Entrevista de Freddy Cancino. Guillermo Teiller, presidente del Partido Comunista chileno y candidato presidencial de esta colectividad visitó Estocolmo días atrás. Teiller en conversación que mantuvo con Liberación se refirió ampliamente a la actual situación política chilena.
En octubre fueron las elecciones municipales y hubo un avance real de los partidos de la izquierda que pudieron obtener más alcaldes y algunos regidores. Como resultado de la estrechés de los acuerdos no se pudieron alcanzar más alcaldes, por ejemplo en Santiago, en Estación Central. ¿Existe la perspectiva real de prolongar este acuerdo para las próximas elecciones?
Bueno, primero hay que decir que el acuerdo por omisión no era tan importante desde el punto de vista electoral, sí lo era desde el punto de vista político entre la Concertación y el Juntos Podemos Más. A pesar de que pudo ser más exitoso desde el punto de la imagen, porque podrían habérsele arrebatado o impedido que la derecha ganara una, tres o cuatro comunas emblemáticas, entre ellas Estación Central. Sin embargo, donde funcionó con éxito y creo que quedó claro que hay dos conglomerados que son el Juntos Podemos Más por una parte y la Concertación por otra, y aunque están en veredas distintas sin embargo han dado una potente señal al país de que ambos sectores están dispuestos a terminar con la exclusión en Chile. Nosotros le hemos pedido al gobierno que en el año que viene, envíe de nuevo el proyecto de reforma electoral y junto con éste, el que del derecho al voto que tienen los chilenos que viven en el exterior para que puedan participar en las próximas elecciones. Así como también el proyecto de elección directa de los consejeros regionales, la inscripción automática, el voto voluntario y el derecho de los dirigentes sociales a ser candidatos parlamentarios sin necesidad de tener que renunciar a su dirigencia. Pero, es presumible por la actitud de la derecha que ésto de nuevo sea rechazado. Sí eso es así, indudablemente que se nos van cerrando los caminos para poder terminar con la exclusión. Nosotros pensamos que ha llegado el momento de que ésto se haga ahora en esta elección. Es posible que se pueda repetir una especie de pacto instrumental parlamentario con el sólo objeto de cambiar la correlación de fuerzas en el parlamento y modificar o reformar algunas leyes como la Ley Electoral. Nosotros hemos calculado que si sumáramos los votos de la Concertación y del Juntos Podemos Más o eventualmente del Partido Comunista para no hablar a nombre de todos, la verdad es que podríamos arrebatarles varias diputaciones y más de alguna senaturía a la derecha y eso permitirían cambiar la correlación de fuerzas en el Parlamento.
Hay una efervescencia social a lo largo del país, hay contradicciones políticas al interior de la Concertación . ¿Cómo cree usted que sea posible canalizar toda ésto para poder exigir que los trabajadores tengan mejor situación, que estas leyes que ustedes plantean puedan ser realmente eficaces para mejorar el nivel de vida?
Chile es un país muy rico. Nosotros estamos muy de acuerdo con la Central Unica de Trabajadores -CUT, con la Asociación Nacional de Empleados Fiscales-ANEF, con el Colegio de Profesores, con las Organizaciones Estudiantiles , de Derechos Humanos y todos tenemos más o menos la misma plataforma y en ella uno de los puntos importantes es terminar con la exclusión. Está también el de poner término a la explotación de los trabajadores, en primer lugar en devolver a los trabajadores los derecho que tenían antes del golpe. Y ojalá, poder avanzar más todavía porque la organización sindical en Chile es muy débil, hoy día a raíz de lo que fue el golpe de Estado, que atomizó las organizaciones y despojó a los trabajadores de todos sus derechos . Estamos de acuerdo en la recuperación de nuestras riquezas. Hay una cantidad de temas importantes que nos une, pero todos sacamos las cuentas de que si no cambiamos la correlación de fuerzas en el parlamento es difícil, y nosotros pensamos que se deben complementar absolutamente la movilización social y en este caso es muy importante lo que están haciendo los trabajadores públicos en Chile, porque están evitando que esta crisis del neoliberalismo se descargue sobre las espaldas de los trabajadores. Las organizaciones sindicales mejor que nosotros saben que tiene que ser cambiada la correlación de fuerzas en el parlamento, es decir está estrechamente unido todo; tanto la movilización social con la lucha por las reformas políticas en nuestro país y también con la confrontación electoral. La Concertación está cruzada por una confrontación muy profunda, una crisis de identidad donde las bases de ella no aceptan ya hoy día de que no haya cumplido con lo que fue su programa original, un programa que lo hicimos entre todos, el programa por el cual votamos por el No. Pero ya la Concertación, el pueblo de Chile, las organizaciones sociales no quieren seguir como están, ni tampoco quieren que gane la derecha. Entonces hay un tema muy serio y quien lo tiene que resolver es el pueblo, las organizaciones sociales con su lucha, con su movilización, con su unidad.
