"Nos quieren crear problemas por todos lados para desgastarnos y que gane el no el referendo", resaltó Correa al señalar que la derecha no sabe que su administración tiene 80 por ciento de respaldo popular.
En su cadena radial de cada sábado, realizada desde Guano, localidad de la provincia serrana de Chimborazo, acusó a empleados de la Superintendencia de Compañía de arremeter contra la Policía y crear el caos en esa entidad pública.

Esas personas, que calificó de burócratas dorados, se tomaron en días pasados la sede de esa institución, en violación de la ley, se enfrentaron de manera violenta a la Policía y los medios de prensa informaron todo lo contrario, aseveró.

El jefe de Estado acusó a la prensa ecuatoriana de indecente, deshonesta y tener doble moral, por no mostrar la realidad de los acontecimientos en este caso y otros ocurridos con anterioridad.

Por suerte, el gobierno tuvo los medios para grabar como funcionarios públicos lanzaban sillas, tierras, palos a las fuerzas del orden para mostrarlo a la ciudadanía, señaló.

Destacó que empleados de esa entidad protestan porque el gobierno le redujo el alto sueldo que tenían y acabo con sus privilegios.

Aclaró que esa acción forma parte de un plan desestabilizar de la derecha, que recibe apoyo de grupos extranjeros y vaticinó más problemas.

Correa destacó que se intenta utilizar a ciertos sectores financieros y productivos para crear situaciones incomodas y desgastar a su ejecutivo.

Mencionó además que se busca aparentar inciertas divisiones dentro del movimiento Acuerdo País, a través de los medios de prensa nacionales e utilizar a dudosos grupos de izquierda contra la propuesta de cambio de su gobierno.

Se trata de una campaña, enfatizó al rememorar "la estrategia de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos en Ecuador "de comprar a dirigentes de izquierda para desde la izquierda dividir a la izquierda"

Liberación rehenes en manos FARC
Por otra parte, el presidente ecuatoriano reclamó la liberación de los rehenes en manos de la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) de Colombia al manifestar su respaldo al padre de uno de los retenidos.
"Ratificamos al profesor (colombiano) Gustavo Moncayo, en la visita que nos hizo al Palacio, nuestra disposición para la liberación de los secuestrados y prisioneros de guerra", resaltó Correa.

Hay más de tres mil personas en esta situación, y Pablo Emilio, el hijo de Gustavo, es un soldado colombiano preso hace 10 años por la guerrilla, declaró el mandatario en la cadena radial.

Aclaró que Ecuador "no le va a pedir permiso a nadie para una acción humanitaria que está incompleta", como es la gestión que realizaba Venezuela, Ecuador y otras naciones con las FARC.

El jefe de Estado felicitó al padre del rehén por ser un ejemplo de amor paternal y de lucha al impulsar campañas internacionales para lograr la puesta en libertad de de su hijo.

Finalmente, dijo que su homólogo de Colombia, Alvaro Uribe, no quiere la liberación de los retenidos por la guerrilla e instó a las FARC a soltar de manera incondicional a esas personas.