En 2006, por presiones de directas de Estados Unidos que "estaba preocupado por el armamentismo de Chávez" el ejército de Venezuela no pudo renovar sus cañones antiaéreos y otros armamentos que por más de 20 años le suministró la empresa sueca Bofors, subsidiaria del grupo Saab.
Sin embargo, tras la visita esta semana a Suecia de Francisco Santos Calderón vicepresidente de Colombia, quedó el camino abierto -a través de la autorización de la inspección estatal de productos estratégicos ISP (léase exportación de armamentos)- para que la empresa Saab pueda iniciar tratativas para vender a ese país sudamericano el radar de aviación militar Erieye y eventualmente también aviones.
El gobierno de Alvaro Uribe que poco tiempo atrás atacó militarmente y violó el territorio de su vecino Ecuador y que mantiene también tensas relaciones con Venezuela, acaba de hacer importantes compras de armamentos en el exterior entre ellos: 25 helicópteros a Estados Unidos, 24 super Tucanos brasileños, 127 camiones blindados para transporte de tropas, 25 helicópteros rusos, 13 aviones Kefir israelitas y varios tipos más de armas modernas.
Al mismo tiempo al gobierno sueco le han llovido esta semana protestas contra la política de relaciones que está llevando adelante con Colombia. Un país que desde hace 40 años está sumido en un violento conflicto interno, asunto que la Cancillería sueca tiene bien registrado en sus propios informes como que "en 2007 aumentaron las ejecuciones sumarias donde están implicados directamente policías, y militares. También existen acusaciones de que el ejército ha cometido graves crímenes contra la población civil en ataques efectuados supuestamente contra la guerrilla."
Para Anna Ek, presidenta de la organización Svenska Fred "teniendo en cuenta la actual situación en Colombia tendría que estar totalmente descartado de que Suecia exporte material militar a ese país." Mientras que para Maja Åberg de Amnistía Internacional, esta decisión del gobierno viola claramente las existentes disposiciones legales suecas en relación a las exportaciones de armas: "No podemos vender a países donde existe un conflicto o donde los derechos humanos son violados."
El vicepresidente Francisco Santos Calderón es un caracterizado representante de las viejas familias oligárquicas del país, propietarios entre otras empresas del diario El Tiempo y fue recibido por la vice ministro Maud Olofsson, en ausencia del primer ministro Fredrik Reinfeldt de visita en China. La visita del vicepresidente Santos a Suecia, según las fuentes oficiales respondería al interés recíproco de ambos países de "tratar el problema climático y las relaciones económicas y comerciales".
|