Pinochet y la derecha dejaron amarrada la transición a la "democracia", es muy difícil a través de la actual Constitución y del parlamento hacer cambios estructurales de fondo. Para eso es necesario una Asamblea Constituyente que presente a Chile una nueva Constitución. Hemos visto la experiencia en Bolivia, de Ecuador, en la propia Venezuela. ¿Cuán lejos o cerca está Chile de poder plantearlo y que sea una bandera de lucha de todos?
El cambio de la Constitución es una bandera de lucha de todas las fuerzas de izquierda, prácticamente de todas las organizaciones sociales, incluso el ex presidente Eduardo Frei estará planteando la necesidad de cambiar la Constitución. Indudablemente yo creo que hay matices con respecto a lo que planteamos nosotros. La diferencia que existe con las experiencias de Bolivia, Ecuador, Venezuela es que allí se plantearon las asambleas constituyentes después que el pueblo llegó al gobierno mediante procesos electorales y movilizaciones sociales. En Chile todavía estamos un poquito lejos de eso. En la Constitución chilena, no existe el plebiscito, ni la consulta ni el referéndum, ni menos permiten hacer una Asamblea Constituyente. Ahora nosotros creemos que hay que empujar con todas las fuerzas en esa dirección, de poner como objetivo el cambio de la Constitución, establecer el plebiscito como una forma de participación del pueblo en las decisiones más importantes que atañen a los destinos del país y también la posibilidad de una Asamblea Constituyente. Entonces hay que de nuevo pensar en esta combinación de formas de lucha, movilización social, la lucha electoral, la lucha por reformas políticas y reformas económicas que después se podrán transformar cuando tengamos la correlación de fuerzas suficientes para cambios estructurales. Bueno en Chile para hacer una ley hay que pedirle permiso a la derecha porque es la que maneja los córum calificados y eso es a raíz de la famosa ley electoral binominal. Eso es el candado que dejo establecido Pinochet , es el elemento constitucional que impide cualquier cambio, cualquier reforma . Entonces debemos empeñar todas nuestras fuerzas en abrir ese candado para hacer estos cambios, entonces de lo que se trata es encontrar un punto de convergencia de todas las fuerzas que están por democratizar Chile, para empujar en un mismo sentido y esa dirección es cambiar el sistema electoral en Chile y de allí partir hacia todas las otras reformas y cambios que se necesitan en Chile.
Hace 18 años, en aquí en Estocolmo quién entonces era secretario general del Partido Comunista de Chile, Luis Corvalán planteó la política de rebelión popular y la aplicación de todas las formas de lucha. Hoy en día a lo mejor no están planteadas las armas ni mucho menos. ¿Pero cree usted que a lo mejor es posible incentivar mucho más la rebelión popular a través de mayores acciones que lleven a que los políticos se convenzan de que es necesario realizar esos cambios constitucionales que permita una mayor participación del pueblo en las decisiones de Chile?
