El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró que la investidura de Fernando Lugo como nuevo presidente de Paraguay ratifica un cambio de época en la región y deja claro que en Latinoamérica, "los gobiernos neoliberales están quedando para la historia".
"Se ratifica el cambio de época, los gobiernos neoliberales están quedando para la historia", dijo Correa al participar en una rueda de prensa en Asunción con el nuevo mandatario de Paraguay, Fernando Lugo, y su homólogo de Venezuela, Hugo Chávez.
El mandatario ecuatoriano respondió a la pregunta de un reportero sobre si en el proceso de transformaciones a que hizo alusión estaba la posibilidad desarrollar un modelo socialista para América Latina.
"Por supuesto, yo soy socialista, el gobierno ecuatoriano es socialista, estamos llevando el socialismo del siglo XXI", exclamó Correa.
Explicó que el socialismo del siglo XXI "comparte con el socialismo tradicional algunos rasgos de debates, por ejemplo ese énfasis en la justicia social, en la equidad, como no puede ser de otra manera en la región más desigual del mundo".
Hay cosas "más de fondo, filosóficas, que compartimos con ese socialismo tradicional, como por ejemplo desechar la falacia de que el individualismo, la competencia, el egoísmo, es la clave del éxito y resulta que un execrable defecto humano por arte de magia se convirtió en la máxima virtud individual y social", abundó Correa.
Añadió que es por esa vía donde está la solución para cambiar la realidad de América Latina, "sumergida en el foso de las acciones neoliberalistas que lo que hicieron fue convertir el trabajo humano en un instrumento más de la acumulación del capital".
Según el mandatario ecuatoriano, con el socialismo del siglo XXI, países como Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela han apostado al rescate de la acción colectiva, que a nivel social se realiza a través del Estado.
"Creemos que el Estado tiene un fundamental rol para el desarrollo", enfatizó Correa.
El socialismo del siglo XXI muy difundido por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se basa en el desarrollo de una democracia revolucionaria que se asienta "en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad" pero sobre todo en la igualdad como mecanismo para transformar el modelo capitalista.
Correa reiteró que ese nuevo socialismo "es lo que está logrando cambiar la realidad de América Latina, logrando tener políticas soberanas, dignas, logrando rescatar a nuestros pueblos de la destrucción en lo que los dejó el neoliberalismo".
"El socialismo del Siglo XXI puede dar mucho a América Latina y creemos que lo está dando. América Latina ha optado por esa vía socialista", finalizó.
En el curso de sus declaraciones, Chávez y Correa coincidieron a la hora de condenar la actividad de algunos grupos mediáticos en América Latina y defendieron la democratización de la información.
"Así como una prensa libre es fundamental para la democracia, una mala prensa puede ser nefasta para la democracia", afirmó Correa, quien opinó que "la prensa en América Latina deja mucho que desear".
Explicó que existe una "relación nefasta entre el poder económico y el poder informativo, y eso es terrible para una democracia". Recordó que, "de los seis o siete canales nacionales de televisión que tiene Ecuador, al menos cinco tienen vinculación con la banca".
Se trata "de medios de comunicación que no defienden la verdad, que defienden el bolsillo", añadió, para después subrayar tajante: "Se requiere poner límite a eso".
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