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Dos activistas colombianas en gira por Suecia |
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escribe Ricardo Daher La comunidad internacional debe acentuar los controles sobre la ayuda internacional a Colombia, ya que la misma se está destinando a financiar la reinserción de los paramilitares y no a las víctimas, denunciaron Rosalba y Diana Gómez, dos militantes colombianas de gira por Europa. Al mismo tiempo advirtieron sobre el peligro de que la ayuda internacional se convierta en una nueva forma de dependencia. Rosalba Gómez, integrante de la Federación Colombiana de Educadores y miembro de la Dirección Nacional de Polo Democrático Alternativo, recordó que Colombia gasta el 5% de su Producto Bruto Interno en la guerra, es decir, la misma cifra que la UNESCO recomienda a los países a que inviertan en la educación de sus ciudadanos. Por su parte, Diana Gómez, integrante de Hijos e Hijas Por la Democracia y Contra la Impunidad, y de la Confluencia de Mujeres por la Democracia y la Paz, denunció la farsa del proceso de desmilitarización de los grupos paramilitares y la impunidad para sus crímenes que reina en el país. Rosalba y Diana Gómez, aunque no son parientes sanguíneos, comparten la ilusión y la militancia por construir una democracia en su país. Estuvieron de gira en Europa invitadas por organizaciones de solidaridad y para presentar sus puntos de vista sobre la situación en Colombia a las instituciones y organismos estatales, y brindaron una charla a la comunidad colombiana y latinoamericana residente en Malmö. Diana Gómez, víctima de la violencia paramilitar, su padre asesor de la senadora Piedad Córdoba fue asesinado el pasado año, cuestionó la ley llamada de Justicia y Paz, por la cual el gobierno colombiano está permitiendo la legalización de los grupos paramilitares. Más información sobre ese crimen se puede encontrar en el blog de Diana Gómez, http://antigonagomez.blogspot.com/. Recordó que de los 32.000 desmovilizados, según cifras del gobierno, sólo 57 han sido detenidos, y el gobierno les concede, como máximo, 8 años de cárcel a cambio de la confesión voluntaria de todos sus crímenes. Los paramilitares exponen ante la justicia lo que consideran conveniente rebelar. La ley también preveía reparar a las víctimas de la violencia paramilitar, en principio con un fondo creado a partir de lo requisado a los jefes paramilitares. Pero como éstos declaran los bienes que les convienen, el fondo es practicamente inexistente. En cambio, los recursos del exterior para "apoyar" el proceso de paz con los paramilitares, se emplea en mantenerlos y ayudarlos a integrarse, dejando de lado a sus víctimas. Diana Gómez denuncia que sólo 7 jefes paramilitares han entregado bienes, y la lista es ridícula. El abandono de las víctimas es tal que la Fiscalía apenas ha logrado identificar al 7% de los casi mil cadáveres desenterrados tras la confección de los jefes paramilitares, y aún, según la propia Fiscalía general, hay otras 4.000 tumbas por excavar. Esta tarea se está haciendo sin recursos y con escaso personal calificado. Los testimonios de los asesinos, sobre descuartizamientos, y enterramientos sucesivos de los restos, hará todavía más dificil encontrar a las víctimas. Según la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Colombia (Asfadess) entre 1977 y 2004, se registraron 7.136 desapariciones forzadas. El número total de víctimas del conflicto armado, es estimado por diferentes organizaciones, en alrededor de 70.000 muertos. Mientras, nuevos grupos paramilitares comienzan a surgir, integrados algunos con los supuestos demovilizados, con los mismos jefes, y financiados por los mismos. Una oligarquía terrateniente asociada al capital externo. "Desde nuestro punto de vista -subraya la integrante de Hijos e Hijas- desarme de los grupos paramilitares, sólo un cierto proceso de desmovilización de algunos, pero ya hay nuevas expresiones del paramilitarismo. Son la prolongación de las mismas organizaciones". Y subraya que desde Hijos e Hijas reivindican el derecho a la verdad, a la justicia y la reparación de las víctimas. Sin esos ingredientes no puede haber un proceso de paz real. En ese sentido reclamó una vigilancia sobre los recursos que se envian al país para que lleguen a quienes están destinados, y advirtió sobre el peligro que el envio de determinadas ayudas, termine siendo una nueva forma de dependencia al establecerse condiciones. Intervención de EE.UU. Por otra parte, el Plan Colombia y su prolongación con el Plan Patriota, sólo contribuye a la militarización del país, provoca el aumento del número de desplazados, y condena a los campesinos al hambre con las fumigaciones que destruyen todos los cultivos. En este aspecto, Rosalba Gómez, fue muy crítica sobre las fumigaciones que destruyen indiscriminadamente los cultivos de los campesinos. Diana Gómez explica el conflicto armado en su país no es un problema exclusivamente interno y que tiene implicaciones en toda la región, por lo que llama a la comunidad