escribe Ernesto Tamara

La candidata oficialista Cristina Fernández sigue liderando las intenciones de votos aunque ha perdido el impulso inicial en las encuestas, perjudicada por algunos escándalos de corrupción de funcionarios del gobierno, la suba de la inflación y el temor de que el empuje económico se detenga. Trece candidatos presidenciales competirán en los comicios del 28 de octubre próximo.

Las encuestas difieren sobre la ventaja de la actual primera dama frente a los demás candidatos, aunque todas sostienen que ganaría con una amplia mayoría. La discusión es si supera el 45% de los votos u obtiene el 40% y 10 puntos de diferencia sobre el segundo más votado, lo que le daría la presidencia en la primera vuelta.

Fernández lleva como compañero de fórmula al gobernador de Mendoza, Julio Cobos de la UCR, lo que provocó la división de ese partido. La oposición a Fernández, desde la extrema derecha a la izquierda, se presenta muy dividida, al punto que la Unión Cívica Radical (UCR) por primera vez desde 1916, no presenta candidato a la presidencia.

Otra mujer, Elisa Carrió, candidato de la Coalición Cívica, es la candidata con mayores posibilidades de forzar una segunda vuelta electoral, aunque el ex ministro de Economía de los gobiernos de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner, Roberto Lavagna, se le acerca en algunas encuestas.

Las encuestadoras otorgan a Fernández entre el 43 y el 50% de apoyo, seguida por Elisa Carrió con intenciones de voto que oscilan entre el 12,9 y el 17,5%. Carrió rechaza estas encuestas y sostiene que la diferencia sólo es de dos o tres puntos.

Roberto Lavagna, quien hasta 2005 fue ministro de Economía de Kirchner, ahora apoyado fundamentalmente por la opositora Unión Cívica Radical (UCR) oscila entre el 13 y 15% de las intenciones votos.

Tanto Carrió como Lavagna consideraron que están en condiciones de empujar a la primera dama a una segunda vuelta a realizarse eventualmente el 24 de noviembre.

Con votaciones inferiores al 7%, figuran los candidatos Ricardo López Murphy, del derechista partido Recrear; Alberto Rodríguez Saá, de la derecha peronista; los izquierdistas Patricia Walsh y Fernando Solanas y Jorge Sobisch, gobernador conservador de la provincia del Neuquén.

Otros cinco candidatos presidenciales, de pequeños partidos de variada ideología, obtienen en conjunto, según las encuestas, no más del 3% de los votos.

Según el representante de la firma encuestadora Jorge Giacobbe y Asociados, Cristina Fernández recoge una intención de votos del 43% para los comicios del 28 de octubre, pero al mismo tiempo, la imagen del gobierno -que ella viene a representar- está cayendo cuatro puntos por mes.

Se siente segura

De todas maneras la candidata oficial está segura de la victoria y en el ámbito internacional actúa ya como la presidenta electa. Así al menos se mostró en su gira europea donde se entrevistó con los jefes de gobierno de España y Alemania, y en su reciente visita a Estados Unidos, donde acompañó a su esposo, el presidente Kirchner, a la reunión de la ONU.

Allí aprovechó la ocasión para realizar varias actividades como candidata presidencial y virtual ganadora de las elecciones, participando en varios eventos privados y con empresarios.

Por lo pronto, en su reclamo para mayores inversiones en su país garantizó la seguridad de las mismas y el mantenimiento de la actual política económica.

Cristina Fernández, prometió ante empresarios y banqueros de Wall Street previsibilidad económica y responsabilidad fiscal si gana las elecciones del 28 de octubre. Los economistas y empresarios se sorprendieron por la firmeza y energía de Cristina Fernández, pero también con la sensación de que muchos interrogantes aún siguen abiertos porque los temas más espinosos no fueron abordados. Las preguntas de los asistentes sobre la inflación, la deuda en default, tarifas públicas y las correcciones en el indice de inflación que presenta el Indec quedaron escritas en papeles que la moderadora nunca le transmitió a la senadora nacional y candidata presidencial, según algunos medios.

La estrategia oficial es no involucrar a Cristina Fernández en debates y polémicas mientras se mantenga al frente de las encuestas. Así no concede entrevistas ni participa en debates con otros candidatos.

Fernández se convertiría en la primera mandataria elegida en las urnas. La única mujer en ese cargo hasta ahora en Argentina fue María Estela Martínez, la esposa de Juan Domingo Perón más conocida por su apodo "Isabelita", quien sucedió al fundador del justicialismo a su muerte en ejercicio de la presidencia en 1974, por ser la vicepresidenta.

Carrió y Lavagna denuncian fraude

Los principales candidatos presidenciales de oposición, Elisa Carrió y Roberto Lavagna, exigieron la presencia de observadores internacionales ante el temor de que el gobierno cometa irregularidades en los comicios.

Ambos candidatos opositores aseguraron que el presidente argentino Néstor Kirchner está dispuesto a intervenir en los comicios para favorecer la candidatura de su esposa, la primera dama y senadora Cristina Fernández.

Carrió y Lavagna coincidieron además en que el gobierno está preocupado porque las encuestas ya no le anticipan a la candidata oficialista el contundente triunfo con el 50 por ciento de los votos que vaticinaban hasta hace unos meses.

