escribe Víctor Flores

El obispo católico salvadoreño estuvo recientemente de visita en Suecia, acompañando a la comunidad salvadoreña en su exilio. Monseñor Gregorio Rosa Chávez tiene 40 años de ejercer como sacerdote y 25 años de obispado, ha sido un fiel seguidor del Arzobispo mártir monseñor Oscar Romero.

En su corta estadía compartió unos momentos con sus compatriotas en la ciudad de Arboga, Estocolmo y Gävle. Durante la misa, que ofreció monseñor Rosa Chávez exhortó a la unidad, y la necesidad de recuperar la fe, haciendo un recuento de la situación que vive el país centroamericano en estos momentos. «El Salvador vive un problema de violencia permanente, tenemos la desgracia de estar en los primeros lugares de ser el país más violento de América Latina» dijo.

Tuvimos la oportunidad de hablar unos momentos con el obispo y poder preguntarle con relación a la polémica ley Antiterrorista y el problema migratorio.

Monseñor, hace unos días fueron dejados en libertad los últimos nueve detenidos en las protestas de Suchitoto. Aunque fueron liberados siguen encausados como terroristas, el partido de izquierda FMLN considera que los detenidos son presos políticos porque fueron procesados por la nueva ley antiterrorista.

¿Cuál es su opinión?
-Yo desde el principio dije que era una ley totalmente absurda, de que eso (los disturbios en Suchitoto) no es terrorismo, de que eso no eran las Torres Gemelas. Se cayó en la tentación de llamarle a todo terrorismo.
Tutela legal del arzobispado hizo una investigación profunda sobre la detenciones y no encontró pruebas para encausar a los detenidos como terroristas y queremos denunciar la acción de la Policía Nacional Civil porque algunos detenidos fueron llevados en un helicóptero, sobrevolaron el lago Suchitlan y los amenazaron con lanzarlos desde mucha altura esposados, el helicóptero voló de lado y estuvieron a punto de caer al vacío, ocasionando un grave daño síquico a los detenidos, violaron sus derechos humanos con una tortura sicológica y de eso no se ha dicho nada. ¿Pero eso no es peligroso, acaso? Claro que es peligroso.

El gobierno salvadoreño ha presentado una reforma al artículo 348 del Código Penal para aumentar la pena carcelaria a los que protesten y ocasionen daños a propiedades y personas. ¿Qué piensa la Iglesia Católica?

La Iglesia Católica se muestra preocupada por todo lo que esta pasando en el país. La democracia supone el disenso, que uno pueda pensar distinto, pero estamos cayendo en una especie de dictadura civil, quiera Dios que se detenga ese proceso de penalizar con severidad actos de protestas, porque estamos jugando con fuego.

Un tema preocupante es la constante salida de salvadoreños hacia otros países. ¿Qué datos tiene la Iglesia Católica?
Nos preocupa la situación migratoria. Un censo revela que muchos de que los que se van del país son profesionales, lo cuál nos indica la gravedad de la crisis que estamos viviendo en El Salvador. La situación socio económica del país no ha mejorado, principalmente muchos van huyendo de la violencia. Yo siempre he dicho para reflejar el problema del flujo migratorio: Un país que debería darle a sus hijos una vida digna, los está expulsando, por tanto, existe una hemorragia migratoria, están saliendo cada día unos 500 salvadoreños rumbo a EE.UU, el desempleo es grave, la violencia incontrolable y la pobreza es más evidente.

La visita de monseñor Gregorio Rosa Chávez, posiblitó a los salvadoreños residentes en Suecia aprovecharan la oportunidad para hacerle entrega de cartas donde se solicita una mayor participación de la Iglesia Católica en los problemas de El Salvador y proseguir los pasos de Monseñor Romero, de denunciar la violación de los derechos humanos en sus homilías.