internacional a informarse y denunciar la situación. En un continente en proceso de cambio, el gobierno de Alvaro Uribe es el mejor aliado de Estados Unidos en la región, y en una posición geopolítca importante. Colombia es el acceso a Sudamérica desde el norte y vecino de Venezuela, la potencia petrolera de la región enfrentada a la política imperialista de Estados Unidos. Asi, pese a las investigaciones judiciales que revelan los vínculos de por lo menos 40 congresistas con los paramilitares, y por ende con el narcotráfico, todos cercanos al presidente Alvaro Uribe, el gobierno de Estados Unidos prosigue con la ayuda militar a Colombia y respaldando a su presidente. Ambas militantes colombianas sostienen que el poder del narcotráfico ha filtrado toda la sociedad, y que no hay ninguna duda que los paramilitares se financian del narcotráfico. Las vinculaciones de los políticos con estos grupos armados y del nacotráfico, llegan a las más altas esferas, y hasta un primo del presidente Uribe tiene que ir a declarar ante la justicia. Rosalba Gómez señala que aunque en el Congreso de Estados Unidos existan dudas sobre la colaboración con Colombia, el presidente Bush seguirá respaldando y enviando dinero y armas al presidente Uribe. Crecimiento del Polo Democrático Alternativo En las últimas elecciones regionales, el Polo Democrático volvió a ganar la alcaldía de Bogotá pese a la campaña del presidente Uribe -violando la Constitución- contra su candidato. También a nivel nacional la coalición de izquierda registró avances. Sin embargo, Rosalba Gómez destacó que los paramilitares y el uribismo, han ganado en casi todo el país. La campaña electoral estuvo plagada de violencia, 29 candidatos de todos los partidos fueron asesinados. En sus zonas de influencia los paramilitares han impuesto a sus candidatos, y ahora controlan las instituciones de poder local. Esa influencia se mantiene pese a la desmovilización, y eso demuestra que les ha servido para legalizar y legitimar su poder usando distintos métodos de presión. El crecimiento de la oposición de izquierda enfrenta múltiples desafíos en esas zonas, igual que las organizaciones sociales y sindicales. "Esto nos exige ser muy inteligentes" explica Rosalba Gómez, dirigente nacional del Polo Democrático. El Polo Democrático Alternativo nació hace 5 años de la conjunción de dos organizaciones que tenían en común la resistencia a la política del presidente Alvaro Uribe. Por un lado estaba el Polo Democrático Independiente que estaba compuesto por grupos de izquierda, movimientos sociales, y hasta sectores que provenían de los partidos tradicionales que no compartían la política del presidente Uribe. También estaba Alternativa Democrática, otra agrupación de sectores de resistencia al presidente Uribe, constituído por el Partido Comunista entre otras organizaciones. Tras las elecciones parlamentarias de 2002, estas organizaciones realizaron acuerdos para la elección de un único aspirante presidencial en las elecciones del mismo año, en las que Luis Eduardo Garzón, por el Polo Democrático, ocupó el tercer lugar con 680.245 votos. En las elecciones regionales de 2003, el Polo consiguió una importante victoria electoral, al obtener la alcaldía de Bogotá por medio de Luis Eduardo Garzón para el período 2004-2007. En las últimas elecciones regionales de octubre de este año, el Polo volvió a triunfar en Bogotá, reteniendo la alcaldía con la candidatura de Samuel Moreno. Rosalba Gómez reconoce que dentro del Polo confluyen varias expresiones de la izquierda y de la oposición a Uribe, por lo que es todavía un intento válido para conformar una organización política con posibilidades de conquistar la presidencia en el 2010, por eso, insiste, "debemos ser inteligentes". Destacó que el Polo ha creado comisiones de trabajo para atender diversos temas, desde la búsqueda de una solución al conflicto armado, hasta políticas de género, trabajo, desplazados, etc. Insistió en que camino a las elecciones presidenciales del 2010, el Polo está aprendiendo a gobernar, en primer lugar en la alcaldía de Bogotá, y a través de los 100 consejales electos en el país, y la gobernación de Nariño conquistada por Antonio Navarro Wolf. Destacó que la administración de Lucho Garzón en Bogotá, que concluye a fin de año, ha sido ejemplar. El gobierno del Polo desarrolló políticas sociales, comedores populares, inició una política de género, trabajó para la inserción de los desplazados, entre otros aspectos. Rolsalba reconoce que además de las dificultades internas, el Polo enfrenta fuertes presiones externas, desde amenazas de muertes, secuestros y desapariciones, una campaña de mentiras y tergiversaciones desde el gobierno. En ese sentido denunció que el presidente Uribe siempre está utilizando los medios de comunicación para desacreditar al Polo, incluso violando la Constitución como ocurrió en las elecciones regionales del octubre. Uribe rompió la veda y utilizó los medios para convocar a no votar por Moreno. |
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