El jueves Israel festejó el 60 aniversario de su fundación como país.
Un Estado que nació de la mala conciencia europea frente al holocausto judío y de los afanes del sionismo de afincarse en un territorio que según sus preceptos desde siempre les ha pertenecido por mandato divino. Para los palestinos en cambio, no es un festejo sino el aniversario del comienzo de una tragedia que aún continúa y a la que ellos llaman Nakba (catástrofe). Para ellos la constitución del Estado de Israel en 1948 significó el tener que huir y dejar sus tierras, casas y ciudades. 700 mil palestinos terminaron viviendo hasta hoy en campamentos de refugiados en países vecinos o repartidos en todo el mundo como antes los judíos. Con la complicidad de las grandes potencias imperialistas, la antigua Palestina donde convivían judíos y árabes fue dividida. Desde entonces los palestinos fueron obligados a vivir como parias en su propia tierra. Ahora bajo el amparo y complicidad del guerrerismo de Bush, el militarismo israelí celebra este aniversario en su mejor momento de expansión, desmembramiento y opresión en el territorio de Palestina. Y como 60 años atrás, el pueblo palestino no ha tenido otra opción que seguir resistiendo y luchando. |