inicio | opinión | notas | cartelera | miscelanea sueca | suplementos | enlaces 14-Nov-2008

Una cumbre sin altura

 
Escribe Cándido

Si la historia de las "Cumbres" que comenzó en los años 70 por inspiración del entonces presidente de Francia, Valéry Giscard d`Estaing -todo un símbolo- es la historia de la incompetencia y la mediocridad de los `líderes" de las potencias del mundo rico occidental, la que está convocada para este fin de semana en Wáshington, es antes que nada, la confirmación del trágico resultado de la política aplicada por aquellos "líderes" y por los que le sucedieron. Fue primero una élite de G7 , que más tarde se convirtió en G8 cuando fue incorporada Rusia en razón de su importancia económica. La buena nueva propagada con fanatismo de cruzados, fue la del Mercado todopoderoso que tenía la capacidad mágica de


restablecer el equilibrio allí donde aparecieran síntomas de desajuste, y por tanto el Estado, es decir la estructura que la sociedades se han dado, supuestamente en forma democrática, para
ordenar su funcionamiento, no debía intervenir para nada en el funcionamiento de aquél. Sí debía cumplir a rajatabla su mision de reprimir cualquier intento de alterar el orden establecido para al normal desarrollo de los negocios. Una serie de organismos financieros, FMI, Banco Mundial, y otras siglas fueron creadas para imponer las nuevas normas a los países periféricos necesitados de inversiones para su planes de desarrollo.

Las políticas de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) impuestas a esos países, privatización de todo lo que fuera rentable, inversiones sin trabas, que condujeron al saqueo de los recursos, exigencia de "flexibilidad" en las relaciones laborales, que significaron la pérdida de conquistas sociales que había costado años de lucha y mucha sangre de trabajadores, "ajustes" que desmantelaron la poca asistencia social que existía en la mayoría de esos países y, cuando fue necesario, utilizar su poder financiero como instrumento politico para agredir a los pocos que rehusaban "entrar en el juego", han producido más muertes de inocentes que las que sus portavoces mediáticos atribuyen al"comunismo".


Periódicamente los "líderes" se reunían en algún lugar paradisíaco., lo más alejado posible de sus víctimas, los millones de habitantes del llamado Tercer Mundo, la pasaban de lo mejor, no se recuerda que alguna vez hayan adoptado una resolución de interés general, y terminaban con vagas exhortaciones al "crecimiento" a luchar contra "el terrorismo", apertura de mercados"" y la promesa de tantos y cuantos millones para "combatir el hambre y el virus HIV en Africa", y otros objetivos altruistas que nunca fueron cumplidos.
Ahora, cuando ha estallado la crisis más grave en la historia del capitalismo, en condiciones mucho más desfavorables que la Gran Depresion de los años 30, cuando las economías más poderosas del planeta, empezando por la de Estados Unidos, siguiendo por la primera de Europa, Alemania, han entrado en recesión que por lo menos se va a mantener durante todo el año 2009 y que nadie sabe cómo y cuándo terminará, nada menos que uno de los más fanáticos impulsores del modelo, el presidente GWBush, en vísperas de su ingreso al basurero de la historia, y quién sabe si a enfrentar algún tribunal que lo juzgue como criminal de guerra, convoca a una cumbre de la que solo saldrá una foto. Pero que incluye una novedad importante. Esta vez no será la élite de los ricos sino que estos se han visto obligados a "pedir ayuda" a los pobres que siempre despreciaron: los llamados países emergentes, encabezados entre otros por China, que tiene en sus manos la posibilidad de "apretarles el cuello", India y Brasil , señal inequívoca que las relaciones de poder en el mundo han cambiado y quizás esta vez no sea para que "todo siga igual". En los inmensos bolsones de miseria que los "líderes" crearon en el mundo, maduran aceleradamente las "viñas de la ira".



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