escribe Ernesto Tamara

A escasas dos semanas de la Cumbre de Annapolis, en Estados Unidos, donde los líderes de la Autoridad Nacional Palestina y el gobierno de Israel, acordaron avanzar en la búsqueda de la paz, más 30 palestinos han sido asesinados por las fuerzas de seguridad israelitas, al tiempo que el gabinete del primer ministro Ehud Olmert, aprobó la licitación para construir más de 300 viviendas en los territorios ocupados de Jerusalem, y anuncia una inminente acción militar en Gaza.

Esta semana se debía comenzar la primera ronda de conversaciones entre la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y el gobierno israelí. Al cierre de esta edición no se había confirmado la reunión, pero de haberse concretado es seguro que no se registraron avances. La Cumbre de Annapolis sólo expresó la voluntad de negociar, pero las partes no llegaron a acordar ninguna agenda. No es la primera vez que Israel acepta iniciar conversaciones que después boicotea en las conversaciones y por la vía de los hechos, manteniendo una política belicista de castigo a toda la población palestina.

En la Cumbre Annapolis faltó -no fue invitado- uno de los elementos claves para la resolución del conflicto o al menos para avanzar en una negociación: el movimiento Hamas. Hamás ganó las elecciones legislativas de enero del 2006 y controla aún toda la franja de Gaza. El golpe de Estado del presidente palestino, Mahmoud Abbas, al disolver el parlamento, desconocer el legislativo y designar un gobierno "de transición", no ha eliminado la influencia de Hamas entre los ciudadanos. Además ha dejado a toda la población de Gaza, 1,5 millones, como blanco de los ataques y sanciones de Israel y la comunidad internacional. Los organismos de derechos humanos denuncian que la situación en Gaza es insostenible, hay escasez de agua, combustible, medicamentos, y artículos de primera necesidad.

Israel bombardeó en el 2006 la única central eléctrica de Gaza y ahora ha cortado el suministro de combutible. Hasta la semana pasada apenas entregaba el 25% de las necesidades. Decenas de personas han muerto por falta de medicina o impedidos de trasladarse a otros sitios para recibir atención médica.

Mientras la miseria en que viven 1,5 millones de palestinos en el ghetto de Gaza se profundiza, la comunidad internacional mira para otro lado y canta loas a unas conversaciones auspiciadas por Estados Unidos que no tiene ningún plan concreto.

Más asentamientos

La semana pasada el gobierno israelí anunció la licitación para la construcción de 307 viviendas en el este de Jerusalem, territorio ocupado por Israel desde la guerra de los seis días en 1967.

Cualquier negociación efectiva para la paz en Medio Oriente debe incluir la ciudad de Jerusalem, reclamada como capital por palestinos y judíos. La decisión del gobierno israelí está anunciando que considera saldado ese tema.

Al confirmar la licitación, Mark Regev, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores israelí, rechazó la protestas palestinas al asegurar que "Jerusalén no es Cisjordania, sino la capital israelí".

Saeb Erekat, principal negociador palestino, condenó la decisión y la valoró como intento de destruir los compromisos contraídos en la conferencia de paz de Annapolis, celebrada en esa ciudad norteamericana el pasado 27 de noviembre.

Subrayó que es inaceptable que Israel construya esas obras en esos bloques de asentamientos, cuando tiene cerradas las oficinas de la ANP en Jerusalén y mantiene decenas de puntos de control en toda Cisjordania.

La verdadera voluntad de mediar del gobierno estadounidense debe verse a partir de que obligue a Tel Aviv a terminar con los asentamientos y las agresiones sistemáticas, a fin de darle al proceso de paz la oportunidad que merece, subrayó.

Mientras, un informe de la organización humanitaria "Paz Ahora" reveló que sólo el tres por ciento de las órdenes emitidas por el gobierno israelí para demoler construcciones en los asentamientos de los territorios palestinos ocupados fueron ejecutadas.

Se indica que de las tres mil 449 disposiciones del gobierno, la Administración Civil del Ejército ejecutó sólo 107 entre los años 1997 y 2007.

Paz Ahora precisó que entre los casos de construcción ilegal, unas 1.887, cerca de la mitad ocurren en los mismos asentamientos, mientras otros mil 554 están levantados en los enclaves calificados por las autoridades israelíes como ilegales.

Añadió que entre los violadores aparecen compañías industriales, funcionarios públicos, empresas de telefonía móvil y el ejército.

Cerco al ghetto de Gaza

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están listas para lanzar una operación contra la Franja de Gaza, aseguró el jefe del estado mayor del ejército, general Gaby Ashkenazi.

El alto mando afirmó que sus tropas están preparadas para actuar si fuera necesario, pero la decisión depende de las autoridades políticas, declaró a la radio militar.

Las FDI justifican sus acciones contra la autonomía palestina con el argumento de impedir los disparos de cohetes de la resistencia desde Gaza.

El militar comentó que mientras esperan una orden proseguirán sus sistemáticos ataques aéreos y terrestres contra el territorio de la Franja de Gaza, y las operaciones de búsqueda y captura de supuestos terroristas en Cisjordania.

"Debemos encontrar la forma de intervenir día y noche para garantizar la seguridad" de los ciudadanos israelíes, señaló. En los últimos 10 días al menos tres decenas de palestinos murieron por disparos de las fuerzas del Tsahal.