comentar algo sobre el Brasil en el 2009; la crisis financiera que puede volverse una tempestad y hasta un tsunami, los prefectos recién encarcelados, pero el agravamiento del conflicto israelí-palestino merece algunas reflexiones.
La barbarie que Israel viene cometiendo en la franja de Gaza necesita tener una pronta respuesta de la comunidad internacional. A partir de ahora no bastan las notas oficiales que no producen ningún efecto. Presionado, Israel se comprometió a supender durante tres horas diarias los bombardeos para permitir la entrada de las caravanas de ayuda humanitaria. Ni eso fue cumplido, y en segundo lugar la propia ONU acusó a los militares israelíes de atacar a dos transportes de las caravanas resultando muertos dos de sus conductores. Israel niega, como otras veces anteriores ha negado violaciones a los derechos humanos contra los palestinos.
¿Y cuáles podrían ser las respuestas de la comunidad internacional a la barbarie israelita? El Mercosur firmó recientemente un acuerdo comercial con Israel, ¿Entonces, porqué no suspenderlo?
El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela expulsó a los representantes diplomáticos y rompiuó relaciones con Israel. El canciller brasileño Celso Amorim está recorriendo la región ofreciendo a Brasil como mediador entre palestinos e israelitas.
Cada gobierno con su estilo. Pero lo que no es posible es seguir asistiendo impasibles frente a lo que está sucediendo. En la época del apartheid de la entonces racista Sudáfrica, la comunidad internacional reaccionó de manera concreta, sancionando el odioso régimen presionando para que llegara a su fin. Y la palada de cal fue la batalla de Cuito Cuanavale, cuando angolanos y cubanos derrotaron a uno de los ejércitos más poderosos del mundo, el sudafricano.
La verdad es que, más de 60 años del fin de la pesadilla del III Reich, Occidente continúa respaldando a Israel en todo, en un especie de complejo de culpa por lo que aconteció con los judíos durante aquel periodo. Es cierto lo que sucedió no puede ser olvidado ni ignorado, como quieren los revisionistas neonazis de actualidad. Pero de ahí a aceptar pasivamente que los descendientes de las víctimas del Holocausto vistan la camisa del opresor nazi y repitan los crímenes contra la Humanidad, esta vez contra un pueblo sin patria y viviendo en condiciones subhumanas como son los palestinos, existe un gran diferencia. Eso avergüenza al género humano.
Antes de que alguien conteste o critique a este periodista, informo que el autor de estas líneas tiene familiares asesinados por la barbarie nazista y que quiere quedar bien con su conciencia llamándose al silencio frente a otras barbaries en escenarios diferentes.
En esta guerra despropocionada, son los civiles los que más sufren. El bombardeo israelí a las escuelas subvencionadas por la Organización de las Naciones Unidas en campos de refugiados palestinos de Gazaes, de hecho un crimen contra la Humanidad. Y debe ser juzgado con el máximo rigor. Representantes de la ONU aseguran que Israel había sido avisado sobre el peligro que acarrearía una incursión en aquella área y que por allí no había combatientes de Hamas. Israel justificó el sangriento ataque afirmando que desde allí partían ataques de militantes de Hamas. ¿Será posible que representantes de la ONU puedan hacer una acusación tan grave si no tuvieran certeza de lo que afirman? Y el cese de fuego no resultó en nada . Israel y Hamas con sus cohetes artesanales ignoran la resolución aprobada con la abstención de Estados Unidos.
Ante este cuadro tenebroso, una comisión internacional debería formarse inmediatamente para ponerle fin a lo que pasa en Gaza. Y los responsables de este crimen contra la Humanidad entonces deberían ser sometidos a un tribunal internacional. Crímenes contra la Humanidad no investigados con rigor y mantenidos impunes generan más violencia contra los seres humanos.
Después de la II Guerra Mundial , los nazis responsables de crímenes contra la Humanidad fueron juzgados y debidamente condenados por el Tribunal de Nurenberg. Existe hoy un Tribunal Penal Internacional para juzgar violaciones de los derechos humanos y a los crímenes de guerra.
El premier Ehud Olmert, la ministro de Exteriores Tzipi Livni; el ministro de Defensa Ehud Barak y demás integrantes del gobierno israelí que dieron la señal de luz verde para los ataques desproporcionados deben responder por los crímenes que están siendo cometidos contra los palestinos.
(*) Periodista brasileño de destacada labor en su país tanto a nivel de la prensa escrita como radial, autor de varios libros sobre la política y la realidad latinoamericana; editor internacional de Tribuna da Imprensa de Río de Janeiro y antiguo colaborador de Liberación.
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