En un encuentro realizado en Estados Unidos por las organizaciones Centro de estudios internacionales y estratégicos, Diálogo interamericano y el Wilson Center, Carrió denunció la posibilidad de un fraude. "La previsibilidad del fraude es cada vez más grande, sobre todo porque la diferencia en caso de balotaje va a ser mínima. Entrar o salir del balotaje va ser por 2 o 3 puntos", y agregó: "Desde el punto de vista de la transparencia la elección está muy compleja, bueno... se juega la impunidad.

Al mismo tiempo en Buenos Aires, Roberto Lavagna exigió observadores internacionales para las presidenciales, e insinuó que el fraude se podía dar en el Gran Buenos Aires.

Su vocero precisó que se deberían triplicar estos observadores para evitar los problemas de "los miles de DNI truchos que se encontraron en Misiones, las irregularidades en el escrutinio de Córdoba, y la falta de transparencia en el manejo de un Correo que responde políticamente a la Casa Rosada".

Mientras, la justicia electoral convocó a una reunión de todos los candidatos presidenciales para explicar procedimientos y aventar las denuncias de fraude. El secretario de Actuación Electoral, Nicolás Deane, remitió a los 13 candidatos presidenciales y a las fuerzas políticas que los postulan la convocatoria para participar en una audiencia general que se realizará el próximo 2 de octubre.

En el documento, se especifica que en el encuentro también estarán invitados los apoderados legales de cada colectividad política y los presidentes de las juntas electorales de cada uno de los distritos.

Lo que parece descartado es la presencia de observadores internacionales. Hasta ahora no existe ningún acuerdo para que se instalen en el país y la solución ofrecida por el gobierno es la publicación inmediata de más de 70 mil telegramas que cada mesa de votación envía a las autoridades electorales. La imagen computarizada se enviará a la Justicia, a los partidos políticos y a los medios de comunicación.

Bonaso con Cristina Fernández

El periodista, escritor y diputado en la legislatura porteña, Miguel Bonasso lanzó su candidatura a diputado nacional bajo la fórmula presidencial de Cristina Fernández.

Junto a la cantante de tangos, Susana Rinaldi, anunció sus candidaturas a diputados nacionales por el sector "Diálogo por Buenos Aires".

"Somos los genuinos representantes de la centroizquierda en la ciudad", dijo Miguel. Por su parte, Susana Rinaldi hizo una fuerte apelación al voto socialista y criticó la decisión del socialismo de aliarse a Elisa Carrió.

Ambos llamaron a votar a presidenta a Cristina Fernández de Kirchner y al ministro de Educación, Daniel Filmus, como senador.

Carrió considera que estará en la segunda vuelta

Elisa Carrió se muestra confiada en llegar a la segunda vuelta presidencial y sostiene como banderas electorales la lucha contra la corrupción, un dólar alto, estabilidad de precios e inflación controlada.

Carrió, fue diputada de la Unión Cívica Radical y rompió con su partido para formar la ARI, organización de la que también se apartó para lanzar su candidatura presidencial por la Coalición Cívica.

Aunque reivindica la lucha contra la corrupción y asume posiciones progresistas en varios temas, mantiene la defensa de un modelo económico liberal y no ha dudado en aliarse con la derecha para combatir al gobierno de Ernesto Kirchner.

El gobierno admite, sin decirlo, que Carrió puede ser el rival en una eventual segunda vuelta, aunque por ahora considera que no se llegará a esa instancia.

Carrió, sostiene que el panorama electoral presenta "claramente" un escenario de balotaje y que las mediciones la muestran "extraordinariamente bien en las grandes ciudades".

Problemas con las alianzas

Durante meses Carrió estuvo coqueteando con una alianza que incluía a los derechistas Ricardo López Murphy y Mauricio Macri. Finalmente Macri se presentó a las elecciones para gobernador de la Ciudad de Buenos Aires -que ganó- y las negociaciones con Murphy no llegaron a cuajar.

Finalmente Carrió optó como compañero de fórmula al socialista Rubén Giustiniani, aunque poco después se peleó con ese partido. La disputa surgió en Córdoba cuando Carrió prohibió al Partido Socialista local presentar la fórmula en sus boletas de candidatos.

La Junta Ejecutiva provincial socialista emitió un comunicado en que expresó su "profundo rechazo a la actitud antidemocrática de Elisa Carrió" que impide al PS de esta provincia llevar la fórmula presidencial conformada por Carrió y Rubén Giustiniani y decidió retirar la lista de candidatos a diputados nacionales.

Es increíble que el presidente nacional del Partido Socialista, Rubén Giustiniani, sea candidato a vicepresidente de la Nación y su propio partido en la provincia no pueda llevarlo en la boleta. No encontramos otra explicación más que una lisa y llana proscripción al socialismo de córdoba, impulsada por Carrió y avalada por Giustiniani", señaló Eduardo García, quien encabezaba la lista de candidatos a Diputados Nacionales del PS en Córdoba.

El mismo conflicto se presentó en la provincia de Mendoza con el PS local y el ARI -partido fundado por Carrió-, ante diferencias por el candidato a gobernador.