Alfredo Pérez Alencar -poeta, académico y peruano- es profesor de la Universidad de Salamanca (de la histórica, no de la Pontificia) y coordinador del Encuentro de Poetas Iberoamericanos que anualmente convoca la Fundación Municipal Salamanca Ciudad de Cultura y el Ayuntamiento local, ubicado en la amplia Plaza Mayor y donde se realizan las lecturas. En verdad, Pérez Alencar es el gestor de esta idea y, como poeta, se trata de un lector silencioso y delicado dispuesto a rescatar los nombres de sus colegas en distantes partes del hemisferio. No podía menos, entonces, que celebrar en este año de celebraciones para el pueblo salmantino, a la destacada creadora caribeña Nancy Morejón.

A la presencia de la homenajeado se sumaron las contribuciones de Xavier Oquendo, de Ecuador, Vasco GraÇa Moura, de Portugal, Miguel Aguilar Carrillo, de México, Sonia Luz Carrillo, de Perú, y desde Chile, quien firma esta nota.

Entre los poetas peninsulares figuraban Luis Felipe Comendador, de Béjar, María Antonia Ricas, de Toledo, Juan Antonio Bernier, de Córdoba, Ángel Luis Luján Atienza, de Cuenca, Mario Pérez Antolín, de Ávila, María do Cebreiro Rábade Villar, de Santiago de Compostela, Isla Correyero, de Cáceres, y Vicente Valero, de Ibiza.
Con motivo del encuentro, Pérez Alencar editó además una antología con el nombre de "El huerto magnífico de todos". En ella se presentan trabajos de los catorce participantes y está ilustrada con retratos de aquellos en mano de Miguel Elías Sánchez. El libro, con más de trescientos treinta páginas, aparece bajo el sello de Edifsa y lleva notas introductorias de Julián Lanzarote Sastre, Alcalde de Salamanca, de Isabel Bernardo Fernández, concejal delegado de cultura, de María José Salgueiro Cortiñas, Consejera de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, y del propio antologador. "La voz y la palabra aislada y peregrina de Nancy Morejón -anota María José Salgueiro- nos ha permitido, en esta edición, profundizar y conocer mejor la poesía y el talento de esta extraordinaria poetiza homenajeada (...) la inspiración, la originalidad y ese poder de la palabra tomada siempre en sus significados primarios y más hermosos, como ella misma reconoce".

La contribución de Morejón en "El huerto magnífico de todos" resulta de primera importancia. Sesenta y ocho trabajos, en casi noventa páginas, acompañan una completa bibliografía de la autora. Textos desde "Mutismos" hasta "Pierrot y la luna" conforman una virtual antología que entrega al lector la más completa revisión de la poeta habanera.

Y gracias a las gestiones de Alfredo Pérez, para algunos poetas se abrieron las inaccesibles puertas de la Biblioteca de la Universidad de Salamanca. Con más de 2781 manuscritos, 485 de ellos incunables y sobre sesenta mil volúmenes publicados desde el siglo XIV hasta 1830, es una de las mayores joyas del archivo bibliográfico en la actualidad. Frente a los ojos aparecieron extraños objetos -como un preservativo de tripa de cerdo utilizado de separador de páginas en un misal-, los originales de la traducción de El cantar de los cantares, hecha por Fray Luis de León y que le costara la cárcel, o el Torá enrollado en pergamino, tal vez dejado por los judíos tras su expulsión de la península en 1492, y que se guarda en un viejo arcón bajo cinco llaves. Este documento fue encontrado en fecha reciente en la misma biblioteca salmantina. El acceso a la biblioteca está restringido para los visitantes. Estos pueden observarla, y fotografiarla desde un cubo de vidrio -de unos cuatro metros por lado- que ingresa por uno de sus costados. El magnífico honor concedido a los invitados señala, de tal modo, la importancia que la universidad local otorga a esta clase de encuentros.

Posteriormente nuestros poetas, salvo Nancy Morejón, leyeron en varias ciudades de Castilla La Mancha, entre ellas Ciudad Rodrigo, Ávila, Béjar y Peñaranda de Bracamonte. Las viejas comunidades amuralladas dan cuenta del imperio en todo su esplendor. Mantenidas y cuidadas, desde la antigua piedra surgen las plumas de las torres grúas que se confunden entre los nidos de las cigüeñas. Respiran, así la España integrada a la Comunidad Europea, un aire de orden y de turismo, de progreso y tradición al mismo tiempo, extraño para quien conociera el país con anterioridad.

Las viejas y hermosas ciudades de Castilla La Mancha, muchas enclavadas en la piedra misma, reciben a los autores con respeto y afecto. Luis Felipe Comendador enseña su Béjar y el señero Candelario, refugio de excursionistas y esquiadores que se instalarán muy pronto, cuando el invierno cubra su paisaje. Comendador, poeta, impresor y editor, colma a los invitados de libros. Aunque quizá el más preciado sea su antología, Vuelta a la nada, que nos muestra a un poeta más cercano a nuestro oficio que a la muchas veces impecable, pulcra y anodina poesía española.

Lejos de allí, Madrid bulle entre la antigua y la nueva moneda. La inmigración y la integración del extranjero son fenómenos evidentes; tanto como el ibérico de la peseta, el desocupado y el sin casa que duerme miserablemente en los accesos del Metro capitalino; en esta imagen de triunfo y derrota se funden en uno solo con el gran despliegue bélico del 12 de octubre y los magníficos museos del Prado, Reina Sofía y ThyssenBorne-misza.

Una buena oportunidad de rencuentro y reconocimiento, como suele ocurrir en estos casos, fue esta reunión de escritores iberoamericanos en Salamanca. Así un huerto magnífico para todos, la amistad y la admiración por la poeta Morejón floreció en esta simbólica ciudad, una de las cunas del castellano nuestro. Como bien escribiera Alfredo Pérez Alencar al iniciar la recopilación de los textos, "ella viene a Salamanca y yo le anticipo el mejor regalo que un poeta puede ofrecer a otro de su linaje: un poema con toda su realidad posible". Eso es Nancy Morejón.