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La violencia vota en Guatemala |
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escribe Ricardo Daher En la campaña electoral más violenta del país, tras el retorno a la institucionalidad democrática, el tema de la seguridad está volcando un electorado indeciso hacia la candidatura presidencial de un militar al que consideran más capacitado para "poner mano dura" a la delincuencia. El ex general Otto Pérez Molina, candidato a la presidencia guatemalteca por el Partido Patriota (PP) encabeza los sondeos de votos para la segunda vuelta presidencial del próximo 4 de noviembre, con el 54,4% de los votos, superando a su contrincante, Alvaro Colom, candidato de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), triunfador de la primera ronda electoral el pasado 9 de setiembre. Más de 50 muertos de militantes, activistas o candidatos han empañado la campaña electoral donde el tema de la seguridad ha ocupado el primer lugar. La UNE, que postula al ingeniero Alvaro Colom a la presidencia, ha sido el más afectado en esta ola de ataques con cerca de una veintena de dirigentes, candidatos o familiares asesinados.. El pasado 2 de octubre, un militante fue asesinado y otros dos heridos en el puerto de Santo Tomás de Castilla, del departamento de Izabal. El mismo día, el alcalde electo de Pueblo Nuevo Viñas, por la UNE, José de Jesús Morales era víctima de otro atentado, tras ser baleado en el torax. Su estado es grave pero estable. Las encuestas Según las últimas encuestas, el general Otto Pérez encabeza las pretenciones de voto para la segunda vuelta con el respaldo del 54,4% de los votos, mientras que Colom obtiene en 45,6%. Pérez Molina es visto por los encuestados con mayor capacidad para controlar la delincuencia y la violencia, mientras que Colom podría mejorar la economía, crear empleos y ayudar a la población rural. En la primera vuelta de los comicios, el 9 de septiembre, el presidenciable de la UNE, quedó en primer lugar con 28,39 por ciento, casi cinco puntos por encima del candidato del PP, quien logró 23,66. Sin embargo, los encuestadores sostienen que habrá un alto número de absteciones. Si en los comicios del 9 de septiembre el abstencionismo fue de alrededor de 40 por ciento, los expertos estiman que en los del 4 de noviembre será mucho mayor porque usualmente la gente pierde el interés, sobre todo en las áreas rurales. Poder narco A distintos niveles de la sociedad existe preocupación por el creciente poder de los grupos vinculados al narcotráfico en las zonas fronterizas, donde con violencia y dinero han impuesto sus candidatos en las listas de los partidos conservadores. Guatemala se ha convertido en el trampolín de ingreso de la droga a Estados Unidos. Según la Agencia Antinarcóticos de los Estados Unidos (DEA) el 80% de la droga que llega a Estados Unidos pasa por Guatemala. El asesinato tiempo atrás de diputados salvadoreños que concurrían a una reunión del Parlamento Centroamericano, fue denunciado como una maniobra de esos grupos mafiosos, enquistados en la policía. Ahora, la justicia guatemalteca investiga al diputado independiente, y recien electo alcalde, Manuel Castillo por su presunta vinculación con esos crímenes. Castillo tiene vedado el ingreso a Estados Unidos, después que el gobierno le quitó la visa por sus presuntos vínculos con el narcotráfico. La situación es tan grave que, según el procurador de Derechos Humanos de Guatemala, Sergio Morales, estimó antes de las elecciones generales del pasado 9 de setiembre, que se elegirán "candidatos que serán dominados por grupos criminales. Especialmente en la zona del nororiente, donde se envían las drogas a Estados Unidos, que está a solo dos horas y media en avión". Álvaro Colom denunció que el narcotráfico incidió en los planes de su partido para las elecciones generales. "Cuatro veces cambiamos organizaciones departamentales... hasta me vinieron a hablar tres secretarios departamentales para que no pusiéramos alcaldes en siete municipios por miedo al narcotráfico". "Tuvimos los problemas con los candidatos en los departamentos de Zacapa, Izabal y Cobán", insistió Colom. Esa es la zona donde se supone están las bases de "exportación" de la droga a Estados Unidos. Además acusó al crimen organizado de estar detrás de las campañas negras y los asesinatos contra miembros de su partido. La amenaza del poder del narcotráfico no es ajena al gobierno, el candidato oficialista para las presidenciales pasadas, Alejandro Giammattei, de la Gran Alianza Nacional (GANA), reconoció que "Somos Colombia en pequeño. Tenemos un problema de impunidad increíble". De la misma opinión es el candidato del Partido Patriota, Otto Pérez, "Si no hacemos un esfuerzo por fortalecer las instituciones de seguridad, llevamos el camino de Colombia". Hasta el vicepresidente Eduardo Stein tuvo que admitir esa realidad antes de los comicios y sostuvo que "En el Oriente hay por lo menos cuatro candidatos que están hasta el cuello de vinculaciones con el narco". En tanto, Iduvina Hernández, del Centro de Estudios Seguridad en Democracia, estimó que alrededor del 15 por ciento de los parlamentarios electos serán miembros de los más poderosos cárteles de la droga del país. El poder del narcotráfico sigue en aumento, y las autoridades temen que además de controlar el tráfico de la droga desde Sudamérica a Estados Unidos, estén ahora comenzando a ser productores. |
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