Escribe Jimena Mercado C. *
En la cuenta regresiva hacia el Referéndum Revocatorio los pataleos de ahogado de la oposición, encarnada por los prefectos autonomistas, los opositores cívicos radicales y las cúpulas empresariales del oriente, no harán variar de manera sustancial la intención de voto de la población para el próximo 10 de agosto, en la que resultaría de manera contundente ratificado como Presidente, Evo Morales.
Lo lamentable del caso es que la Central Obrera Boliviana, en otrora, vanguardia de la lucha sindical y laboral, hoy se presta a confabular junto a la derecha contra el gobierno de izquierda de Evo, logrando sus propósitos; generar violencia, confusión e incertidumbre en el país.
El 10 de agosto, sin duda, será muy significativo para el país, ya que Presidente, Vicepresidente y Prefectos se someterán al examen del pueblo. Los argumentos de un fraude electoral sobre un padrón amañado yo no tienen peso, luego de que el Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (CEELA) a través de un informe asegurara que el Padrón Electoral de Bolivia es el más confiable de América Latina, llegando a un 97.66% de veracidad.
No se debe olvidar que la oposición lanzó una artillería de argumentos contra el referéndum, los prefectos dijeron primero que no irán al referéndum revocatorio luego de que ellos mismos instarán a la realización de este evento; posteriormente los autonomistas se dividieron entre sí y le dijeron sí al revocatorio luego de una lluvia de críticas, dejando solo a Manfred Reyes Villa protestando contra el evento electoral. Podemos y los opositores dijeron que había fraude por la duplicidad de cédulas de identidad, denuncia que se quedó desinflada, continuaron con la presentación de recursos legales ante el inexistente Tribunal Constitucional, donde a pesar de la ayuda de la magistrada Silvia Salame no obtuvieron sus propósitos de suspender el acto electoral. Buscaron que las Cortes Electorales rechacen la consulta y también fracasaron. Ahora; es la huelga por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos, paralelamente a las movilizaciones de una COB cuestionada&¿qué más viene?
Sin embargo a Evo Morales, luego de ser ratificado, le tocará encarar una oposición más dura y profundizar los procesos de inclusión social a favor de sectores todavía excluidos; pues si bien el gobierno ha trabajado de manera comprometida para abrir espacios de decisión y protagonismo, relegados a campesinos, indígenas, originarios y personas de bajos recursos, todavía existen varios sectores poco visibilizados y excluidos de la vida política, económica, productiva, social, cultural, etc.
Sólo falta mirar con atención lo sucedido hace unos días, cuando personas que se autodenominan discapacitadas, bloquearon calles y carreteras, tomaron pacíficamente instituciones públicas y se movilizaron como pudieron en demanda de un bono de 3.000 bolivianos al año. Cabe preguntar si el bono resolverá los problemas de exclusión que sufren estas personas y la respuesta es no, porque este beneficio económico genera una cadena de dependencia poco saludable para el Estado, pero mucho más, para aquellos que pudiendo aportar al desarrollo productivo, intelectual y económico del país, se sienten menos.
El gobierno tiene la tarea impostergable de implementar políticas públicas que inserten de manera efectiva a las personas con capacidades alternativas a la vida diaria del país, desde diferentes perspectivas y generar alianzas con el sector público prefectural y municipal, además del privado empresarial, para generar programas y proyectos dirigidos a estas personas que hoy se encuentran relegadas. Lejos de que las movilizaciones hayan tenido o no un tinte político, han servido para mostrar a un Estado poco sensibilizado respecto a esta problemática y una sociedad aun indiferente a esta realidad.
Así como las personas con capacidades diferentes en nuestro país, de las que no existen indicadores actualizados, existen otros sectores poco visibilizados por el Estado y a quienes todavía se les niega de manera indirecta el ejercicio pleno de sus derechos, como las diversidades sexuales que agrupan a lesbianas, travestis, homosexuales, transexuales, etc. Peor suerte corren aquellos que viven con VIH Sida, condenados de alguna manera a vivir el exilio social y familiar.
Cuando se pueda ver con mayor profundidad la problemática de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de la calle e implementar acciones que mejoren la calidad de su vida; de dar soluciones estructurales para aquellos que sufren adicciones y son considerados lacra de la sociedad, para quienes por ser diferentes y pensar de modo distinto son aislados de los procesos de desarrollo, recién se podrá hablar de equidad e igualdad de oportunidades, en una sociedad justa y solidaria.
Entre tanto, es responsabilidad del Estado y la sociedad en su conjunto, velar por la legalidad y defender la democracia para que las diferencias se conviertan en diálogo, para que las desigualdades se transformen en hechos de equidad y para que las demandas se vuelvan en respuestas concretas que mejoren la vida de los más necesitados.
* Jimena Mercado C. Periodista de radios comunitarias bolivianas.
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