Escribe Jorge Capelán.
Muchos latinoamericanos e inmigrantes en Suecia saben bien quién es Mauricio Rojas, el ex-chileno y ex-izquierdista que se pasó a la derecha y la xenofobia. Lo que no todo el mundo sabe, es que Rojas y la editorial y lobby neoliberal sueco Timbro también tienen estrechos contactos con la derecha latinoamericana.

Durante los días del 26 al 28 de marzo tiene lugar en la ciudad argentina de Rosario una reunión de la flor y nata de la reacción pro-yanqui latinoamericana. Se trata del seminario internacional "Los Desafíos de América Latina - Entre las falencias institucionales y las oportunidades de desarrollo." El seminario tiene un doble propósito simbólico: por un lado, la celebración del 20 aniversario de la Fundación Libertad de Mario Vargas Llosa, y por otro lado, la de reunirse en una ciudad gobernada por fuerzas progresistas.

Como lo han denunciado el político argentino Miguel Bonasso y el periodista Marcos Roitman, la reunión de Rosario y las actividades de la institución española FAES se inscriben en un proyecto continental de reorganización de las fuerzas neoliberales en función de los objetivos comunes del Departamento de Estado de los EE.UU y de los intereses de grandes empresas españolas como el BBVA y ENDESA.

Uno de los oradores estrellas del evento, que reúne a figuras que van desde José María Aznar y Roger Noriega hasta Jorge "Tuto" Quiroga y Carlos Alberto Montaner, será el sueco-chileno Mauricio Rojas, que presentará su libro "Reinventar el Estado del bienestar. La experiencia de Suecia," editado por la fundación del Partido Popular español FAES. Esta no será la primera vez que Rojas participa en un evento de este tipo. En realidad, Rojas es un veterano en los esfuerzos de la administración Bush y de la reacción europea por revitalizar a la reacción latinoamercana.

"A ningún orador saludó después con más entusiasmo Mario Vargas Llosa," dijo de Rojas el derechista Claudio Escribano en La Nación en julio de 2007 al escuchar la disertación del chileno acerca de tema "Europa y los nuevos desafíos que plantea la inmigración" en el marco del IV Foro Atlántico sobre democracia y libertad organizado por la fundación propiedad del escritor peruano. Pero la participación de Rojas en el plan de la FAES y el Departamento de Estado va más atrás en el tiempo y es más profunda.

De TIMBRO a CADAL
Rojas, ya en su días de director ejecutivo de editorial Timbro de los neoliberales suecos, participaba en la formación de otro tanque de ideas en Buenos Aires. Se trata de CADAL, una organización creada en febrero de 2003 con el supuesto objetivo de "estudiar la política latinoamericana y promover los principios de una democracia liberal en los países de la región." Los principales fundadores de CADAL fueron el Center for Internacional Private Enterprise CIPE, la Atlas Economic Research Foundation, el Center för a Free Cuba CFC, la fundación demócrata cristiana alemana Friedrich Neumann Stiftung, la Universidad Austral propiedad del Opus Dei, la organización anticubana checa People in Need PIN y la Timbro de Suecia, que hasta fines de 2007 seguía estando entre sus principales financiadores. Hasta el día de hoy, Mauricio Rojas es miembro del Cosejo Académico de CADAL.

Aparte de la aparente contradicción entre las ideas "liberales" que CADAL dice promover y su activa coordinación con fuerzas de lo más rancio de la iglesia católica, lo que resalta de la actividad del tanque de ideas es su fuerte componente estatal norteamericano y europeos: El CIPE es una organización del American Enterprise Institute AEI que a su vez es uno de los miembros centrales del National Endowment for Democracy NED, el órgano a través del cual el Departamento de Estado canaliza los medios para la influecia política en el extranjero, o como su ex-jefe Allen Weinstein lo explicaba al Washington Post en septiembre de 1991, "una buena parte de lo que hacemos hoy en día lo hacía clandestinamente la CIA hace 25 años." También el CFC y la checa PIN son organizaciones de la NED, mientras que la Konrad Adenauer canaliza fondos del estado alemán para la democracia cristiana de dicho país europeo.

