escribe Ricardo Daher

Ofelia Medina, de gira en Europa -y por estos días en Dinamarca- presentando su obra "A cada quien su Frida", llegó este domingo a Malmö para participar en el festejo de los 26 años de Liberación.

Con la sala colmada de Loftet en Lilla torg en diálogo con el público, contestó preguntas sobre la realidad de su país, su compromiso con la lucha de los zapatistas, los indígenas, mujeres y niños de su país, y recitó y cantó -acompañada por el guitarrista argentino Roberto Amerise- poemas de sus compatriotas Sor Juana Inés de la Cruz, Rosario Castellanos y Frida Kahlo.

"La situación del cine en México es igual a la situación del país, una chingada", expresó la actriz Ofelia Medina al denunciar la situación de abandono de la cultura en su país. "El primer gasto del Estado es pagar una deuda a los bancos, todos extranjeros" señaló.

Al repasar sus inicios en la danza y el teatro, recordó que México ofreció educación cultural gratuita, "pero ello ya se perdió". Señaló que el Estado tiene como primer gasto, y el más grande, el pago a los bancos de una extraña deuda contraída cuando se nacionalizó la banca. "No hay un sólo banco mexicano, todos son extranjeros, el segundo gasto es el Ejército, en último lugar vienen la educación y la salud", dijo.

Medina rechazó encasillar su trabajo artístico y la especificación de las artes. Subrayó que el ser humano cuando se reúne a celebrar, desde el fondo de la historia, canta, baila, recita, pinta, todo al mismo tiempo. Así sus espectáculos son una mezcla de todas esas expresiones, incluyendo la participación de actores no profesionales o gente del público.

Medina, temprana difusora de la figura de Frida Kahlo, a la que interpretó en la primera película sobre la artista mexicana, "Frida Kahlo, naturaleza viva" (1983), dirigida por Paul Leduc, reflexionó sobre la industria cinematográfica de su país.

Destacó que si bien hay nombres mexicanos importantes en el cine, no filman en México ni son producidos en el país. "La situación del cine mexicano es como la del país, una chingada, una cosa no puede ir separada de la otra", subrayó. "A veces me parece una vanidad hacer cine en México cuando debemos hacer la revolución" aclaró.

Sobre Frida Kahlo, recordó que hace 20 años era todavía una figura ignorada, "la esposa de Diego Rivera" y que cuando planteaba hacer un film sobre su vida le decían "para que hace una película con esa lesbiana, mariguanera". Tal era el abandono y el olvido que la casa de Frida, ahora museo en Coyoacán, estaba prácticamente abandonada, la gente podía ingresar libremente, no se cobraba entrada y nadie cuidaba nada, pese a que estaban los originales de sus pinturas en las paredes, sus muebles, su biblioteca y la de Rivera.
Ofelia Medina recordó que de adolescente se juntaba con amigos a fumar en la casa de Frida abierta a quien la quisiera visitar.

Rememoró que cuando con Leduc plantearon hacer la película en esa casa, nadie se opuso y hasta usaron la cama de Frida en la película.

Sin insistir demasiado descalificó la película sobre la pintora realizada por su compatriota Salma Hayek al estilo Hollywood. "Rivera y Frida no eran dos borrachos que pasaban todo el tiempo pensando con quienes iban a acostarse" apuntó.

Ofelia Medina siempre comprometida

Ofelia Medina nació en Yucatán, para luego primero estudios de danza y de teatro después en la capital azteca, prosiguiendo estudios dramáticos en el famoso Actors Studio de Nueva York y en el Odin teatern de Copenhague. Directora y guionista, actriz de un buen número de películas y series televisivas, es una de las grandes figuras de las artes mexicanas.

Medina ha estado siempre comprometida con la lucha de la mujer, la defensa de la niñez, de los indígenas y en los últimos años con la lucha zapatista.

Así destacó el camino emprendido por los indígenas de Chiapas y el zapatismo en la revolución. Valoró como un camino propio la experiencia de autogobierno de las Juntas de Buen Gobierno que impulsa el FZLN en esa región de México. "Allí las mujeres han dado un triple salto de liberación, por mujeres, indígenas y pobres" y recordó que cuando se iniciaron estas juntas de autogobierno en las comunidades, todos eran hombres, y ahora la integración está más equilibrada.

Personalmente consideró que la ausencia de noticias sobre el proceso zapatista se debe a los errores del subcomandante Marcos, y a la participación y conducción de otros hombres y mujeres en el proceso. Ya no hay un salvador blanco, son los propios indígenas que impulsan los cambios, y eso puede que no sea atractivo, exclamó. También aceptó que la disputa mediática entre Manuel López Obrador y Marcos pudo haber afectado el interés en publicitar los sucesos en Chiapas.

La actriz y militante mexicana fue enfática en destacar la necesidad de femenizar la lucha, que la mujer se integre en un plan de igualdad en la transformación de la sociedad, no como una concesión del hombre, sino como un derecho natural.

Ofelia mencionó también que durante esos años se fue a vivir en Chiapas, a integrarse y participar en aquella lucha, pero así perdió la posibilidad de ser oída. "Ya no me daban trabajo, no sabía usar un rifle ni me interesaba, y cuando ya no era famosa no me escuchaban", resumió. Entonces optó por volver a trabajar y así poder ser escuchada, aunque sigue viviendo largas temporadas en Chiapas.

Ofelia Medina reclamó reivindicar nuestra identidad americana, recuperar el nombre del continente, así nos llamemos americanos, o como lo designaban las antiguas culturas centroamericanas, Abya Yala

Reconoció que todavía nos identificamos como latinoamericanos, pese a que es una definición que parte de los conquistadores. "Somos americanos, aunque el nombre provenga de Américo Vespucio, y es un nombre robado por los Estados Unidos. Ese es un país que no tiene nombre: porque lo denominaron Estados Unidos de América. Que se consigan un nombre, no sé, "Lincolnlandia", "Washingtonlandia" pero creo que poco a poco también en el lenguaje tenemos que irnos liberando".

Mensaje a Liberación de una asistente al Encuentro con Ofelia Medina
Queridos amigos míos de Liberación:
Quería simplemente agradecerles con todo mi corazón por la maravillosa velada de ayer. El encuentro con una mujer como Ofelia Medina fue tremendamente rico. Hacía muchísimo tiempo que no tenía la oportunidad de estar y escuchar a un ser humano como ese. Grande en todo sentido, a pesar de su pequeña figura. Generosa en los hechos y en las palabras, con esa humildad que sólo los verdaderamente grandes tienen. A veces uno se siente acá como achatado, supongo que en mi caso por culpa de mis carencias en el idioma sueco.
Pero cuando uno tiene la oportunidad como ayer de estar frente a un ser como Ofelia, la cabeza vuela, el corazón se calienta, los sueños se renuevan y uno vuelve sentirse inteligente. En realidad, Liberación nos hizo un regalo a nosotros en su 26 aniversario, cuando debería haber sido al revés!!!
¡Gracias, otra vez!
Mercedes
Lunes, 5 de noviembre de 2007