Hans Blix, quien fuera el inspector de armas de las Naciones Unidas, al cumplirse el pasado 20 de marzo el quinto aniversario de la invasión norteamericana a ese país, cree que "El fiasco de Estados Unidos en Irak permite descartar un posible ataque contra Irán".
Blix, quien en su momento cumplió diligentemente un papel bastante lamentable y por último fue menospreciado por la Casa Blanca y el Pentágono, hoy reconoce el verdadero objetivo que tuvo en 2003 la invasión imperialista a Irak.
Haciendo un balance, Blix expresó en una entrevista que le hizo el diario Dagens Nyheter la semana pasada que "La situación tras cinco años puede resumirse de muchas maneras" y que también hoy se puede ver claro que Sadam Hussein fue sustituído por "un gobierno democrático en los papeles". Según el ex inspector sueco el número de muertos en la invasión y en los 5 años de ocupación varían drásticamente entre 90.000 y 700.000 iraquíes, mientras que más de 4.000 soldados norteamericanos y británicos han caído.
"Irak es además un país en caos, con enormes carencias en alimentos, agua y medicinas. Un pueblo sometido al miedo". Hans Blix fue el jefe de los inspectores enviados por la ONU a Irak para confirmar la existencia o no de armas de destrucción masiva. Previo a la invasión, Blix bastante desesperado solicitó al Consejo de Seguridad más tiempo para proseguir las inspecciones.
Cuando DN le preguntó si Estados Unidos tenía derecho a invadir Irak, su respuesta fue contudente: "No tenía derecho, Irak no era un peligro para ningún otro Estado". "Lo más grave es que Estados Unidos dañó todo el sistema de Naciones Unidas al invadir Irak sin autorización del Consejo de Seguridad."
Blix, que no es ningún antinorteamericano genético ni tampoco un proterrorista, dice que de haber dejado tranquilo a Sadam Hussein, éste "se hubiera convertido en un Fidel Castro o un Kadaffi", sin explicar que quiere significar con ello, en todo caso quizá esté pensando en que Sadam en el fondo no era tan terrorífico como lo pintaba la propaganda de guerra estadounidense.
El ex inspector sueco se justifica al explicar que en el 2002 creyó, como muchos, que existían armas de destrucción masiva en Irak. "Pero hicimos 700 inspecciones en 500 lugares, a menudo en los lugares que nos señalaban los servicios secretos norteamericanos. Allí comenzamos a dudar", cuenta ahora.
"El informe norteamericano de que Irak había comprado uranio en Nigeria para construir armas nucleares, fue una mentira flagrante que a la Comisión Internacional de Energía Nuclear sólo le tomó un día demostrar que era falsa" . "Si alguien me hubiera preguntado el 19 de marzo de 2003 si yo estaba seguro que Hussein no tenía armas de destrucción masiva, hubiera respondido que no, pero tampoco podía demostrar que existían".
Blix dijo que concluyó definitivamente de que no existían armas de destrucción masiva dos meses después de la invasión, cuando Estados Unidos ofreció asilo político y dinero a científicos iraquíes sin resultado.
El ex inspector sueco también rechazó el argumento norteamericano de que a Irak iban para luchar contra Al Qaeda. "Al Qaeda no existía en Irak antes de la invasión, fueron después".
"El tercer argumento usado (por el gobierno de Bush) era que iban a promover la democracia. Es posible, puede ser una afirmación al menos inocente"."Pero sobre todo, creo cada vez más que en definitiva todo se trataba del petróleo. Estados Unidos tenía tropas en Arabia Saudita desde la primera Guerra del Golfo, pero no era bien recibido por el Estado islamista. Así que la pregunta era de hacia dónde mudarse. Irak era precisamente el Estado petrolero más secularizado de la región. Tenía enormes reservas de crudo y era vecino de Irán, al que Estados Unidos quería meterle mano. Irak era un buen lugar para establecer una presencia militar norteamericana en la región si desplazaba a Hussein", sostiene Blix.
El ex inspector de la ONU asegura que no tiene una receta para poner fin a la violencia en Irak, y que deben ser los propios iraquíes quienes lo resuelvan. Recuerda que en conversaciones con iraquíes éstos le comentan que antes de la invasión no sabían a que religión pertenecía su vecino, "la ocupación desató el sectarismo religioso".
"Creo que en la anarquía la gente busca donde protegerse, y en Irak hay dos alternativas, el clan o el grupo religioso, no pueden confiar en las autoridades para mantener el orden".
Por otra parte Hans Blix no considera posible una rápida retirada de Estados Unidos de Irak. Piensa que el nuevo gobierno norteamericano a partir de enero del próximo año, debe decir si se retirará en unos años para que el gobierno iraquí asuma sus responsababilidades. Sin embargo Blix cree que existen intereses muy fuertes en Estados Unidos para que sus tropas permanezcan donde está el petróleo, y argumentarán que deben hacerlo"para defender sus intereses".
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