Bueno yo creo que efectivamente nosotros avanzamos con esa expresión que planteó en algún momento don Luis Corvalán, el uso de todas las formas de lucha en los momentos también adecuados, es decir no vamos a pensar ahora nosotros en llevar adelante el desarrollo de la lucha armada, no se nos miraría mal solo en Chile sino en toda América latina donde los procesos se están dando en forma absolutamente diferente. Ahora en cuanto a la rebelión, nosotros planteamos la rebelión como una forma permanente de lucha, sino estuviéramos dispuestos a rebelarnos no estaríamos luchando contra el sistema, sería imposible, estaríamos absorbidos por el sistema. Nosotros sin embargo, mantenemos nuestra confrontación con el sistema y por algo nos han excluído todos estos años. Sí vemos la actitud, la conducta nuestra, nosotros no hemos cedido en nada en nuestros propósitos respecto al país y hemos planteado nuestros objetivos muy claramente. No hemos pedido ni un cargo de gobierno ni nada, absolutamente nada a pesar de que nos han ofrecido los hemos rechazado porque no es nuestro propósito. Nuestro propósito justo es la democratización del país, el de reformas que permitan avanzar en justicia social y por ultimo cambios estructurales en que permitan el desarrollo distinto del país del punto de vista económico. Ahora en cuanto a poner más fuerza o hacer más aguda la confrontación eso no depende tanto de los comunistas como de las propias organizaciones sociales. Porque son los trabajadores los que tienen que ver cómo desarrollan su lucha; son los estudiantes los que tienen que ver como llevan adelante sus luchas. ¿Cual es el papel nuestro como partido político? Creo yo, que es colaborar, contribuir con todo lo que podamos a esa lucha, y a eso nos hemos dedicado nosotros todos estos años. En el fondo la idea de la rebelión popular es esa, es decir que todo un pueblo se convenza de que hay que producir un cambio, una vez convencido un pueblo no hay forma ya de detenerlo, insisto para producir cambios, yo creo que estamos en ese proceso en Chile.
¿Cuál es la posición del Partido Comunista con respecto a la gestión de Michelle Bachelet como presidenta? ¿Cómo ve su partido esta efervescencia en las organizaciones tomando en cuenta que si las organizaciones sociales no están politizadas, se corre el riesgo de que dirigentes se tomen estas organizaciones para incorporarlos a la vida política, pero no se sabe que intención traen entre manos?
Primero, los trabajadores chilenos tienen una organización que es la Central Única de Trabajadores que es la más grande, pero sólo están afiliados a la CUT entre el 13 y 14% de los trabajadores, es decir todavía es una fuerza no muy poderosa. A pesar de ello ha sido capaz de llevar adelante una serie de paros, manifestaciones de carácter nacional, incluso hizo una acción -muy importante por lo simbólico- contra el sistema neoliberal, contra el neoliberalismo, cosa inédita en Chile. Ahora dentro de CUT se da una discusión política muy profunda, porque si bien es cierto son autónomos de los partidos políticos y del gobierno, eso no quiere decir que los trabajadores no deban participar en política y pensar políticamente. No, los trabajadores chilenos están pensando políticamente y muy seriamente, poniendo en primer lugar sus intereses, y por esos es que hay una plataforma de cambios muy profunda que contiene lo que hemos estado hablando acá. Ahora allí claro hay disputas, hay disputas ideológicas porque hay dirigentes que son de la Concertación, incluso ahora creo que salió uno de derecha, hay dirigentes de la izquierda, hay independientes. Dentro de la Concertación hay diferencias, entonces claro a veces hay matices de diferencia que influyen en los movimientos sociales, pero cada vez más yo creo que el sector más influyente en Chile es aquel que está por luchar decididamente por los cambios, por los derechos de los trabajadores.
Ahora en cuanto a hacer un balance de la gestión de Michelle Bachelet, es un gobierno que levantó muchas expectativas, uno por ser la primera mujer en Chile presidenta. Se hicieron varias promesas entre otras cosas, ella se comprometió con los cinco puntos que nosotros propusimos públicamente a cambio de llamar a votar por ellos en la segunda vuelta. Nosotros dijimos desde un comienzo que éste era un nuevo gobierno que se daba en los marcos del sistema neoliberal, eso quiere decir que tampoco podíamos esperar milagros o pedir peras al olmo como se dice y la práctica nos ha dado la razón. Ha sido un gobierno neoliberal que la presidenta ha tratado de darle tinte social, que ha hecho algunas cosas que podríamos valorar, pero que en el fondo son paliativos, no son los cambios estructurales y de fondo que el país necesita. Porque Chile sigue siendo, yo diría, un exportador de materias primas que no ha sido capaz de desarrollar su industria nacional, que tiene muy desprotegidos a los pequeños, medianos empresarios que son los que crean puestos de trabajo. La presidenta a pesar de que ha demostrado voluntad de cambiar el sistema electoral, no ha sido capaz hasta hoy. Se comprometió con otras reformas por ejemplo: reformar el código laboral para otorgarle derechos a los trabajadores, no lo ha hecho; se comprometió a firmar y aprobar el convenio 169 de la OIT que otorga derecho a los pueblos indígenas, eso lo logró finalmente en el parlamento, sin embargo otra cosa es incorporar a la legislación chilena este tratado internacional que fue aprobado. Ha firmado varios convenios internacionales pero no han sido incorporados a la legislación chilena, por lo tanto el valor que tienen todavía es simbólico. Bueno, ahora se ve que en el caso de la crisis del sistema neoliberal se siguen buscando soluciones dentro del marco del mismo sistema. Aquí se trata de descargar la crisis sobre las espaldas de los trabajadores, cosa que nosotros denunciamos, que preveíamos que podía ser así. Entonces pudiéramos decir que este ha sido un gobierno neoliberal como los otros de la Concertación. Y que creo que lleva a la conclusión de que toda la Concertación no puede seguir gobernando sino le plantea al país cambios profundos o un cambio de rumbo. Como estamos viendo en general a través de todo el mundo por causa la crisis del neoliberalismo, es decir que hasta los países que pudieran ser mucho más neoliberales que Chile están revalorizando el papel del Estado, están planteando el que existan controles, transparencia, etc. O sea de nuevo volvemos a aquello que fue repudiado: como decir que se había acabado la historia, las ideologías, que el Estado no servía para nada, etc.etc. Ahora el Estado tiene que arreglar todo.
