La encendida protesta no es sólo "contra la guerra" como en un intento de diluir responsabilidades, titulan los grandes medios. Es principalmente, contra el gobierno de Israel que lo perpetra , con el respaldo de la mayoría de la población, según parece, y contra los cómplices que no hicieron nada para impedirlo, a saber, gobiernos occidentales, principalmente de la mal llamada Unión Europea (UE), y los poderes mediáticos, maestros de la hipocresía en sus constantes invocaciones a los derechos humanos, la democracia, el terrorismo, y no menos la "libertad de expresion" que esta vez no han podido ejercer "en directo" porque el Estado terrorista se lo ha impedido. Y no han protestado por ello.

Entretanto la masacre ha continuado implacable, y el dia jueves 15, escaló un peldaño más en la historia de la degradación humana, arrasando la Agencia de Naciones Unidas de ayuda a los refugiados palestinos (UNRWA), creada en 1949, incendiando alimentos, colchones , y otros auxilios destinados para suministrar a niños y mujeres que huyen del infierno de las bombas y los tanques sin tener dónde refugiarse. El mismo bombardeo destruyó parte del hospital al-Quds, dónde, según el secretario general de la sección sueca de la Cruz Roja, Christer Zettergren, se encontraban 30 niños. El recuento de víctimas del genocidio, al día 15/01, cuando se cumplen 20 días de la "guerra", no puede ser más elocuente. Registraba más de 1 000 muertos y 4 000 heridos entre los palestinos, la mitad de ellos civiles, y 10 soldados y 3 civiles (!) entre los israelíes.

La insistente versión del gobierno de Israel, reiterada por la mayoría de los medios occidentales y gobiernos , de que los misiles caseros disparados por Hamás contra territorio israelí lo habían "obligado a utilizar el legítimo derecho a defenderse" revela un cinismo, para el que sólo caben calificativos muy gruesos. Esta tesis ha sido sostenida por "los terroristas que apoyan a Hamás" pero también, entre muchas otras, por figuras internacionales como Mary Robinson, FedericoMayor Zaragoza y Hans Corell, reconocidos por haber desempeñado con honor importantes tareas encomendadas por Naciones Unidas.
Precisamente este último, ex-jefe de derecho internacional en Naciones Unidas y con larga experiencia en la materia, expresaba estos días en diversas entrevistas que"lo que ocurre en Gaza es un claro delito contra el derecho internacional y quienes lo ordenaron deberán responder por ello".

En clara discrepancia con el gobierno y la mayoría de los medios de su país, Suecia, que en ningún momento han condenado el genocidio y más bien optaron por justificarlo. A la vista de las cifras y de la disparidad entre ambos "ejércitos"de esta "guerra" entre Israel, una potencia nuclear por propia decisión , condición que no ha merecido ningún reparo de la "Comunidad Internacional" como la demostrada con las mismas supuestas intenciones de Irán, poseedora además de uno de los ejércitos más poderosos del mundo, y una población de 1,5 millones de habitantes, bloqueados y hacinados en el pequeño espacio de la franja,con sus hospitales calculadamente destruidos por las bombas enemigas, y el gobierno de Hamás que ganó democráticamente las elecciones del 2006, no parece haber muchas dudas sobre quién será el"vencedor" militar. Pero tampoco hay dudas de que los genocidas y también los cómplices, gobernantes y medios, pagarán un alto precio por ello. Baste recordar lo ocurrido con otra guerra infame, la de Bush contra el pueblo iraquí,basada en mentiras, que aun prosigue. Sus consecuencias han sido catastróficas para el "vencedor".Los "terrroristas" que Bush pretendía borrar de la tierra, se han multiplicado. El imperio se desangra aceleradamente en todos los planos, inmerso en una recesión de muy incierto final. Reino Unido y España pagaron alto precio en vidas de sus ciudadanos, por la complicidad de Tony Blair y José Maria Aznar. Cuando la inevitable respuesta de terror, alcance a los culpables de Occidente, escribía recientemente Robert Fisk, en The Independent , "nos preguntaremos por qué nos odian? Pero no digamos que ignoramos la respuesta".

Aunque los muertos palestinos alcancen a 10 000, Israel ni sus cómplices estarán más seguros.