El presidente venezolano, Hugo Chávez, exigió al gobierno colombiano comprometerse en atajar el paramiliatrismo ante el incremento de la presencia de esos grupos en las ciudades fronterizas y hasta en el interior del país.
Chávez indicó que ese fue un reclamo perenne de su gabinete a las distintas administraciones de Bogotá, pero siempre con un bajo perfil que abandonaron para hacer ahora la denuncia pública cansados por la poca colaboración del estado vecino.
''Todo este cuento de la desmovilización que es una gran farsa, una gran farsa. Se ha incrementado más bien la presencia paramilitar en nuestras fronteras, en las ciudades fronterizas y hasta dentro del territorio'', advirtió Chávez durante el Consejo Nacional de Seguridad y Consejos Regionales de Seguridad Ciudadana, realizado desde el Palacio de Miraflores (sede del Gobierno).
"Por eso nuestra posición. Decidimos hacer público este tema porque es un problema internacional y el Gobierno de Venezuela no puede lavarse las manos como Poncio Pilato. Sin embargo, ellos (los colombianos) tienen que asumir su responsabilidad (&) cuánto daño le hacen con esto, no sólo a Venezuela", afirmó.
Según Chávez, el Ejército colombiano sigue apoyando a esos grupos de extrema derecha y la intervención estadounidense en suelo colombiano tiene como objetivo adiestrar militarmente a estos grupos de extrema derecha.
"El Ejército colombiano los apoya, los sigue apoyando y Estados Unidos también", fustigó el presidente venezolano quien consideró "una farsa" la supuesta desmovilización de los paramilitares en Colombia.
El presidente venezolano cuestionó la llamada desmovilización. "Luego vino el cuento de la desmovilización, que es una gran farsa, porque se ha incrementado la presencia paramilitar en nuestras fronteras y hasta hacia adentro del territorio nacional", precisó.
Según el gobierno de Álvaro Uribe, cerca de 32 mil paramilitares fueron desmovilizados en el marco de la Ley de Justicia y Paz, sin embargo, defensores de derechos humanos en Colombia aseguran que, tras su presunta desmovilización, también ha surgido un nuevo grupo de "paras" llamados Águilas Negras.
Además, en agosto de 2007, la Comisión Nacional de Reparación colombiana (CNR), denunció en un informe el surgimiento de 22 nuevas bandas armadas en Colombia, donde estarían agrupados entre 3 mil 500 y 5 mil hombres de las "desmovilizadas" AUC y que habrían heredado el dominio.
Señaló que el paramilitarismo afecta a todas las naciones limítrofes con Colombia, pero sobre todo a Venezuela, por las características de la frontera común y porque desde ese país lo inducen como parte de una estrategia de Estados Unidos.
Recordó al respecto cómo detuvieron a un grupo de militares que con apoyo de autoridades de Bogotá entrenaban en las cercanías de Caracas para asaltar el palacio presidencial de Miraflores, asesinarlo a él y provocar una masacre.
"Guerra de cuarta generación"
Autoridades venezolanas alertan sobre la aplicación en el país del esquema de "guerra de cuarta generación" en el período previo a elecciones regionales, que el presidente Hugo Chávez considera claves para el futuro nacional.
El concepto es parte de la doctrina militar estadounidense que estimula enfrentamientos entre un Estado considerado hostil a Washington y grupos opositores políticos, económicos, étnicos o religiosos.
Las acciones abarcan propaganda, terrorismo y guerra sucia, para provocar una situación de inseguridad que facilite la intervención extranjera, con pretextos como narcotráfico, terrorismo, defensa de ciudadanos norteamericanos o armas de destrucción masiva.
En opinión de Chávez, en el país constituyen punta de lanza de esa estrategia la desinformación mediática y la siembra de paramilitares para generar violencia. La proyección, indicó, incluye desde la supuesta ineficiencia en la gestión hospitalaria o la lucha contra el desabastecimiento alimentario, hasta manipulaciones como la una inexistente prohibición a actuar en el país al cantante español Alejandro Sanz.
En opinión del ministro de Comunicación e Información, Andrés Izarra, la avalancha mediática contra de Venezuela a nivel internacional no tiene precedente. "Estamos librando una guerra de cuarta generación y tenemos que ir contra la mentira", advirtió.
|