Un comunicado del Ministerio de Defensa de Colombia reconoció este domingo que el cadáver presentado como jefe de las FARC, Julián Conrado, correspondía en realidad al ciudadano ecuatoriano Franklin Aisalia. El ministro de Defensa colombiano volvió a desafiar a la comunidad internacional al asegurar que su gobierno seguirá atacando "donde quiera que los enemigos del país se encuentren".
El día antes, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, advertía que de confirmarse que el cadáver sustraído de su país por militares colombianos tras el ataque ilegal a un campamento móvil de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) es el del ecuatoriano, Franklin Aisalia, iniciaría una fuerte "lucha diplomática" contra Bogotá.
Si, como lo han denunciado diversos voceros, se confirma que hubo "un ecuatoriano muerto en territorio de Ecuador por tropas extranjeras, ahí vamos a empezar una lucha diplomática tremendamente fuerte, compañeros, porque no dejaremos ese asesinato en la impunidad", declaró Correa en su semanal audición de radio.
Al otro día, primero en declaraciones a Radio Caracol, el titular colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos, admitía que el muerto trasladado junto a Raúl Reyes a Bogotá tras el ataque del primero de marzo, correspondía a un ciudadano ecuatoriano.
Los padres de Aisalia dijeron haber reconocido a su hijo, quien había desaparecido antes de 1° de marzo, a través de las fotos publicadas por la prensa tras la incursión aérea y terrestre.
Además, la organización no gubernamental (ONG) Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos (Aldhu), aseguró la noche del viernes, basados en datos atribuídos a una fuente de la Interpol, que los restos exhibidos por Bogotá eran en realidad los de Aisalia.
"En efecto, el cadáver exhibido por las autoridades colombianas como perteneciente a Julian Conrado, es en realidad el de un civil ecuatoriano que responde a la identidad de Franklin Guillermo Aisalia Molina", dijo el secretario general de la ALDHU, el chileno Juan de Dios Parra.
Además, el secretario general de esta ONG acusó al gobierno colombiano de robar el cadáver del ciudadano ecuatoriano, para falsear su identidad y presentarlo como un guerrillero, con la finalidad de justificar la violación del territorio de Ecuador, que desató una crisis regional.
"El asesinato de Aisalia Molina, el robo de su cadáver, su exhibición publica y la deliberada confusión de su identidad, son nuevos elementos que agravan los delitos atroces cometidos por las autoridades colombianas en el marco de la masacre del primero de marzo", destacó.
Al otro día, el ministro colombiano aunque admitió que el fallecido era ciudadano ecuatoriano, no confirmó su identidad y aprovechó para repetirle al presidente Correa que el bombardeo en territorio de Ecuador fue una "acción en legítima defensa".
Santos sostuvo además que debe ser el gobierno ecuatoriano quien identifique a los muertos en el campamento bombadeado por Colombia, y desconociendo la resolución del Grupo de Río y de la OEA, exclamó: "que no nos vengan ahora algunos, queriendo señalar como asesinatos o como masacres lo que son actos legítimos de guerra, actos legítimos de defensa de la democracia", y desafiando a la comunidad internacional aseguró que el gobierno seguirá realizando ese tipo de acciones "donde quiera que los enemigos del país se encuentren".
Posteriormente, el Ministerio de la Defensa emitió un comunicado asegurando que el ciudadano ecuatoriano muerto en la operación militar en territorio de Ecuador el pasado 1 de marzo "sí era un guerrillero".
El texto, publicado por la Secretaría de Prensa de la Presidencia neogranadina, asegura que Franklin Guillermo Aisalia Molina, cuyo cuerpo es reclamado por sus padres, era un miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) conocido como "Lucho".
Santos pasa por encima de Uribe
Mientras tanto, en Caracas, el ex vicepresidente venezolano y periodista José Vicente Rangel aseguró que existe un fuerte malestar entre el titular colombiano de la Defensa y el presidente Álvaro Uribe, entre otras cosas por haber actuado el ministro a espaldas del mandatario.
Rangel aseguró en su programa televisivo "José Vicente Hoy" que un motivo de fricción fue la filtración al diario bogotano El Tiempo de la fotografía en la que se "confundió" al ministro ecuatoriano Gustavo Larrea con el político argentino Patricio Echegaray para vincularlo con las FARC.
Rangel señaló que Santos estaría detrás de esa filtración en complicidad con el director de la Policía Nacional de Colombia, general Óscar Naranjo. Otro de los motivos fue una reciente "reunión clandestina" de Santos con el subsecretario de Estado de EEUU John Negroponte y funcionarios de la CIA "realizada a espaldas del presidente colombiano".
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