Un asiduo y respetado colaborador en las publicaciones y eventos de CADAL es el norteamericano Mark Falcoff. Investigador del AEI, Falcoff es también uno de los estrategas de la política exterior de los EEUU hacia América Latina: exmiembro de la Comisión Kissinger que en los años 80 formuló una política bipartidista estadounidense de apoyo a la contra nicaragüense, ex-miembro del Comité de Relaciones Exteriores para garantizar una "transición ordenada" en Chile a fines de esa década, miembro del panel de consejeros de Radio Martí en los 90's y analista que predijo la partición étnica de Bolivia en 2003. Falcoff es uno de los especialistas encargados de "explicar" a los derechistas latinoamericanos que asisten a las actividades de CADAL los objetivos geopolíticos de los EEUU en el continente.

El componente anticubano de la actividad de CADAL es otro elemento que salta a la vista: más de una tercera parte de los artículos, libros, seminarios y reuniones de la organización tienen que ver con la isla caribeña y su sistema socialista. Las actividades de propaganda contra la Revolución Cubana desarrolladas por CADAL van desde la publicación de libros de conocidos agentes de la política estadounidense contra Cuba como Oswaldo Payá hasta la organización de videoconferencias con "disidentes" en la isla i acciones de presión hacia los gobiernos y parlamentos de la región en relación con Cuba.

Pero tal vez lo que más llame la atención acerca del anticubanismo de CADAL es el tipo de organizaciones e individuos que participan en sus campañas contra la isla. Desde Emilio Gonzáles, el ex-jefe de Migración de la administración Bush y protector del terrorista Luis Posada Carriles hasta Orlando Gutiérrez-Boronat, con un pasado en la dirigencia de la paramilitar Organización para la Liberación de Cuba OLC y ARENA de El Salvador, y hoy en día miembro del Directorio Democrático Cubano. O el escritor y charlista Ricardo A. Puerta, cubano residente en Honduras al que fuentes de dicho país señalan como ligado al narcotráfico con contactos con altas esferas del Poder Judicial y al que se le considera como un turbio personaje.

Como no podía ser de otra manera, el intento de unir a las fuerzas de la derecha latinoamericana difícilmente puede evitar la asociación con elementos afines a las dictaduras militares de los 70's.

Éste es el caso, en Chile de José Piñera, el ex-ministro del Trabajo de Augusto Pinochet, que en junio de 2004 presentó en Santiago el libro de Rojas "Mitos del milenio - El fin del trabajo y los nuevos profetas del Apocalipsis". O en el caso de la Argentina, del parlamentario de RECREAR Hugo Martini, fundador en los 70's de lo que sería el órgano ideológico de la dictadura militar Carta Política. Martini, que desde su lugar en el parlamento ha defendido a represores como Gonzalo Palacios y Abelardo Patti, es un asiduo participante en las campañas anticubanas de CADAL, y de un libro de Rojas acerca de la crisis argentina ha escrito que "nadie debería deshechar la posibilidad" de leerlo. Otro individuo ligado a las dictaduras militares y actual colaborador de CADAL desde donde produce furibundos ataques contra el "fascismo" de Hugo Chávez es Danilo Arbilla, ex-secretario de prensa de la dictadura uruguaya y ex-redactor de la revista Hoy - uno de los últimos reductos ideológicos de la dictadura de Gregorio Álvarez.

Probablemente todos los personajes antes mencionados estarán presentes de una manera u otra en la cita de la reacción continental en Rosario, junto a CEDICE en Venezuela, al ILD en Chile o a sus otros pares a lo largo y ancho del continente. Lo que interesa resaltar desde la perspectiva sueca es la frenética actividad latinoamericana de la patronal de este país por medio de su organización Timbro y la presencia de un personaje cuya carrera muchos en Suecia creían estaba en vías de agotarse.

Jorge Capelán, periodista de la revista antiracista sueca MANA