Jaime Padilla.
El duo Negro y Blanco en cada una de sus presentaciones efectuadas en Suecia, exhortó a los residentes bolivianos y latinoamericanos asumir la responsabilidad de impulsar el proceso de cambio en Bolivia. Sì es que crees en nuestro canto/ Hazte Bolivia tú también/ Y ven a unir conmigo tu esperanza y tu fe...acompañaba también el público la canción "Píntame Bolivia".
El sábado 29 de marzo por la noche el duo musical boliviano Negro y Blanco durante su concierto en la ciudad de Malmö, envolvió a todo el público con la energía especial de su canciones por la grandeza de sus propuestas, por el respeto a los pueblos hermanos de América Latina y por ese infinito cariño a la tierra que los vio nacer: Bolivia.
Antes de Malmoe el duo compuesto por Christian Benítez Ugarteche y Mario Ramírez Ballivian, actuaron en Gotemburgo, Västerås, Estocolmo y Uppsala y habiendo transmitido con su canciones las mismas sensaciones a los cientos de compatriotas, latinoamericanos y suecos que acudieron a la presentación de estos músicos bolivianos. "Fue tan emotivo y simbólico nuestro encuentro con el público", dicen los artistas.
Su llegada a la capital sueca coincidió con el XII Festival de Caporales 2008, realizado del 21 al 22 del marzo reciente. "Allí hemos experimentado sentimientos indescriptibles al observar la entrega de los jóvenes bolivianos y de otras nacionalidades, cuando bailan con euforia la danza de los caporales. Fue una original fiesta de bolivianidad", manifestó Mario. Motivados por esa exaltación del folklore boliviano el duo Negro y Blanco estrenó y entregó en ese mismo escenario una de su más reciente composiciones: "Sambo y ruiseñor", convirtiéndose el tema musical en el broche de oro de esa actividad.
Hay que destacar también que nuestros músicos llegaron a Suecia después de haber participado, junto renombrados artistas de España, América Latina y Cuba, en el Festival de Canción de Autor Barnasants. Un evento musical de alto nivel internacional realizado en Barcelona, a mediados de marzo, en homenaje -esta vez- a la Nueva Trova cubana. Salieron de Bolivia el 5 de marzo. Luego de su exitoso paso por Suecia, se encuentran ahora en Ginebra cumpliendo sus últimas actuaciones hasta el 11 de abril, fecha que -si no surgen contratiempos- estarán de vuelta en el país para retomar sus proyectos de grabación de nuevos temas.
Finalizado el concierto preparado en Malmö por el Comité de Apoyo a Bolivia, en la sala Sofiepark, con el propósito de recaudar fondos para apoyar a los damnificados por los desastres naturales causados por las lluvias en el país, conversamos con los dos integrantes de Negro y Blanco.
"El nombre encierra el concepto la relatividad de la vida, refleja las dualidades pero integradas no en Negro o Blanco sino en Negro y Blanco, cuestiona que muchas veces lo que aparenta ser bueno puede resultar ser malo y viceversa, nadie es dueño de la verdad y lo principal es cuestionar en todo momento las realidades", responde Mario Ramírez a la pregunta que muchos -con seguridad se plantean- sobre el nombre artístico que los identifica.
Cuando se conversa con estos dos cantaautores, por su sencillez y espontaneidad, uno se percata que ambos no sólo son músicos, son también poetas, porque su canciones están dedicadas a la esperanza, a la tierra, a la paz y al amor. "Como artistas sentimos que hay una responsabilidad muy fuerte de impulsar el actual proceso de cambio que hoy se está produciendo en nuestro país", dice Mario Ramírez. "El artista debe estar atento a lo que sucede a su alrededor para poder contribuir con sus canciones, su teatro y poesía a la construcción del país que todos anhelan", reflexiona a su vez Christian.
"No es que Negro y Blanco no cante canciones de amor, la temática amorosa es muy importante para cualquier artista, pero en estos tiempos la sociedad también te pide que cantes lo que estás viendo",agrega.
La trayectoria de Negro y Blanco se remonta al año 1994, entonces era un grupo con la participación de Martín Cuevas y Peter Rivera, que años después, optaron éstos dos tomar otros rumbos. Mario Ramírez principal artífice de esta iniciativa hallaría posteriormente en Christian Benítez al compañero con la voz ideal para formar el duo que en abril de 1999 en el distrito minero de Siglo XX, en un acto de aniversario de la radio minera Pío XII, asumen el dificil compromiso de forjar la nueva trova boliviana.
