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Numeroso público se dio cita en el seminario |
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Gracias oportuna a una iniciativa del investigador y profesor Fernando Camacho Padilla de la Universidad de Estocolmo, con una importante presencia de público se realizó el pasado jueves 27 en el Instituto Cervantes de Estocolmo, un seminario para recordar la figura del desaparecido embajador sueco en Chile, Harald Edelstam. En el panel del mismo conducido por el profesor Carlos Vidales, participaron el ex-vice ministro de Exteriores Pierre Schori, y los ex-diplomáticos y funcionarios suecos que se desempeñaron en Chile junto a Edelstam y posteriormente al golpe de estado militar de 1973, Martin Wilkens, Carl-Johan Groth, Rolf Bengtsson, Håkan Wilkens, Sonja Martinsson. También Henrik Janbell, cooperante sueco que estuvo detenido en el Estadio Nacional de Santiago y fue liberado por gestiones del embajador Edelstam; el antiguo reportero en Chile de la televisión sueca Jan Sandqvist; Ana Venegas una de las fundadoras de Chile Kommittén y los exiliados políticos que obtuvieron asilo en las sedes diplomáticas bajo protección sueca, Jorge Godoy, ex-ministro del gobierno de Allende, el uruguayo Pepe Viñoles, jefe de redacción de Liberación y el arquitecto chileno Germán Perotti, además de la participación en este evento del escritor y ex-preso político chileno Jorge Contreras. Entre los asistentes se encontraban también dos de los hijos del desaparecido embajador Harald Edelstam, los escritores españoles Paco Úriz y Marina Torres quienes tradujeron al español en los años setenta muchos de los pronunciamientos políticos de Olof Palme condenando la dictadura de Pinochet. Estuvieron presentes también, Ulf Hultberg, director de la película El clavel negro sobre Edelstam que fuera estrenada semanas atrás, junto a el embajador de Chile Ovid Harasich y la consejera de la Embajada de Cuba, Caridad Pérez González. Documentos desconocidos que destacan la actuación de Edelstam El profesor e investigador Fernando Camacho inició el seminario mostrando materiales documentales que son parte de una más vasta investigación que está realizando sobre las relaciones diplomáticas entre Chile y Suecia, que abarcan un periodo que va desde el gobierno de Eduardo Frei Montalva, pasando por de Salvador Allende y el de la dictadura de Augusto Pinochet. En particular, mostró algunos referidos a la actuación de Edelstam durante el gobierno de Allende y posteriores al 11 de septiembre de 1973 hasta que fuera declarado persona non grata por la dictadura, en diciembre del mismo año. Camacho ha investigado en los archivos de los ministerios de Relaciones Exteriores en Santiago y en Estocolmo, habiendo encontrado documentos de la dictadura donde se evidencia la preocupación y enojo que provocaba en la Junta Militar la intensa actividad que desplegaba el embajador sueco salvando vidas y denunciando a nivel internacional la represión de la dictadura pinochetista, y cómo también la prensa pinochetista orquestaba furibundas campañas de propaganda estigmatizando a Edelstam y a los asilados por él en la ex-Embajada de Cuba en Santiago, bajo protección sueca. El investigador también mostró algunas de las comunicaciones enviadas por el embajador a la Cancillería sueca informando de lo que estaba sucediendo en Chile y pidiendo ayuda de más personal diplomático y que Suecia concediera asilo político a cientos de personas perseguidas por la dictadura. De los documentos y del testimonio de algunos de sus más cercanos colaboradores surge, de que Edelstam no siempre fue bien entendido por sus superiores jerárquicos en Estocolmo, y que la dictadura de Pinochet no estaba interesada en romper relaciones diplomáticas con Suecia Los participantes en el panel de este seminario, mediante testimonios personales recordaron lo vivido en Chile después del golpe que derrocó al gobierno de Allende y homenajearon en las diferentes intervenciones la valiente y comprometida actuación de Harald Edelstam, donde como nunca, enalteció las mejores tradiciones de solidaridad sueca. También se mostró un testimonio filmado por la ex-tupamara Mirta Fernández de Pucurull, quien fuera salvada en Santiago de las garras de los esbirros de la dictadura por el embajador sueco, donde ella dá su versión de los hechos protagonizados por ambos. Algunos de los panelistas criticaron el olvido oficial en que fue sumido por espacio de más de tres décadas la figura de Harald Edelstam, y la falta de reconocimiento público a su valiente y arriesgado desempeño diplomático como representante de Suecia a lo largo de toda su vida. Sólo ahora después de la película El clavel negro se ha vuelto ha hablar de él aquí en Suecia, mientras que en América Latina a Edelstam se le recuerda como a un héroe; en Cuba no se le olvida, en Santiago una cátedra universitaria en derechos humanos lleva su nombre, y en Montevideo una calle lo recuerda como aquel que le salvó la vida a exiliados uruguayos que estaban en Chile, señaló uno de los participantes. |
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