Entrevista de Pepe Viñoles. No es esta la primera vez que el tenor colombiano César Augusto Gutiérrez se presenta en la Ópera de Malmö; en 2005 actuó en "La Bohème" y en marzo pasado cantó en "La Sonnambula". Desde el pasado viernes está haciendo el papel de Alfredo en "La Traviata" la famosa obra de Giuseppe Verdi, en compañía de la soprano estadounidense Kelly Kaduce en el personaje de Violetta la heroína.
Pero César recuerda con agrado en la conversación mantenida con Liberación, que su verdadero debut internacional tuvo lugar en 1996 también en una ciudad escandinava, en la noruega Ópera de Bergen haciendo el papel de Macduff del "Macbeth" también de Verdi.
De conversación fácil y amena, este bogotano nacido en 1969 comenzó a los 9 años a cantar en el coro de niños la Ópera de Colombia gracias al apoyo que le dio su hermano mayor para que estudiara canto, luego de la temprana muerte de su padre. "A los 12 años yo ya sabía que quería cantar, dedicarme a esta profesión que es dura y no es para toda la vida.", comienza diciendo César en una conversación mantenida el mismo día del estreno de "La Traviata" y que habíamos concertado semanas antes luego de un encuentro en casa de amigos comunes.
Cuenta que su llegada a Europa se produce en 1991 cuando con 22 años gana una beca para estudiar canto en el Conservatorio de Viena, luego de haber sido alumno en Colombia del profesor Leonel Villa. Año en que también logra en Santiago de Compostela el prestigioso premio Andrés Segovia, por su interpretación de música española.
Desde entonces su profesión lo ha llevado por distintos escenarios de Europa, Japón, Estados Unidos y países de América Latina, haciendo los más importantes papeles en repertorios de la mayoría de las óperas más conocidas, considerando la crítica a César Augusto Gutiérrez como una de las voces líricas más interesantes de la actualidad.
César consciente de la profesión que eligió explica: "Me considero un privilegiado de poder vivir de un don del que fuí dotado; el poder cantar y haber podido desarrollar mi proyecto de vida con esta profesión. Podría decir que el canto me ha dado una lucha, me metió en una profesión que es compleja y donde es más fácil que te encuentres con más gente difícil que gente fácil&Pero que te obliga a una entrega total, porque donde lo hagas, lo tienes que hacer lo mejor de lo que puedas. Con el público no pueden quedar cuentas pendientes, nada, hay que darlo todo."
Así como él también considera que, la ópera como género musical y por extensión la música clásica no tendrían por qué ser elitistas ni tan sólo para las capas cultas. César piensa que actualmente la ópera está saliendo de una crisis importante que la aquejó por un tiempo, debido a diferentes factores. También el cantante lírico colombiano recuerda del caracter popular que históricamente tuvo la ópera y la música clásica de un Chopin, Schubert o Verdi. "Si cantar a Schubert es en el fondo como cantar una milonga" comenta con humor.
Y agrega que "Para bien y para mal el mercado se ha vuelto a ocupar de la ópera. Fenómenos de popularización masiva de temas de la ópera como sucedió a partir de los conciertos de "Los tres tenores" (Pavarotti, Domingo y Carreras) han contribuido seguramente a este renacimiento. Ahora bien, tras ésto existe también algo que se crea mediante sofisticados mecanismos promocionales cuando se promueven hoy `estrellas´ que si bien no son las mejores artísticamente, sin embargo se las hace ocupar el primer lugar. A veces artistas con muy pocos años de escenario y carrera. Porque hay que pensar que cuando Pavarotti o Domingo llegaron a ofrecer sus conciertos populares ambos tenían muchos años de trabajo duro para alcanzar a ser lo que eran. Y lamentablemente está ocurriendo que se lanzan artistas, mediante muy bien publicitados conciertos televisados, o sus discos totalmente arreglados en estudio donde todo suena muy bien y los cantantes llegan a notas que en escena nunca podrían alcanzar. Por eso a veces pienso, que la industria discográfica también contribuyó con sus grabaciones a esta crisis de la que antes hablaba."
Otro fenómeno que César considera nefasto para la salud de la ópera es el de la crítica: "La música está llena de especialistas que son muchos más que los intérpretes que existen. Pienso que la crítica está mandada algún día a recoger. Son los que dicen cómo se debe hacer tal o cual ópera y cómo se la debe cantar. Como si los autores hubieran dejado un manual de instrucciones, o como si ellos mismos no hubieran en su momento llegado hasta dirigir (como Verdi) sus propias obras y cambiar cosas a último momento en cada puesta en escena".
Cuando le pregunto por la salud de la ópera en América Latina, el tenor colombiano señala algo conocido, de que en nuestros países los gobiernos no destinan los necesarios recursos económicos ni a la educación musical ni para solventar el trabajo después de músicos, compositores y cantantes. "Tenemos 400 años de diferencias con Europa, porque ya en 1596 nace aquí la primera ópera. "Todo está muy mal distribuído porque fíjate que Bogotá tiene casi 10 millones de habitantes y sólo 3 directores de orquesta. Mientras en Viena con 1 millón 800 mil hay 1500 cantantes de ópera y 700 directores de orquesta."
Actualmente César Augusto Gutiérrez reside en Viena y desde allí viaja por todo el mundo donde le requieran, alternando actuaciones de óperas diferentes a veces en dos sitios a la vez. Su frecuente presencia en escenarios operísticos suecos se puede quizá atribuir a la conocida preferencia que muchas veces existe en Suecia por contratar cantantes líricos latinos para cantar en óperas de autores italianos y franceses. Mientras que los intérpretes suecos se sienten seguros en óperas alemanas.
En el caso de esta nueva puesta en Malmö Opera de "La Traviata" dirigida por el inglés Thomas de Mallet Burgess, solamente hubieron cinco semanas de ensayo. Mientras tanto, César también cumplirá otro compromiso antes de navidad en un escenario de Estados Unidos, para retornar en enero y actuar en funciones programadas para el 4, 6, 11 y 16 de enero.
|