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Juicio a Von Wernich: rompe su silencio Miguel Esteban Hesayne |
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escribe Elio Brat, especial para Liberación Si bien desde hace un tiempo se apuró en afirmar que no conoce personalmente a quien fuera capellán de la Policía bonaerense en los años del general Ramón Camps, el sacerdote Cristian Von Wernich, una de las figuras emblemáticas de la llamada «otra iglesia», el obispo emérito de Viedma Miguel Esteban Hesayne, aceptó por primera vez dar públicamente su opinión acerca de lo que siente y le parece el juicio que también por primera vez se está haciendo en los tribunales de La Plata a la actuación de un miembro de la iglesia en los años de la dictadura militar. A más de treinta años de sucedidos los hechos que se vuelven a ventilar en la justicia bonaerense, monseñor Hesayne admite tener «un profundo dolor de Iglesia ante la probabilidad muy firme, según los testimonios que sigo por la prensa, que un sacerdote (Cristian Von Wernich) celebrante del misterio eucarístico, fuera colaborador de criminales responsables de crueldades y tantas muertes». - ¿Cómo está viviendo, desde su posición actual en la Iglesia argentina, el juicio que se le está llevando a cabo a Cristian Von Wernich en La Plata? - ¿Porqué habla de un «dolor de Iglesia»? - ¿Usted cree que junto a las acusaciones que pesan sobre este cura cristiano, se está juzgando a la Iglesia toda en el marco acusatorio de el proceso que se lleva adelante en los tribunales de La Plata? - Si bien varias veces Usted ha expresado públicamente su posición respecto a la actitud que tuvo la Iglesia en los años de la dictadura ¿podría volver a refrescarnos hoy qué es lo que piensa acerca de lo que pasó en esos años terribles y la actitud que tuvo la Iglesia en ese momento? -¿Usted se haría alguna clase de autocrítica acerca de lo que hizo o dejó de hacer como obispo en esos años terribles que vivimos los argentinos con los militares en el poder? - Si bien Usted ha dicho que no ha conocido a Von Wernich ni su accionar directo en esos años, ¿puede decirnos de otros casos donde sí haya conocido a gente ligada a la Iglesia que también haya estado pegada a actividades represivas en Río Negro o en cualquier otro lugar del país? «Proceso», en agosto de 1985. Retrotrayéndolo a los años de la dictadura y las discusiones que se dieron a nivel de la Conferencia Episcopal en San Miguel donde Usted ha participado como obispo de Viedma ¿qué cosa recuerda más de lo que se haya discutido en esos años y que lo haya marcado, para bien o para mal, de esas discusiones entre los obispos de ese momento? - Hace pocos días se cumplió un nuevo aniversario del asesinato del Pelado Enrique Angelelli en Punta de los Llanos, sobre la ruta nacional 38 en La Rioja. ¿Qué piensa que todavía nunca la Iglesia argentina -y Usted corríjame si no es así- pidió perdón de porqué no salió a defender a un obispo amenazado como Angelelli en esos años e incluso aceptó mansamente la versión de que lo que sucedió ese 4 de agosto de 1976 fue un «accidente» y no lisa y llanamente un asesinato? Miguel Esteban Hesayne dixit La redacción de la revista de la editorial Nueva Tierra le pidió al obispo emérito de Viedma Miguel Esteban Hesayne unas líneas acerca del juicio que en estos momentos se le lleva a cabo al sacerdote católico Cristian Von Wernich. En un principio el propio Hesayne admite que pensó en negarse a escribir sobre el tema, aduciendo desconocimiento de la actuación ministerial del cura acusado. Pero luego el mismo monseñor Hesayne concluye que «también pensé que debo acceder al pedido para expresar mis sentimientos y alguna reflexión de miembro de Iglesia católica, responsable del servicio episcopal para el Pueblo de Dios, ante la noticia periodística». Lo que sigue son algunos de los párrafos textuales escritos por Miguel Esteban Hesayne en lo que tituló «Una reflexión en clave cristiana». * - «En un marco de dolorosa preocupación, oro para que se haga justicia buscando la verdad hecha en el amor projimal. Invito a las comunidades cristianas a que oren para que, en este caso, como en tantos otros, la verdad desde la justicia en el amor sea el camino de la reconciliación cristiana que necesita la sociedad argentina». * - «Ni una reconciliación «manto de olvido» ni una justicia que engendre odio o venganza. La justicia sin amor no es justicia. El amor sin justicia no es amor. La expectativa cristiana que nos debe embargar, en este caso, como en todo juzgamiento de una persona humana, ha de estar animada por el amor del Dios de Jesucristo. El acusado sea quién fuere es mi «hermano» «Es que el único camino de lograr la Paz, en nuestra Argentina, es el respeto y cumplimiento de toda la gama de los Derechos Humanos. Y la primera instancia de la defensa de los Derechos Humanos es tomar conciencia de la grandeza inalienable de la persona humana en cuanto tal, haya cometido lo que haya cometido y sea de cualquier raza o condición social. La persona humana es un absoluto sujeto de derechos y deberes. El peor de los reos merece respeto y amor projimal. Jamás el odio. Si es culpable, merece condena. Y ésta será con carácter medicinal para recuperarlo a la sociedad humana. De lo contrario, entramos en la espiral de la violencia y de la exclusión y en la teoría de los dos demonios». * - «No obstante este dolor, oro por el sacerdote Von Wernich como oré y sigo orando para que los culpables de crímenes de lesa humanidad se conviertan al Dios de Jesús y con su conversión-arrepentimiento y reparación contribuyan a reconstruir el tejido social argentino destruido con el gravísimo pecado de la violación de los Derechos Humanos. Violación genocida por torturas, desapariciones, fusilamientos, durante el triste pasado de la «guerra sucia». Violación que aún continúa por el silenciosos exterminio de la injusticia social que no se termina de extirpar. Violación con las propuestas de legalizar el crimen del aborto y la eutanasia. «Nunca más» se ha de olvidar que la premisa básica de los Derechos Humanos es su universalidad e indivisibilidad porque son inherentes a la persona humana y a su inalienable dignidad. Debe quedar muy en claro que violado uno de los Derechos Humanos por efecto dominó se abre la puerta a la violación global de todos los demás Derechos Humanos?. * - «Por esto, este dolor compartido en Iglesia, nos debe llevar tanto a la sociedad argentina como al interior de la Iglesia institución, a una seria y más profunda revisión de la educación y formación de sus miembros, liberándolos de todo tipo de ideologización. La mentalidad de nuestro pueblo se ha de impregnar del Evangelio de la Paz de Jesús, el Señor de la Iglesia y de la Historia, a través de la búsqueda de la verdad, el cumplimiento de la justicia y la defensa de la libertad desde una gran capacidad de amor solidario. De lo contrario se seguirá vaciando de contenido profundamente antropológico-teocéntrico al núcleo fontal de los Derechos Humanos». |
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