"La trova no es un género musical, es una forma de hacer canciones para decir lo que nosotros pensamos", explica Mario Ramírez.
"En 1999 nuestras canciones exigían la necesidad de un cambio. Hablábamos de un gigante dormido que era la ciudad de El Alto. Nuestros reclamos y nuestros sueños, en ese momento parecían como algo lejano, pero de repente vino la guerra del agua, que provocó sangre, violencia y luto en abril del 2000 en Cochabamba. Después vendría la guerra del gas que en octubre del 2003, las ciudades de La Paz y El Alto, situadas una muy cerca de la otra, sacudieron al país entero, marcando un nuevo hito de la historia boliviana. Desde diciembre del 2006 el país ha ingresado a un proceso de importantes cambios políticos y nuestro mayor apoyo ahora es y será seguir trabajando con nuestras canciones para inventar un futuro", dice Christián Benitez.
Negro y Blanco por el trabajo que desarrolla con la música fortalece más aún el movimiento cultural boliviano,hay trovadores en Santa Cruz, Cochabamba, Sucre, Tarija, La Paz, y en El Alto. Ronaldo Vaca Pereíra, Raúl Ibarmegaray, Cesar Antezana, Gustavo Rivera por nombrar algunas de tantas otras voces que vienen hoy ganando un mayor espacio en las actividades populares del pueblo. "Somos jóvenes que vemos nuestra realidad y cantamos a cerca de eso" explica Mario.
En torno a las experiencias en escenarios europeos, Christian comenta que los compatriotas y personas de otras nacionalidades se interesan siempre por la situación boliviana. Nos preguntan cómo está Bolivia con Evo Morales y hay también aquellas personas que expresan sus temores por la situación que se genera actualmente en Santa Cruz.
"Nosotros como artistas tenemos una gran responsabilidad -dice Christian- para hablar de los cambios sociales que se están dando en el país. Estamos buscando una nueva forma de convivir. Estamos aprendiendo lecciones de vida de los pueblos originarios, de nuestros ancestros, estamos tratando de inventar un nuevo país". Explica igualmente que el artista a través de sus canciones debe construir puentes para establecer el intercambio de culturas y realidades.
Con respecto al concepto confrontacional que maneja cierta prensa en Bolivia, Mario Ramírez desestima dicha probabilidad al sostener que no existe una confrontación entre el oriente y el occidente.
"Bolivia no está divida, hay un grupo de personas que por su ambición política no quieren que el país cambie. Porque ellos en el pasado han hecho usufructo del poder político. Pero hay una gran mayoría en el país que está por el cambio y eso hay en Santa Cruz, en La Paz y en todas partes. Pero hay influencias, hay medios de comunicación, hay tremendo discurso e incluso hay mucho dinero que trata de mover a la gente hacia sus propios objetivos", señala.
Sin embargo sobre este mismo espinoso asunto, se advierte el enojo que provoca en el artista cuando habla de la "Media Luna" y del Comité Cívico de Santa Cruz . "Ellos están buscando una confrontación. Actúan como que quieren dividir. Ellos tienen que ubicarse qué el país necesita cambiar para ser mejor", dijo.
"Los bolivianos lo que tenemos que hacer es evitar la confrontación entre pueblos, la confrontación entre pobres, por una manipulación" dijo al admitir que se siente triste porque "un grupo de personas" está lastimando a la familia boliviana.
"Se tiene que entender que el cambio no se evitará sacando al presidente, la clave del cambio en el país es la familia boliviana. Es el pueblo que tiene que decidir el futuro que queremos, afirmó Mario Ramírez para finalmente pedir a los dirigentes políticos, humanizar las temáticas que esgrimen hoy en el debate político.
Sì es que crees en nuestro canto/ Hazte Bolivia tú también/ Y ven a unir conmigo tu esperanza y tu fe...recitó para despedirse, una parte de la canción estandarte: "Pintame Bolivia" que Negro y Blanco canta e invita a una profunda meditación sobre el sentido que tiene la patria, la tierra y la familia.
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