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El País y Cuba, pasamos el detector de mentiras a dos reportajes |
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escribe Pascual Serrano El diario El País dedicó dos páginas completas más un suelto en portada a la situación de Cuba el pasado 14 de julio. Se encargan de ello el corresponsal en La Habana Mauricio Vicent, bajo el título Cuba toca fondo, y Maite Rico desde Madrid, El maná del turismo se agota, esta última es la encargada en el diario de embestir contra todo lo que suene a rojerío latinoamericano [1] , por lo que ya tenemos a ambos periodistas con los papeles de policía bueno y policía malo adjudicados. El titular de portada es Cuba estrena lema: producción o muerte. El subtítulo es totalmente catastrofista: Las condiciones de vida tocan fondo. Los salarios son bajos, los alimentos caros y la vivienda mala. Tiene gracia que esa sea para El País la noticia de la única nación socialista de América Latina. Algunos pensamos que la noticia sería que hubiese algún país capitalista en ese continente donde los sueldos no fuesen bajos, los alimentos fueran baratos y la vivienda fuera buena. Veamos en conjunto los dos reportajes y encontramos las mentiras, las manipulaciones, las desinformaciones y las propuestas políticas para Cuba ocultas como información. Mentiras: 2.- Se dice que la libreta de racionamiento, subvencionada, a duras penas alcanza para dos semanas: y una compra decente de viandas y carnes en un mercado agropecuario, donde rige la oferta y la demanda. La mayoría de los productos del mercado agropecuario se encuentran bajo el formato de precios topados, es decir, regulados por el Estado cubano que garantiza su compra a los productores y establece un límite en el precio, no están, por tanto, bajo la oferta y la demanda libre. Ese es el caso de otros mercados de precio libre, menos extendidos que los de precio topado. 3.- En cuanto al turismo se dice que es víctima de los despropósitos oficiales, la mala gestión y la desmoralización que sufre en la isla. Y se afirma sin ningún dato y firmado desde Madrid por Maite Rico. Y dice más: La falta de bombillas, la suciedad, las carencias en los alimentos y el deterioro de las instalaciones son la tónica dominante en hoteles capitalinos que cobran por encima de los 150 dólares por habitación. Basta con entrar en http://www.hicuba.com/reservar-hotel.htm para encontrar hoteles de tres estrellas por sesenta dólares en La Habana, 150 dólares es el más lujoso de todos, el Sevilla de cinco estrellas. Son más caros los hoteles de Europa y no sufren el bloqueo que obliga a Cuba a comprar los suministros a un precio mayor. A los periodistas se les olvida otra modalidad, las habitaciones que alquilan los particulares en La Habana por 20-25 pesos dólares. 4.- Seguimos: En los últimos tres años subió el precio de la electricidad hasta un 400 % en el caso de los núcleos que más consumen- mientras que el pasaje en autobús entre La Habana y Santiago se ha multiplicado por 15. Vayamos por partes. El precio de la electricidad doméstica es de 9 centavos el kw (0003 euros) si no se superan los 100 kw que es el gasto de una familia normal cubana, y eso no ha subido. Es decir, una familia paga 9 pesos cubanos al mes en electricidad. Un euro son 25 pesos cubanos, luego cuesta la electricidad mensual 30 céntimos de euro. En España el precio de la franja más barata de electricidad es de 009 céntimos el kw, treinta veces más que en Cuba, a lo que hay que añadir unos cinco euros mensuales por el enganche. Hagamos otra comparación. Un español que gastase cien kw mensuales de electricidad pagaría al año unos 168 euros (incluyendo consumo y cuota de enganche). Con ese dinero y ese mismo consumo pagaría en Cuba la electricidad de 504 meses, o sea cuarenta y dos años. Los tramos de consumo superior a cien kilowatios sí han subido de precio, eso afecta fundamentalmente a paladares (restaurantes privados) o quienes tienen aparatos de aire acondicionado y abusan de su uso. 5.- En cuanto al autobús de La Habana a Santiago cuyo precio dice El País que se ha multiplicado por 14, ha subido de 42 a 169 pesos, para un trayecto de 861 kilómetros. Se ha multiplicado por cuatro no por catorce. Es decir, vale menos de siete euros un viaje similar al trayecto de Valencia a La Coruña. 6.- Recogen la siguiente cita: Lo que menos le estorba (al gobierno cubano) son los programas todo incluido: 15 días en los Cayos o Varadero, tostándose al sol, lejos del cubano de a pie que no puede entrar. Esa declaración procede de el funcionario español, pero en todo el reportaje nunca habían citado antes a ningún funcionario español. Además, es mentira que los cubanos no puedan entrar a Varadero, pueden pasar como cualquiera, y a los Cayos se necesita un permiso por ser una zona especialmente protegida como un parque natural español, el cubano pide autorización y pasa. Yo he estado en alguno de ellos y sólo había cubanos. Manipulaciones: 1.