De una forma gradual, bajo variada cobertura (labores humanitarias, lucha contra el narcotráfico, entrenamiento, etc.), en varias zonas (Lambayeque, Iquitos, Ayacucho, Huacho), la presencia militar norteamericana en Perú es una realidad que debe ser encarada seriamente a nivel continental por los sectores progresistas, revolucionarios y todo ciudadano amante de la paz.
En este hecho confluyen distintos factores de importancia estratégica global con circunstancias más específicas que son necesarias dilucidar y sistematizar.
La lucha actual y futura por los recursos petroleros y en general energéticos; el control de los recursos como la biodiversidad en la amazonia, el ande y el polo sur; las reservas de agua potable y los grandes recursos mineros existentes en el área; están en la base del interés central del poder dominante imperialista para la mantención de su hegemonía, en su lucha con los otros poderes económicos existentes y emergentes (Europa, China, Rusia) y para encarar los otros y nuevos retos que genera su dominio y la respuesta de los pueblos. Otro elemento a tomar en cuenta es el desarrollo y crecimiento de la industria militar norteamericana que es un factor muy importante para el reactivamiento del conjunto de la economía norteamericana, por lo que el estímulo de conflictos en esta área del mundo es parte de sus proyecciones. Es así que últimamente podemos entender los intentos de generar un conflicto entre países como Venezuela y Ecuador por un lado y Colombia por el otro.
Por otro lado, es indudable que el empantanamiento de la maquinaria militar norteamericana en "su guerra contra el terrorismo" y las situaciones de inestabilidad que ha generado en todo el medio oriente; ha contribuido a debilitar su hegemonía en el área y ha facilitado temporalmente el surgimiento de gobiernos democráticos cuestionadores de la hegemonía norteamericana en algunos países de América (Venezuela, Bolivia, Ecuador, etc.) sin encontrar una oposición frontal del imperialismo; situación que USA y sus aliados pretenden corregir y extender con una serie de medidas políticos-económicos-militares entre las que se encuentran los TLC, las acciones de obstrucción y sabotaje a los procesos transformadores utilizando las fuerzas reaccionarias internas (tipo Bolivia); la revitalización de la cuarta flota, la creación del Comando África, etc.
El papel del narcotráfico. La zona y los países más afines actualmente con las políticas imperialistas (Colombia, Perú y México) están en el centro de este fenómeno con las secuelas de corrupción, violencia, intervencionismo y descomposición social de este flagelo.
El intento de Brasil de crear un espacio militar propio a nivel de América del Sur que responda a los intereses de los países y los pueblos del área es un elemento que está también en el juego estratégico actual.
El esperado cierre de la base militar de Manta en Ecuador, que cumple importante labor militar en el Plan Colombia y posibles dificultades en Paraguay.
La ubicación de Perú en el centro de América del Sur le permitiría un control de toda el área continental. La presencia en el área de gobiernos no aliados (algunos hostiles) a los intereses norteamericanos y al contrario en Perú un gobierno incondicional.
La ausencia en este país de una o un grupo de fuerzas políticas capaz actualmente de enfrentar este desafío dado la multiplicidad de problemas, actores y conflictos por los que atraviesa hoy la sociedad peruana.
Los revolucionarios y progresistas, los demócratas y los auténticos liberales; del Perú, de América y del mundo debemos levantar nuestra bandera de rechazo a la militarización y a la presencia norteamericana en Perú; una bandera justa y correcta de unidad y lucha, a la cual te invitamos a sumarte.
Diálogos por el Perú y la Integración Latinoamericana
Estocolmo, junio 2008
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