escribe Ricardo Daher

La oposición al proceso revolucionario logró una victoria en las urnas al impedir la reforma constitucional propuesta por el gobierno y por primera vez reconoció que el sistema electoral funcionó y no denunció fraude como en ocasiones anteriores y como ya había anunciado previo a la jornada del domingo.

La reforma constitucional fue plebiscitada en dos bloques, y en ambos se opuso el No por el 50,70% y el 51,05% de los votos emitidos. La abstención fue de alrededor del 50% al votar menos de 9 millones de los 16 millones de ciudadanos habilitados para votar.

En números totales, la oposición al gobierno reunió poco más de 4,5 millones de votos, cifra similar a la alcanzada en las elecciones presidenciales de diciembre pasado, mientras que el SI apenas llegó a 4,3 millones de votos, muy por debajo de los 7 millones que logró Chávez al ser reelecto hace un año.

En la semana previa al plebiscito, el presidente Chávez había reclamado mayor movilización del nuevo Partido Socialista Unificado de Venezuela para asegurar una victoria contundente. Sin embargo, la abstención volvió a ganar en una elección venezolana, y aunque no compromete el proceso de cambio, limita su profundidad y velocidad de transformación.

En su primera intervención pública tras perder su primera consulta electoral en 10 ocasiones, el presidente Chávez felicitó a quienes votaron, e insistió en que el proceso de cambios sigue vigente.

"Que haya votado 49% por el socialismo es un gran salto político. Seguimos en la batalla construyendo el marco político en la medida en que lo permita esta Constitución de 1999", dijo pasada la medianoche del domingo.

"Al pueblo que cree en mí, coraje, esta República Bolivariana seguirá fortaleciéndose, ésto no es una derrota, para mí es otro por ahora", dijo Chávez. Al mismo tiempo sostuvo que no retira sus propuestas y que éstas siguen vivas.

"No se pudo por ahora, pero mantengo la propuesta, la más avanzada del planeta y que busca alcanzar la máxima inclusión social, principio fundamental de nuestro sistema",

"Yo, como Presidente de la Nación, he oído la voz del pueblo y siempre la voy a estar oyendo. Me la llevo en el corazón para nuestro análisis y para continuar construyendo la Venezuela bolivariana y de nuestros hijos".

Aunque la oposición centró la campaña por el NO en la reelección presidencial indefinida, la reforma constitucional prevía modificaciones a la división política del país, nuevas formas de propiedad social, reducción de la jornada laboral a 36 horas semanales, formas de gobierno popular y comunal, seguridad social para los trabajadores independientes, y la incorporación al aparato del Estado de las misiones que hoy se desarrollan a su margen, como las misiones educativas Robinson, Sucre, las de salud Barrio Adentro, etc.

Chávez aclaró que la derrota electoral "no significa que el camino se ha cerrado" y que buscará seguir avanzando en el proceso. Recordó que la reforma tenía la intención de "ampliar el marco de avance dentro de este proyecto, ensanchar el camino. Lleva también la intención de alargar la perspectiva del horizonte del proceso de construcción de la democracia socialista. Además buscaba mayor profundidad".

Al reconocer el triunfo del NO, Chávez le recordó a la oposición que el camino para oponerse al proceso revolucionario es participando de las instancias legales.

"A quienes votaron por mi propuesta y a quienes votaron contra mi propuesta, les agradezco y les felicito. Han comprobado que éste es el camino, y ojalá se olviden de la desestabilización", dijo en alusión a los planes sabotaje denunciados por su gobierno.

"Espero que aquellos dirigentes de la oposición que han podido estar nerviosos porque yo no iba a reconocer esta realidad, espero que bajen las presiones, se sientan contentos, celebren, vayas a sus casas respetando al pueblo, las instituciones".

"Ojalá logremos aprender a respetar nuestras diferencias y a caminar juntos debatiendo y alejándonos de los caminos de la violencia, de las conspiraciones y de los planes subordinados al imperio norteamericano", resal tó.

Las reacciones

Hasta ahora de filas del gobierno no se han presentado análisis ni reacciones al fracaso electoral. Sin embargo, en los sitios de prensa alternativas, militantes de base están haciendo sentir su descontento con una dirigencia -exceptuando a Chávez- que sostienen, no ha sabido difundir la propuesta de reforma, explicarla, y en algunos casos mostrando una clara intención de no respaldo.

Una de las primeras cuentas y que alertan sobre los peligros del proceso, es que en la construcción del Partido Socialista Unificado de Venezuela, se han inscriptos 5,5 millones de aspirantes, mientras que por el SI apenas votaron 4,3 millones. Es decir que no todos los aspirantes del partido de la revolución bolivariana han concurrido a votar por la iniciativa del presidente Chávez.

En distintos medios se ha denunciado también que gobernadores, alcaldes, que fueron electos por el partido de gobierno, restaron apoyo a la difusión de la propuesta, celosos de que la aprobación en la Constitución de las nuevas formas de poder popular les restaría espacio.

Desde muchos lugares se reclama una autocrítica y una purga interna para librarse de los elementos oportunistas que siguen frenando los cambios impulsados por Chávez.

Plan "tenazas"

En los días previos al plebiscito salió a luz un documento de la embajada norteamericana en Caracas donde se revelaba un "Plan Tenazas" para desestabilizar al país e impedir el triunfo del SI o desconocerlo.

El documento, firmado por Michael Middleton Steere, contenía un resumen de las reuniones con la oposición antichavista, con dirigentes estudiantiles para mantener una presencia beligerante en las calles, y al tiempo que reclamaba más dinero para financiar la oposición, confirmaba que llevaban gastados 8 millones de dólares en propaganda.

"La campaña publicitaria promovida por el Plan y las deserciones de las filas gubernamentales (PodemosBaduel, por ejemplo ) han logrado quitarle a Chávez 6 puntos en su posición de arranque inicial" sostenía el informe de la embajada norteamericana, aunque igual partía del supuesto de que Chávez iba a ganar el plebiscito. En la campaña organizada por la embajada norteamericana, se anunciaba planes para cuestionar la fidelidad de los datos electorales, arrojando dudas sobre las máquinas receptoras de votos, y la tinta de control de votantes.

La victoria del NO, reconocida por el gobierno, frenó los planes para ocupar las calles y provocar desórdenes que obligaran a suspender el plebiscito. Sin embargo, la operación "Tenaza" es sólo una parte de los planes de desestabilización y subversión en Venezuela.

Es probable que ahora, fortalecidos con el triunfo del NO, acentúen las acciones para liquidar el proceso revolucionario.