La presidenta argentina, Cristina Fernández, firmó este martes el proyecto de ley que estatiza los fondos de pensión, para asegurar las pensiones y jubilaciones que, según el gobierno, iban a ser afectadas por la crisis financiera. Mientras, un juez federal debió emitir una orden para impedir a los fondos de pensión a vender las acciones en su poder.
Cuando trascendió que el gobierno iba a sustituir el sistema de capitalización por un régimen estatal integrado, las Aseguradoras de Fondos de Jubilación y Pensión (AFJP) comenzaron a vender las acciones que poseían en otras empresas, adquiridas precisamente con los depósitos de los trabajadores.
Según la denuncia del fiscal federal Guillermo Marijuán, las administradoras salieron "a vender sus activos en la Bolsa de Valores y Mercado de Capitales", provocando la caída de la Bolsa de Valores este lunes, en más de un 10%.
Para preservar los ahorros (de sus clientes) que las AFJP custodian y frenar una movida con aires de represalia política destinada a generar caos financiero, el fiscal pidió que la Justicia bloqueara los movimientos de activos de estas empresas que hasta ahora manejaban las jubilaciones privadas, para "evitar serios e irreparables perjuicios".
El martes, la presidenta Cristina Fernández explicó la medida. "Estamos haciéndonos cargo de las consecuencias de las políticas de saqueo. Vivimos el final de una época a nivel mundial. Es por este contexto que decidimos avanzar en una decisión estratégica", aseveró .
El sistema de capitalización en las administradoras de fondos de pensión fue instaurado por el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo en la primera presidencia de Carlos Menem a principios de los 90.
"Estamos impulsando esta medida en un momento de crisis internacional, donde los países que forman parte del G-8 salen a proteger a sus bancos y empresas. En cambio, nosotros decidimos proteger a nuestros trabajadores", dijo Cristina Fernández.
Desde varios sectores de la oposición afirmaron que el gobierno buscaba engrosar su propia disponibilidad de fondos con los casi 100 mil millones de pesos de las AFJP en títulos de deuda pública, acciones, fondos de inversión y otro ahorros. La presidenta lo negó enfáticamente en su discurso.
"'Quienes quieren seguir con el sistema de AFJP qué caja defiende o quiere representar?", preguntó la Presidenta. Y lamentó que digan "que el Gobierno quiere hacerse de una caja" porque -según sostuvo- al tomar la medida se pensó "en la Constitución, que dice que el Estado debe garantizar las jubilaciones".
El Estado absorberá el sistema privado y garantizará a los afiliados y beneficiarios de las AFJP "la percepción de iguales o mejores prestaciones que los que gozan actualmente", anunciaron en el acto público.
"El sistema de capitalización deja el futuro de los ingresos de nuestros trabajadores y jubilados a merced de los avatares del mercado financiero, es decir, sujeto a operaciones de riesgo, tal como se hace evidente ante la crisis financiera internacional", puede leerse en el mensaje del proyecto.
"Cuando las medidas estatistas las toma Estados Unidos, resultan simpáticas. Si las tomamos nosotros, nos tildan de setentistas", comentó la presidenta.
La nueva modalidad de pensión estará compuesto por un único sistema, de reparto, administrado por el Estado. El de capitalización desaparece. Ya no habrá cuentas individuales, sino que los aportes de los trabajadores irán a un fondo común que financiará el pago de los haberes de los ya jubilados. Por eso mismo, se lo considera un régimen solidario, cuya característica saliente es la de establecer un pacto entre generaciones.
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