Pepe Viñoles. Finalmente esta semana en conferencia de prensa, Mona Sahlin, líder socialdemócrata; Maria Wetterstrand y Peter Eriksson, ambos voceros del Partido Verde; junto a Lars Ohly, líder del Partido de Izquierda, anunciaron haber llegado a un acuerdo para formar una coalición -que evitaron denominar de izquierda- para nombrarla en cambio sólo como "rojo-verde" con vistas a configurar una alternativa al actual gobierno de la alianza de derecha de cara a las elecciones de 2010.
Hasta hace pocos meses atrás la Socialdemocracia había excluído de una futura alianza al Partido de Izquierda (Vänster). También los Verdes, Peter Eriksson caracterizó al Partido de Izquierda políticamente como "rígido y antiguo". Mona Sahlin en declaraciones a la prensa llegó desestimar la posibilidad de que el partido de Ohly pudiera ser parte de una coalición en un futuro gobierno de izquierda. Manteniendo de esta manera Sahlin, la tradicional política socialdemócrata de exclusión del Partido de Izquierda (ex-Comunista) del gobierno, que se mantuvo siempre sin cambios durante los gobiernos de Erlander, Palme, Carlsson y Persson. Aunque la socialdemocracia siempre estableció una alianza con el Partido de Izquierda y los Verdes que le permitió poder conformar una mayoría a nivel parlamentario para poder gobernar.
Sin embargo, la primera sorpresa que tuvo Sahlin luego de que hizo público su propósito de excluir al Partido de Izquierda de un acuerdo, fue cuando le cayeron una lluvia de críticas desde sus mismas filas, en especial las provenientes del movimiento sindical y de sectores de la izquierda socialdemócrata, quienes ven al partido de Ohly como el aliado natural para conformar una alternativa de izquierdas a la derecha hoy en el gobierno. Por el contrario, se desató una ola de simpatías hacia el Partido de Izquierda que llegó a aumentar sus porcentajes en las últimas encuestas de opinión. La posible exclusión del Partido de Izquierda de la alianza por parte de la Socialdemocracia y los Verdes rápidamente se mostró como un error, que obligó a rectificar primero la postura a misma Sahlin y también a los verdes que tenían un buen trecho avanzado en negociaciones con los socialdemócratas con vistas a ocupar cargos ministeriales en un futuro gobierno.
Las diferencias
En opinión de Socialdemócratas y Verdes las diferencias con los de Izquierda son grandes y hacen relación a varios temas y hasta ahora además, que éste se mantenía firme en no cambiar sus posiciones. Mientras que la Socialdemocracia y Verdes se han inclinado hacia el centroderecha buscando disputarle el voto a la derecha en sectores de la clase media acomodada; el de Izquierda había mantenido hasta ahora en las posturas tradicionales del reformismo socialista que construyó el llamado Estado de Bienestar: fuerte participación del Estado en la propiedad de los sectores estratégicos económicos y sociales; contra las privatizaciones; mayor gasto social; mayores impuestos a los sectores más ricos; neutralidad en materia de política exterior y ninguna colaboración militar con la OTAN; y por último el retiro de Suecia de la Unión Europea.
Al anunciar el acuerdo esta semana, fue evidente que ambas partes habían cedido en sus posturas; Ohly por ejemplo había anunciado días antes de que ya no exigirían una suba de impuestos en el próximo mandato y que aceptaban unas "finanzas públicas sanas" (léase déficit fiscal cero como recomiendan los economista neoliberales) "porque es importante el orden y la claridad" en ese plano. En otros temas se mantienen las diferencias; como por ejemplo la exigencia del de Izquierda de que Suecia retire definitivamente sus soldados de Afganistán, o las posiciones favorables de la Sociademocracia y Verdes a la privatizaciones en el sector de la enseñanza.
En esta oportunidad se anunció también, que en la nueva coalición "rojo-verde" comenzarían ya a trabajar cinco grupos en la elaboración de un manifiesto electoral común que incluye los temas del trabajo, economía, medio ambiente, bienestar y las grandes ciudades, y que esta plataforma debe quedar pronta el próximo año.
Al hacer uso de la palabra en la conferencia de prensa Mona Sahlin caracterizó el acuerdo como histórico, y dijo "Vamos a crear una alternativa clara y justa", mientras los otros miembros de la futura coalición agregaban que sería una alternativa "rojo-verde en favor del trabajo, la justicia y por la preservación del medio ambiente".
El tercer partido de Suecia
Según recientes encuestas de opinión de la empresa Demoskop realizadas entre el 26 de noviembre y el 3 de diciembre, el Partido de Izquierda (v) se ubica en el tercer lugar con un 7,7 por ciento de preferencias. El primer lugar lo ocupa el Socialdemócrata con 39,7 por ciento, seguido del Partido Conservador (m) que tiene hoy 29, 9 por ciento. En el bloque llamado de izquierda los Verdes (mp) tienen 6,3; mientras que en el llamado bloque burgués el Partido Popular (fp) tiene 6,8; Partido del Centro (c) 4,0; y Demócratas cristianos (kd) 3,2. Los ultraderechistas del Demócratas de Suecia (sd) que no están representados aun en el parlamento pero sí a nivel de algunas comunas, según esta encuesta alcanzarían a un 2,3 por ciento.
En tanto que la derecha trata de asustar a los electores anunciando que Ohly y su partido en caso de llegar a ocupar cargos de gobierno traerá el viejo y peligroso izquierdismo a la vida política sueca, mientras que el líder de izquierda responde recurriendo al ejemplo de Noruega donde desde hace ya un tiempo socialdemócratas e izquierdistas gobiernan el vecino país.
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