inicio | opinión | notas | cartelera | miscelanea sueca | suplementos | enlaces 7-Setiembre-2007

¡Basta de bolsitas de nylon!

 

escribe Simón

El otro día me sorprendí por la enorme cantidad de bolsas de nylon que acumulé en pocos días de visita al supermercado. Incentivado por la preocupación ambientalista de mis hijos intenté llevar mi propia bolsa de nylon al visitar el supermercado. Pero, la mayoría de las veces me olvido y vuelvo a comprar la dichosa bolsita.

Generalmente pensamos que gastar 1,5 coronas en una bolsa para llevar las compras no representa una gran inversión y nos libera de la preocupación de cargar con la bolsa desde la casa.

Hace años se incentivó que los supermercados entregaran bolsas de papel para promover el cuidado del medio ambiente ya que el papel es más degradable que el nylon. Además, en esta época de petróleo caro, y siendo el nylon un derivado del mismo, deberíamos preocuparnos de reducir su consumo.

Las cadenas de supermercados, eludiendo cualquier preocupación por el medio ambiente, priorizan la venta de las bolsas de plástico sobre las de papel discriminando en el precio.

Ayer, incentivado por mi curiosidad innata o simplemente aburrido, pesé la bolsa de plástico, 14 gramos según la balanza electrónica, y después comprobé el ticket de la compra.

Para mi sorpresa resultó que la bolsa de nylon era el producto más caro adquirido.

Parece extraño, sólo cuesta 1,5 coronas la bolsa, pero sólo pesa 14 gramos, lo que significa que estoy pagando el kilo de bolsa, que sólo me sirve para transportar la compra y tirar la basura- a casi 150 coronas el kilo.

El alto precio de estas bolsas no tiene justificativo alguna, más si tenemos en cuenta que las bolsas específicas para tirar la basura cuentan en los mismos supermercados, menos de 10 öre cada una.

Además de contribuir al deterioro del medio ambiente y al consumo exagerado de petróleo, le proporciono al supermercado una ganancia extra o super extra- al comprarle la bolsita de plástico. Para peor, llevo la publicidad del supermercado, impresa en la bolsa, a mi casa y como un perfecto idiota, la pago.

Por si fuera poco, en una nueva visita al supermercado encontré que el precio de la bolsa de plástico que se vende para tirar la basura, está muy por debajo de lo que pago por la bolsa impresa del negocio.

Estoy seguro que esto no es una novdad para las autoridades ni la defensa del consumidor, pero creo que debería ser hora de que los ciudadanos de a pie tomemos en cuenta esta verdadera estafa. Por un lado, para promover el cuidado del medio ambiente, y por otro, ¡en defensa de nuestros bolsillos!.



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