En Chile, sin embargo hay reservas muy grandes por el alto precio que tuvo el precio del cobre, (ahora se acabó y se cierne un peligro sobre el país evidente de que no va a tener estos superávit), pero todavía les queda mucho dinero como para manejar la economía. Nosotros lo que queremos empujar y lo que estamos empujando es que tienen que buscarse nuevas fórmulas para enfrentar la crisis y para impulsar el desarrollo real. Porque Chile no es un país desarrollado, ni es un país que se esté desarrollando como nos han dicho o han estado diciendo a por todo el mundo que ya el año 2012 por ejemplo, vamos a tener el mismo ingreso per cápita que Portugal, o sea que casi se doblaría el actual que tiene Chile. Es muy fácil sacar las cuentas para darnos cuenta que el per cápita que se les otorga a cada chileno es un promedio, pero la verdad es que de ese promedio hay que sacar los 25 mil millones de dólares que se están llevando en utilidades las empresas transnacionales, hay que sacar lo que ganan realmente una minoría de chilenos y después se va reduciendo para la gran mayoría lo que debiera ser efectivamente unos 14 mil dólares per cápita para cada chileno al año. En realidad para el 60, 70, el 80% de los chilenos yo creo que no pasa de los 4 mil dólares. No estamos diciendo que la economía en Chile no haya crecido, la macroeconomía ha crecido, el problema es que a veces en Chile, nadie sabe o se preguntan donde están los 14 mil dólares , lo que les corresponde, no están en ningún parte, están fuera del país o en manos de los más ricos. Entonces el análisis que yo hago es que es un gobierno neoliberal y que las expectativas que existieron se perdieron y ésto abre el peligro de que la derecha asuma el gobierno en Chile.
Según datos que entregó la prensa después de las elecciones la abstención fue mayoritaria, hubo también votos blancos, votos nulos... Existe una parte importante de la población que no quiere participar, ni votar a ustedes, que no confía en este sistema, que han hecho asambleas y movilizaciones en estos últimos días. ¿No cree usted, que es probatorio de que este sistema no convence a la población y de que en el futuro el Partido Comunista pueda influenciar a ese sector para conseguir a través de ellos una alternativa a lo que se está planteando con esta vía electoral que hasta el momento parecería puede sólo llevar a algunos cambios. ¿Qué piensa de ello?
