El presidente colombiano, Alvaro Uribe, extraditó a Estados Unidos, casi en secreto y sorpresivamente, a 14 jefes paramilitares acogidos en la llamada "ley de justicia y paz". En una comparecencia pública, Uribe justificó la decisión asegurando que los jefes paramilitares habían incumplido los acuerdos. Sin embargo, los familiares de las víctimas acusan al presidente de sacar del país a los principales testigos de la parapolítica.
"Los antiguos jefes paramilitares no han cumplido con los compromisos que asumieron en el proceso de paz. Algunos han reincidido en actividades criminales, otros no cooperaban de manera debida con la justicia y todos incumplían con la indemnización a las víctimas", dijo el presidente colombiano al justificar la medida. Los jefes paramilitares eran reclamados por Estados Unidos acusados de narcotráfico, lavado de dinero y financiación del terrorismo.
En Colombia no era un secreto que los jefes paramilitares seguían con el negocio de la droga, ocultaban sus fortunas para no indeminizar a sus víctimas, y mantenían vínculos con las nuevas bandas paramilitares emergentes.
En las últimas semanas, algunas declaraciones de jefes paramilitares estaban comprometiendo al entorno del presidente Uribe con la parapolítica, y hasta el propio presidente con su presunta participación en una reunión en que se planificó una masacre.
La justicia investiga a más de 60 legisladores salpicados en este escándalo, 33 de ellos en la cárcel, entre ellos Mario Uribe, primo del presidente. Además, los jefes "paras" estaban confesando la infiltración en los aparatos del Estado, incluyendo el ejécito.
Salvatore Mancuso dijo que el actual ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, se entrevistó con él varias veces para organizar un compló contra el ex presidente Ernesto Samper. También aseguró que el vicepresidente Francisco Santos buscó apoyo de las AUC para crear un frente paramilitar en Bogotá.
El viernes pasado sostuvo en una entrevista que concedió al programa 60 minutos de la televisión norteamericana, que todas las bananeras pagaban impuestos a las AUC, y "lo hacían de buen grado" sin ser amenazadas.
"Se fueron los testigos"
"Se fueron los testigos de la parapolítica, con quienes los políticos han hecho los acuerdos", dijo comentó el ex ministro de Defensa Rafael Pardo y ex aspirante a la presidencia por el opositor Partido Liberal.
Pardo advirtió que los jefes paramilitares enviados son los mismos que "firmaron los acuerdos con los parapolíticos" y que la extradición es una clara muestra del fracaso de la ley de justicia y paz.
Por su parte, la ex canciller y dirigente del Polo Democrático, María Emma Mejía, consideró la decisión como una verdadera "tragedia" para la justicia colombiana que ahora no podrá juzgar los delitos contra la humanidad cometidos por estos paramilitares.
"Todos ellos tenían delitos de lesa humanidad que debían haber sido juzgados en Colombia y por Colombia", agregó.
Con respecto a las víctimas y sus familiares, Iván Cepeda, director del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice), expresó que la extradición llevada a cabo la madrugada de este martes está orientada a dejar en la impunidad a los políticos, militares y empresarios que estuvieron detrás de esos crímenes.
"Esta decisión busca impedir que se identifique a los cómplices políticos, militares y económicos, una parte de los cuales están siendo investigados por la Corte Suprema de Justicia", enfatizó Cepeda.
En el mismo sentido se pronunció el responsable de Human Rights Watch en Latinoamérica, José Miguel Vivanco. "Los grandes perdedores con esta extradición son las víctimas", quienes "quizá nunca tengan la oportunidad de llevar sus tormentos ante una corte colombiana", dijo en un comunicado. Por el contrario, "los grandes ganadores podrían ser los políticos locales, cuyos secretos están siendo guardados por los jefes paramilitares extraditados", añadió. Otro aspecto de la jugada de Uribe, es apoyar a la administración Bush para que logre el respaldo en el Congreso al TLC con Colombia y reforzar la ayuda militar a través del Plan Colombia en su nueva etapa. Este martes, la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, abonó esta interpretación al sostener: "Espero que este gesto de Colombia persuada a los representantes demócratas para aprobar el pacto comercial".
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