escribe Jorge Capelán

Representantes de organizaciones campesinas de Chile y Nicaragua se encuentran en Suecia para informar a cooperantes suecos de la organización UBV acerca de la realidad de sus países. Se trata de Florencia Aróstica Cordero, presidenta de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas ANAMURI de Chile y de los nicaragüenses Pedro Salazar Miranda, miembro del ejecutivo nacional de la Asociación de Trabajadores del Campo ATC y Jairo Peralta, del Movimiento de Jóvenes del Campo.

Los representantes campesinos nos contaron acerca de realidades diferentes: Un Chile inmerso en el neoliberalismo y una Nicaragua que intenta salir de él bajo la presidencia del Frente Sandinista.

-A cada paso se repite que la economía chilena es estable, pero esa estabilidad no se refleja en las condiciones de vida de los pobres. A persar de los altos precios internacionales del cobre, los sueldos son los mismos desde hace años y los precios suben todo el tiempo. Las mujeres pobres en Chile tienen que trabajar 120 años para aspirar a una jubilación digna. Hay mucho descontento hoy en día. Y no es casualidad que Bachelet esté ahí de presidenta: los hombres machistas quieren que el que cargue con los platos rotos del neoliberalismo sea una mujer, explica Florencia Aróstica.

-Estamos muy contentos con el gobierno del FSLN porque hay mucha esperanza de que ahora sí se apoye al sistema productivo del país. El gobierno ha empezado a dar pequeños créditos a las familias campesinas. Este año se entregarán 6895 bonos productivos. En cinco años se repartirán 75000 bonos productivos. Antes, el 26 % de la población no podía comer dos veces al día y el 46 % no lo hacía las tres veces, explica por su parte el nicaragüense Pedro Salazar.

ANAMURI y la ATC som miembros de la Vía Campesina, el mayor movimiento a nivel mundial por la defensa de los derechos de los campesinos.

Nosotras apoyamos mucho a Nicaragua, Bolivia y Venezuela - todos esos países que implementan buenas políticas. Ellos son un ejemplo para el resto de América Latina. Nosotras apoyamos sus luchas e intercambiamos información y conocimientos con ellos, dice la representante chilena.

El huracán Félix afectó toda la economía del Atlántico Norte de Nicaragua, el 90 % de las casas fueron destruidas. Se perdieron cultivos en el norte de Jinotega y en la zona central del país. Hubieron muchos muertos y desaparecidos. Todavía hoy siguen apareciendo muertos. De inmediato, Venezuela donó 4 aviones cargados de víveres, material de construcción, etcétera. La ayuda de Chávez hacia Nicaragua es bien concreta, explica Jairo Peralta.

Garantizar la satisfacción de las necesidades alimentarias de la población por encima de la agroexportación es una prioridad para las organizaciones campesinas en América Latina. El movimiento de los trabajadores rurales se encuentra en ascenso. Mientras que en el primer congreso de ANAMURI participaron 2000 mujeres y la organización se fortalece todo el tiempo, la ATC de Nicaragua cuenta en la actualidad con casi 50000 miembros y tiene planeado llegar al doble en los próximos tres años.