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Ataque a la prensa en Venezuela |
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escribe Simón Desde hace una semana leo la prensa de todo el mundo, busco en los sitios de la Sociedad Interamericana de Prensa, en la Organización de Estados Americanos, en el Parlamento Europeo, y en cuanto sitio difunda las sabias palabras de los políticos preocupados por la libertad de expresión y de prensa, algún comentario sobre el ataque al diario venezolano Panorama y nada. Tiempo atrás éramos bombardeados por declaraciones, comunicados, resoluciones de organismos internacionales, editorialistas, etc, que alertaban sobre la no revocación de los permisos de Radio Caracas Televisión y el peligro a la libertad de prensa y de expresión en Venezuela. El Parlamento Europeo tiene todavía a estudio 3 resoluciones de condena al gobierno de Venezuela por hacer ejercicio de su soberanía y potestad de no revocar los derechos de transmisión, en determinada frecuencia, a un canal privado. Desde la Secretaria de Estado norteamericana hasta el secretario general de la OEA, pasando por editorialistas de toda la gran prensa se pronunciaron sobre la amenaza chavista. Ahora, cuando ese mismo canal transmite por internet y cable, y además, refugiado en las ondas de otra emisora prosigue con su labor, ninguno de estos denunciantes explicó a la opinión pública que habían mentido descaradamente. No faltaba más, ya habían mentido en cosas peores y lo único que hicieron fue cambiar de argumento, como en los motivos para invadir Irak. Pero, a veces uno tiene la inocencia, o la estupidez, como quieran llamarla, de pretender que esos voceros cumplan ciertas formas, manifiesten aunque sea para el público, cierta coherencia. Pero es en vano Nadie dijo una palabra sobre el incidente. Me imagino cual habría sido la reacción de los grandes medios de comunicación si algún exaltado hubiera arrojado una piedra, sólo una, contra un medio de prensa opositor a Chávez. Para ello no se necesitaría mucha puntería, son los más grandes y más ricos. De la misma manera que callan ahora con esta agresión a la prensa de los partidarios de la democracia antisocialista también callaron todo este tiempo en que el jefe de seguridad del Estado de Zulia, contratado por Rosales, el ex comisario López Sicco, fuera acusado formalmente por la masacre de 21 campesinos en 1988 cuando revistaba en la policía secreta. Tampoco mencionaron que sigue prófugo. |
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