escribe Leonel Urbano

BUENOS AIRES. Miguel Enríquez, caído en combate contra la dictadura pinochetista el 5 de octubre de 1974, fue el revolucionario más importante que dio la historia chilena, sintetizó Gino Straforini, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria de Chile, en un acto-homenaje realizado el viernes 19 en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de la capital argentina.

El homenaje fue promovido por el agrupamiento local Marabunta-Izquierda Revolucionaria que publicó para la ocasión, la biografía de Miguel Enríquez: Editamos este folleto de Pedro Naranjo Sandoval como forma de acercarnos a este dirigente revolucionario que -al igual que Santucho en nuestro país- supo condensar las aspiraciones libertarias de su pueblo, formulando una verdadera salida proletaria y revolucionaria que abriera un nuevo cauce histórico en el continente dijo Miguel Sánchez de Marabunta.

Straforini, quien fue miembro de la Comisión Política y de Relaciones Internacionales del MIR chileno, hizo un extenso y analizado relato de la trayectoria política de Enríquez, desde la gestación de la organización en Concepción entre 1965 y 1967. En la realidad chilena de los años 60, con un ascenso de las luchas de masas a nivel nacional, al calor de la Revolución Cubana y la Revolución Vientamita, Miguel y el MIR planteaban una alternativa distinta del resto de la izquierda chilena.

Straforini expuso que las Fuerzas Armadas chilenas nunca jugaron un papel democrático y eso fue parte del debate con Salvador Allende antes y durante su gobierno. El mirista recordó cómo se planteó una crisis política en la burguesía chilena tras los fracasos del derechista Alessandri y después del democristiano Eduardo Frei y su publicitada revolución en libertad, circunstancia que posibilitó el triunfo electoral de la Unidad Popular en septiembre de 1970. Straforini relató como el pacto de garantías impuesto por la derecha ató a la UP al esquema burgués al comprometerse a no realizar reformas en las fuerzas Armadas y polciales y no tocar los medios de comunicación.

Hizo un extenso análisis de las reformas económico-sociales producidas por el gobierno de Allende (nacionalizaciones del cobre, carbón, salitre, telefonía, Área de Propiedad Social del 50% de la economía, redistribución del ingreso con 59% para el sector obrero, profundización limitada de reforma agraria, etc.).

Straforini relató que Miguel Enríquez no aceptó una oferta ministerial de Allende y opinó que la Unidad Popular confundió un proceso de democratización radical y muy popular con una transición al socialismo. El expositor señaló que miedo a esos avances, motivaron que con una alianza de la Democracia Cristiana, el Partido Nacional y las Fuerzas Armadas motorizada por el gobierno de EE.UU, la burguesía alcanzó su más alto grado de unidad político-militar y así dar el sangriento golpe del 11 de septiembre 1973.

Tras historiar cómo encabezó la resistencia (el MIR no se exilia fue uno de sus lemas) y la caída en combate de Miguel Enríquez, Straforini pintó un panorama de la lamentable realidad económico-social y laboral del Chile actual, donde perdura el modelo capitalista neoliberal impuesto bajo el pinochetismo: ocho millones de pobres-750 mil ricos, 45 % de la población fuera del sistema de salud cuyo manejo privado concentran cuatro empresas, el 87% del suministro del agua dominado por tres empresas y dos compañías eléctricas apoderadas del 80% del mercado; apenas 16 grupos económicos concentran el 80% del PBI, cinco empresas manejan el 90% de las jubilaciones y pensiones y los gobiernos de la Concertación democristiana-socialista entregaron el 70% del cobre al sector empresarial.

¡Cuánta razón tuvo Miguel! concluyó Straforini la evocación del revolucionario sobre la dramática actualidad chilena, cerrando su ponencia con una reflexión del mexicano zapatista Subcomandante Marcos sobre Miguel Enríquez.