Escribe Cándido
Los "lideres" de la Unión Europea tenían previsto debatir estos días las sanciones que habían impuesto a Cuba por supuestas "violaciones de los derechos humanos" aplicadas con posterioridad al juicio y prisión
de un grupo de personas que, en connivencia con los servicios de Estados Unidos y financiados por estos, conspiraban para el derrocamiento del gobierno que el pueblo cubano ha elegido. El varapalo aplicado por
Irlanda -el único miembro de la UE que hasta ahora tuvo la democrática opción de pronunciarse en un referendo sobre el Tratado de Lisboa- alteró los planes de la agenda "comunitaria", postergando una decisión sobre el "caso cubano". La prioridad ahora es la búsqueda de algún artilugio juidico que les permita "seguir adelante", es decir, saltarse sus propias reglas desconociendo el pronunciamiento de los irlandeses, con su
proyecto sin destino. Y digo sin destino porque al proyecto de la UE le falta el ingrediente imprescindible de toda empresa colectiva que aspire a ser realidad: los ciudadanos, el pueblo para emplear una
palabra no grata al elitismo de los neo. Ese rechazo popular se nutre de dos vertientes: la "ideología" neo liberal que entrega al mercado el poder de orientar el comportamiento de la sociedad, y el descrédito
de los líderes en tanto gobernantes de su respectivos países. Paralelamente y talvez más grave por la inevitable globalización de los conflictos, la UE ha optado por jugar en la arena internacional el triste rol de vasallo de un imperio en decadencia irreversible que constituye una amenaza real para las sociedades humanas y el ecosistema. Y que, en los hechos, es el mayor transgresor de esos "derechos humanos" que Cuba habría violado al poner a resguardo a un grupo de mecenarios que el poder mediático del
sistema ha convertido en "disidentes" castigados por el delito de pensar diferente.
Resulta asi que quienes han condenado a Cuba , desechando a priori las pruebas irrefutables presentadas por su gobierno, carecen de autoridad moral para juzgar a Cuba. Que es lo que le sobra a Fidel Castro y a los
dirigentes y pueblo cubanos. La que otorga la credibilidad y el apoyo sin los cuales la Revolución no podría haber sobrevivido a medio siglo de bloqueo, invasiones, agresiones terroristas estimuladas y protegidas por
Estados Unidos, y a la sistemática guerra mediática al servicio del imperio y sus vasallos.
Imposible reseñar aqui la corrupción, malversación de fondos, nepotismo, coimas de los lobby, sueldos y privilegios de la frondosa burocracia de la UE, con el dinero de los contribuyentes europeos. Documentada por quienes la comprobaron desde adentro y silenciada o atenuada por el poder mediático.
Mientras la potencia a la que la UE se ha subordinado, ha desatado la mayor tragedia colectiva de estos tiempos con la invasión a Irak, con la colaboración vergonzante y el silencio cómplice sobre las cárceles secretas, el horror de Guantánamo, que cínicamente los medios denominan en sus titulares "los presos de Cuba", y la defensa oficial de la tortura, Cuba, esta Cuba a la que la Unión Europa pretende juzgar, siembra de médicos y educadores allí donde se necesite, particularmente en el continente latinoamericano donde las
oligarquías "democráticas" que las gobiernan, afortunadamente cada vez menos- "olvidaron" esos "derechos humanos" tan fundamentales como son la salud y el conocimiento. Si los "lideres" europeos, tuvieran un
rasgo de decencia y humildad, deberían pedir disculpas a Fidel Castro y al pueblo cubano.
Pero esos valores no parecen estar en su agenda.
PD. Obvio es decir que este artículo fue escrito días antes de conocerse la decisión de la UE de levantar las sanciones a Cuba, vigentes desde el año 2003, según informaciones aparecidas en los medios del 20-06-08.
Los conceptos de su contenido siguen siendo vigentes. Cabe agregar que la decisión, pese a algunas salvedades introducidas probablemente para satisfacer a algunos vasallos recalcitrantes, significa una clara victoria para Cuba y un reconocimiento implícito a la justicia de su posición
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