inicio | opinión | notas | cartelera | miscelanea sueca | suplementos | enlaces 7-Setiembre-2007

Afganistán: Inseguridad y heroína

 

Después de algunos años de silencio, la situación en Afganistán comienza a estar presente en los medios de comunicación y los discursos de los países desarrollados. Las tropas de ocupación en Afganistán se dedican a proteger algunas ciudades que pueden controlar, y abandonaron el resto a los viejos aliados en la guerra contra los soviéticos. Señores de la guerra, viejos latifundistas medievales que resistieron la reforma agraria del gobierno pro soviético, y que se dedican con mucho entusiasmo a las flores, es decir, a las amapolas y producción de heroína.

En medio de este récord de producción, los terratenientes y sus ejércitos se concentran en proteger sus plantaciones, vigilar el transporte de la cosecha y combatir por más territorios, dejando el combate a los talibanes a las disminuídas fuerzas de seguridad afganas y las tropas extranjeras.

Mientras, los dos objetivos principales de las tropas invasoras norteamericanas en la operación "Libertad duradera" de octubre de 2001, a un mes de los atentados a los Torres Gemelas de Nueva York, siguen prófugos. Ni Osama Bin laden, ni el Mulah Omar, entonces jefe del gobierno talibán, fueron capturados por el ejército más poderoso del mundo.

Concentrados en las ciudades, los ejércitos invasores, que cuentan ahora con la aprobación de la OTAN y las Naciones Unidas, no pueden encontrar al "enemigo" y cada pocas semanas emprenden ofensivas militares con bombardeos a poblados.

Organismos de derechos humanos han condenado en varias ocasiones a las fuerzas de la OTAN por el bombardeo a civiles.

En la actualidad hay más de 31.000 soldados extranjeros, 24.000 de Estados Unidos, por lo que Washington reclama a sus aliados de la OTAN que envían más tropas y asistencia económica a la región y liberar así sus soldados y recursos para la guerra en Irak.

Sin embargo, también dentro del ejército norteamericano descreen de la posibilidad de una victoria militar tras casi 6 años de ocupación.

El general norteamericano, Robert Cone, encargado de equipar y entrenar a las fuerzas de seguridad afganas, ha advertido que la fuerza militar por sí sola será insuficiente para vencer a la milicia talibán.

Cone, que llegó a Afganistán en el mes de julio, ha reconocido que "el ejército tendrá un impacto significativo en la solución conjunta, pero en realidad, la mayor parte de los movimientos insurgentes se resuelven con una solución política al final".

El aliado pakistaní

Ante el fracaso militar en Afganistán, los jefes militares denuncian que las milicias talibanas se refugian en las montañas de la vecina Pakistán, hasta ahora firme aliado de Estados Unidos en la llamada "guerra contra el terrorismo".

Las menciones a las pasividad del gobierno pakistaní del general Pervez Musharraf, que tomó el poder mediante un golpe de Estado en 1999, se debe a la preocupación de que fuerzas islamistas lleguen al poder si se realizan elecciones.

En los últimos días, el presidente Musharraf, ha iniciado conversaciones con la oposición, principalmente con la exiliada ex primera ministra Benazir Bhutto (entre 1988 y 1990 y entre 1993 y 1996), para convocar a elecciones. Bhutto exige la renuncia de Musharraf a la jefatura del ejército si quiere competir en las elecciones presidenciales.

La situación política en este país islámico de 160 millones de habitantes es tensa y complicada. Musharraf decretó el estado de emergencia hace un mes por las movilizaciones ciudadanas contra su decisión de destituir al jefe de la Corte Suprema, Iftikhar Muhammad Chaudhry.

Chaudhry es uno de los defensores de la renuncia de Musharraf a la jefatura del ejército para presentarse a la reelección, por lo que su destitución fue interpretada como una maniobra política del presidente.

Este último, por su parte, recibió un golpe en semanas pasadas por parte de la Corte Suprema, que le impuso la restitución en su cargo de Chaudhry.

En otra decisión contraria al gobierno, los tribunales paquistaníes también permitieron esta semana el regreso al país del ex primer ministro Nawaz Sharif, derrocado por el golpe de estado de Musharraf en 1999.

Sharif, que se encontraba en el exilio y con procesos abiertos por corrupción, anunció asimismo su intención de presentarse a las próximas elecciones presidenciales. El gobierno aún no ha decidido la fecha de las elecciones, y en principio se espera que se concreten antes de fin de año.

Washington ve con preocupación el desarrollo en Pakistán, poseedor de armas nucleares y con fronteras con Afganistán e Irán, y cerca de la conflictiva y rica zona del Mar Caspio.

En un principio Washington estimaba que Afganistán sería la vía de salida de las riquezas petróleras y de gas del Mar Caspio. Esa zona, que comparten Irán, Turquestán, Uzbequitán, Azerbayán, Kazastán y Ucrania contiene aproximadamente 270 billones de barriles de petróleo, cerca del 20% de las reservas mundiales comprobadas. También contiene 665 trillones de pies cúbicos de gas natural, siendo la octava parte de las reservas de gases del planeta.



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