Un nuevo Ecuador acaba de nacer con la aprobación de la flamante Constitución nacional, afirmó el presidente de la Asamblea Constituyente, Fernando Cordero.
Tras ratificar su voto por la Carta Magna, Cordero señaló que la apuesta por el sí significa el avance del cambio, a favor de los derechos de la mujer, de los discapacitados y de los niños, a quienes el Estado cuidará desde su concepción.

La Legislación fue aprobada el pasado jueves con el respaldo de 94 asambleístas, mientras otros 32, miembros de la minoría opositora, votaron en contra.
No hubo abstenciones, ni votos en blanco, pero se registró la ausencia de cuatro representantes de la Constituyente.

El líder de la Asamblea invitó a los miembros de la minoría a sumarse al barco de la esperanza, pues el rechazo a esa legislación representa volver el pasado, el regreso de la partidocracia, de la injusticia y la corrupción.

"Hoy ha nacido el nuevo país" y tenemos suficientes razones para estar orgullosos, señaló Cordero, al recalcar que "el nuevo país ha llegado con la nueva Constitución y el Ecuador empezará vivir una nueva esperanza".
Poco después de la votación concluyó la última sesión de la Asamblea Constituyente, que durante ocho meses se dedicó a elaborar una Carta Magna que facilite la continuación del proceso de reformas radicales en esta nación andina.

Para que entre en vigor, la Constitución deberá ser ratificada por la ciudadanía en un referéndum, previsto para el 28 de septiembre próximo.

Constitución da nacimiento a una patria nueva
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, afirmó aquí que la flamante Constitución representa el acta de nacimiento de una nueva patria.
Se trata del comienzo de un proceso decisivo para lograr la segunda independencia, por la vía pacífica, democrática y para salir del neoliberalismo, resaltó Correa en su intervención realizada en la ceremonia oficial de presentación del nuevo texto constitucional.

En el acto, que puso fin al trabajo de ocho meses de la Asamblea Constituyente, destacó que se cumplió la propuesta exigida por el pueblo, a pesar de contar con una minoría opositora interesada en obstaculizar y boicotear la redacción de esta carta magna.

Logramos avanzar en los cinco ejes planteados: Revolución Democrática; Revolución social, Revolución económica; Revolución para lograr la transparencia y la anticorrupción, Revolución para la integración Latinoamericana, aseveró.

El jefe de Estado señaló que "por fin existe un proyecto verdaderamente nacional", y alertó sobre la postura de la oposición derrotada, la misma contraria a la consulta del abril de 2007 para instaurar una Asamblea Constituyente.

Los representantes de la derecha, de la partidocracia, recurren ahora a la mentira para engañar al pueblo sobre el verdadero cambio que representa esta Constitución, la cual no se hizo en un fuerte militar como la de 1998.

Aclaró que esta ley tampoco tiene textos ocultos, como la anterior que facilitó el atraco bancario, la desaparición de más de ocho mil millones de dólares, la ironía salvaje, economías desechas, miles de perjudicados y banqueros corruptos prófugos, pero prósperos.

Ahora se elaboró un texto "limpio, sin trampas", que cierra las puertas al neoliberalismo y abre paso a un régimen social y solidario, en el cual el mercado es siervo y no dueño del ser humano, indicó.
Correa llamó a superar el absurdo simplismo de la competencia, del egoísmo convertido en la máxima virtud individual y social e instó a promover la acción colectiva planificada.

En ocho meses de labor se buscó desarrollar una verdadera revolución constitucional, encaminada a construir una auténtica democracia en Ecuador, que requiere de algunos atributos básicos, entre los cuales el más importante es la sujeción del poder al derecho, dijo.

El gobernante manifestó confianza en la sabiduría del pueblo en el referéndum de la carta magna y recalcó que respetará el resultado de esa consulta, prevista para el 28 de septiembre próximo.