Yo creo que en general al neoliberalismo lo que le interesa es que cada vez participe menos gente en las elecciones. Yo creo que ellos están ante una gran disyuntiva en relación a América Latina, que mientras más gente participa en elecciones, mientras más conciencia hay que con el voto se pueden producir cambios. Más cambios se están produciendo en América Latina , así ocurrió en Bolivia, en Ecuador, en Venezuela , en Nicaragua, en Uruguay , en Paraguay , es decir es una herramienta de lucha que se debe aprovechar. Pero es cierto que quienes gobiernan con políticas neoliberales, no les interesa hacer ninguna campaña por elevar la votación. Ahora en Chile es verdad, y así nosotros hace tiempo lo hemos constatado por ejemplo el padrón electoral actual está constituído por sólo un 8% de menores de 30 años, eso ya es un problema; en segundo término hay alrededor de 3 millones de chilenos en edad de votar que no se han inscrito. Claro dicen que subió la abstención , no tengo datos claros, tengo entendido que bajó la cantidad de votos nulos a pesar de que hubo campañas para hacer votar nulo, la gente que votó por lo menos lo hizo con más conciencia de que hay que dar la pelea , o sea votar positivamente. Yo creo que lo hay que hacer es una gran campaña en Chile efectivamente por desarrollar una alternativa al sistema, pero que pasa creo por enfrentarse electoralmente al sistema. Es decir, tiene que haber una combinación de movilización social y lucha electoral, una cosa no puede estar separada de la otra, si los objetivos tienen que ser los mismos. Yo creo es en la formación de una gran alternativa de izquierda en Chile, progresista democrática . Pero además el Juntos Podemos Más tiene dos candidatos a la presidencia de la República, Tomas Hirsch por el Partido Humanista y quien habla por el Partido Comunista. Se están desprendiendo fuerzas de la Concertación, por ejemplo apareció ahora el senador Alejandro Navarro desprendiéndose aunque nosotros no hayamos conversado con él todavía. Nosotros vamos a tener un pleno del Comité Central el 17 y 18 de diciembre donde vamos a determinar el camino a seguir. También está por otro lado de alguna manera haciendo gestos en este sentido Jorge Arrate, también del Partido Socialista y de la Concertación que tiene atrás una fuerza bastante importante de parlamentarios, también de dirigentes socialistas. Bueno todo ésto va confluyendo y además se están acercando muchísimo a esta confluencia de izquierda muchas organizaciones sociales. Yo creo que hoy día tenemos más fuerza a nuestro favor, mayor fortaleza y los que los que están llevando adelante la lucha si usted lo ve tanto en el campo electoral como el de la movilización social somos fundamentalmente los que participamos en ambas cosas. Si ustedes ven quienes dirigen o quienes han dirigido todos los últimos acontecimientos sindicales o sociales en Chile son dirigentes de izquierda, muchos son comunistas, otros no son comunistas, hay muchos independientes, pero todos están adscritos de una u otra forma a esta alternativa de izquierda que se está desarrollando en Chile.
El PPD ha propuesto como su candidato a Ricardo Lagos. ¿Qué le parece esta candidatura? ¿Existe la posibilidad de un solo candidato para enfrentar a la derecha o habrá un candidato de la Concertación y otros de las fuerzas populares lo que va en desmedro de poder vencer a la derecha?
El tema es bastante complicado, nosotros hemos dicho que no queremos que gane la derecha porque efectivamente tenemos la experiencia lo que ella es siendo gobierno. Ni sabemos lo que tiene bajo la manga Piñera, lo decimos muy claramente, además que es una persona que no cumple con su palabra. Alguna gente cree que es mejor que gane la derecha porque así entonces podemos juntarnos todos los de la concertación y del Juntos Podemos Más y armar una oposición grande, yo creo que no es así. Francamente allí se produciría un nuevo ordenamiento de fuerzas y quién ganaría seria la derecha y tendríamos un corrimiento hacia la derecha como ha ocurrido en otros países, aquí mismo en Suecia y sabemos quien pierde cuando gana la derecha. Yo creo que eso lo tenemos claro, pero hemos dicho claramente también que no queremos seguir como hasta ahora. Entonces estamos en una disyuntiva compleja y difícil, en todo caso nosotros vamos a llevar candidatura en la primera vuelta. Quién va a ser el candidato no sabemos, como lo vamos a elegir, tampoco lo sabemos. Que queremos tener un programa único y yo creo que tenemos todo un programa más o menos parecido y que al final uno solo no será tan difícil. El cambio que puede haber es que nosotros como Partido Comunista, creo que hemos avanzado mucho más en cuanto a ir definiendo en lo fino lo que sería un nuevo tipo de gobierno, con medidas concretas, con números, con cifras , en fin hemos avanzado en una plataforma de este tipo. Claro en la Concertación hay ahora una disputa grande , yo no sé quién va a ser finalmente el candidato porque hay tres que están en juego , eso es importante, que es Insulza, que es Lagos, que es Eduardo Frei, parece que por allí va a salir. No sabemos, a lo mejor hay una sorpresa de que busquen un candidato diferente porque con la experiencia de los cambios, no les fue muy bien por ejemplo en Santiago, con poner a alguien que ya fue alcalde y que tenía su desprestigio y eso les jugó una mala pasada . Nosotros no estábamos por el acuerdo con Santiago, nosotros estábamos bien con el acuerdo alcanzado de Valparaíso, Estación Central y Recoleta.
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