El gobierno sueco decidió ampliar la garantía a los depósitos bancarios de 250.000 coronas a 500.000 coronas y prestar dinero a los bancos para evitar un colapso financiero. En tanto, el primer ministro conservador Fredrik Reinfeldt rechazó reunirse con la oposición para informar sobre la crisis y discutir eventuales nuevas medidas.

La decisión de ampliar la garantía a los depósitos se adoptó el lunes en la mañana y no impidió que la Bolsa de Estocolmo cayerá a sus niveles más bajos en 20 años, perdiendo 7,1 puntos en una jornada de caídas generales en todo el mundo. El objetivo es detener el retiro de capitales.

En las últimas semanas, después de conocerse que el Swedbank había prestado dinero a una de las financieras norteamericanas en quiebra, la competencia jugó fuerte en provocar la caída del banco con una ola de rumores sobre su insolvencia, y con especulaciones en la Bolsa que provocaron una baja de sus valores.
Por lo pronto, mientras la Bolsa de Estocolmo cayó un 7,1%, las acciones de Swedbank cayeron un 11%.
La garantía del gobierno a las cajas de ahorros abarca también los depósitos de los ciudadanos suecos en las sucursales en el país de bancos extranjeros, pese a que el primer ministro había asegurado que Suecia no iba a salir a salvar los bancos de otros países.

El gobierno no ha aclarado si la garantía cubre también a los fondos de pensión. Este punto será aclarado en el Parlamento una vez que el proyecto de ley para aplicar esa garantía sea presentado. El gobierno espera que el proyecto de ley sea votado en dos semanas y la ley tendrá una vigencia retroactiva al 6 de octubre.

Sin diálogo con la oposición
El primer ministro Fredrik Reinfeldt rechazó convocar a la oposición para discutir la crisis financiera. "Hay un riesgo de que una discusión de ese tipo sea usada políticamente y que la oposición no entienda su responsabilidad en esta dificil situación", declaró el primer ministro al diario Dagens Nyheter. "El deseo de llamar la atención puede primar por encima de los intereses de Suecia", subrayó. Asimismo, el primer ministro marcó diferencias con la situación de principios de los años 90 cuando el entonces gobierno conservador negoció con la oposición socialdemócrata medidas para resolver la crisis bancaria y de la construcción.

Según Reinfledt, la crisis de entonces fue una consecuencia de una situación interna, mientras que ahora es un problema internacional. También señaló diferencias en que hoy la alianza de derecha tiene mayoría parlamentaria a diferencia de entonces. Insistió en que el mercado debe seguir siendo libre, aunque admitió que en determinadas circunstancias el Estado debe intervenir en un corto plazo.

También destacó la decisión gubernamental de no entregar a la sociedad -a través de rebajas de impuestos, inversiones en salud o educación- el dinero obtenido por la venta de las empresas públicas. "Ahora tenemos herramientas para enfrentar la crisis" sostuvo.

Finalmente, el primer ministro reclamó por su parte una política europea común para enfrentar la crisis y llamó la atención de que soluciones diferentes pueden provocar corridas de capitales de un país a otro.

Socialdemócratas reclaman diálogo
La líder socialdemócrata, en la oposición, Mona Sahlin, criticó al gobierno por haber malinterpretado las señales de recesión durante un año, aunque admitió que en lo referente a la crisis financiera, "el gobierno ha actuado hasta ahora inteligentemente", según confesó a la prensa sueca.

Sin embargo se mostró "extraordinariamente sorprendida" por la negativa del gobierno a discutir con la oposición, especialmente después que desde hace un año las encuestas otorgan mayoría al Partido Socialdemócrata.

"Siempre hemos sabido asumir responsabilidades en estas situaciones y estamos dispuestos a hacerlo ahora también" dijo Sahlin.

Destacó que durante un año han estado solicitando información del gobierno sobre la situación económica. "Queríamos saber como juzgaba el gobierno el desarrollo de la economía, que información manejaba y que tipo de herramientas necesitaba Suecia para enfrentar la situación. Pero ni siquiera en las últimas semanas, y los últimos días, hemos recibido información del gobierno".

Sahlin rechazó el argumento del gobierno de que la oposición recibió información económica con el presupuesto, "la decisión adoptada el lunes -la ampliación de la garantía a los depósitos- nada tiene que ver con el presupuesto, y nadie recibió información sobre ello. Llamaron para avisar media hora antes que lo hicieran público" se quejó.

"Creo que es importante que en una situación como esta el primer ministro se contacte directamente con el mayor partido" dijo Sahlin. Un diálogo con la oposición aumentaría la credibilidad hacia el gobierno, dijo la líder socialdemócrata, pero "también las acciones concretas podrían ser diferentes si nos sentaramos a dialogar, por ejemplo, para salvar los trabajos en la industria automotriz". "Creo que sería importante para Suecia que en esta situación existiera un acuerdo por encima de los bloques políticos. Así se tendría la certeza de que las medidas durarían más de dos años" concluyó al referirse a las elecciones generales del 2010.

Fugas de depósitos en Swedbank
Después de semanas de negarlo, la dirección del Swedbank confesó este martes que los clientes con cuentas bancarias superiores a las 250.000 coronas trasladaron sus cuentas a otros bancos.
El jefe del Departamento de cuentas nacionales, Johannes Rudbeck, dijo que esa salida de capitales se detuvo a mediados de semana, y que el dinero salió de los depósitos a la compra de deudas del Estado, obligaciones, fondos de ahorros y a la competencoa, aunque no precisó el monto del dinero fugado. Sin emabrgo, Rudbeck sostuvo que el número de clientes no ha disminuído y que por el contrario, "hemos ganado cerca de 40 mil en septiembre".

El Banco Central de Suecia en ayuda de Islandia
El Banco Central de Suecia apoyará al Banco Central de Islandia con 500 millones de euros, en aplicación de un acuerdo de los bancos centrales nórdicos de mayo de este año, revelaron autoridades.
La asistencia a Islandia, contradice las afirmaciones del primer ministro conservador Fredick Reinfeldt de que Suecia no saldría a respaldar a instituciones financieras de otros países.
"Se trata de asistir a nuestros vecinos en tiempos difíciles" dijo el jefe de análisis del SEB Merchant Banking a la prensa.