- Para ilustrar la grave situación de Cuba recurren a la foto de dos cubanos intentando arreglar un automóvil de los años cincuenta. Pero la foto es de hace ocho años, de1999. 2.- Afirman como ejemplo de mala situación del transporte que la cantidad de pasajeros transportados hoy por el servicio público de transportes en todo el país es similar a 1964. No citan en ningún momento cuáles son las fuentes que les han proporcionado los datos de viajeros en 1964 y en 2007, pero se les olvida decir que en Cuba todos los vehículos del estado tienen como obligación recoger a los ciudadanos que están haciendo auto-stop, de hecho ese es el método más utilizado para viajar, no olvidemos que más de la mitad de los coches que circulan por el país son del estado y que existen sanciones para quienes no recojan a los autoestopistas. 3.- La arbitraria revalorización del peso convertible cubano en un 20 % frente al dólar (las casas de cambio entregan 80 pesos por 100 dólares) y los gravámenes a las divisas han multiplicado unos precios que no corresponden con un servicio más que deficiente. La revaloración ha sido del peso convertible, pero también del peso cubano, de ahí que provoque que aumente el poder adquisitivo de los cubanos que cobran en pesos y ahora los productos importados terminan siendo más accesibles, eso no lo dicen en el reportaje. 4.- La pretendida lucha contra la corrupción, por otro lado, está castigando a los eslabones más débiles. A la periodista de El País le molesta hasta que Cuba luche contra la corrupción, quizás felicitarían a Cuba si hubiese más corrupción. Desinformaciones: 1.- Se recogen las declaraciones de un miembro del Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEAC), donde afirma que los cubanos destinan el 75 % de los ingresos mensuales a la compra de alimentos (&) dejando poco margen para asumir otros gastos. Es necesario explicar que esos otros gastos a diferencia de los países capitalistas no son ni la sanidad ni la educación. Y que en Cuba está subvencionado por el estado el teléfono, la electricidad, la comida en muchos centros de trabajo y de educación, los libros, el cine, el teatro, el transporte, entre otras muchas cosas. 2.- La opinión sobre la modalidad cubana de contratación de las empresas extranjeras es explicada y criticada mediante declaraciones de Carlos Alberto Montaner. Pero este hombre salió de Cuba hace 35 años y no ha vuelto. Propuestas políticas: Es habitual que los grandes medios se adscriban en sus informaciones los deseos de la opinión pública y las recomendaciones de especialistas cuando en realidad sólo son sus posiciones editoriales hacia un país sin ningún soporte ni apoyo democrático. De este modo presentan como una especie de clamor popular lo que sólo está en la cabeza de los editorialistas y dueños de los medios. Así dicen que cada vez son más las voces que aseguran que para reactivar la producción y mejorar la calidad de vida de la gente hacen falta reformas estructurales. Y a continuación, se detalla el programa político de El País para Cuba: Regresar a la descentralización y conceder de nuevo autonomía a las empresas; fomentar la inversión extranjera y el trabajo por cuenta propia y, en definitiva, liberar las fuerzas productivas, serían algunas de las reformas a realizar, según economistas que hablan ya de la necesidad de un nuevo modelo de socialismo. Por supuesto ni sabemos cuáles son esas cada vez más voces ni quiénes según economistas. Probablemente El País tenga algunas propuestas más en la manga, cómo no, pedidas masivamente por los cubanos y los más cualificados especialistas. Por ejemplo que los libros de texto de los colegios de Cuba sean de Santillana (editorial propiedad de la misma empresa que El País), que los servicios telefónicos sean ofrecidos a la española Telefónica (a unos precios que provocaron la crisis total en países como Argentina), que la distribución eléctrica se ceda a Unión Fenosa (como en Nicaragua, que tiene doce horas diarias de apagones sin que se informe en El País) o a Endesa (que tiene desplazados de sus tierras a miles de indígenas mapuches en Chile sin que tampoco informe El País). Las pensiones podría gestionarlas el BBVA, como hacía en Bolivia, donde las pagaba cuando se cumplían los sesenta y cinco años en un país con una esperanza de vida de 58 años para las mujeres y 53 para los hombres [3] . También Cuba debería terminar con las empresas mixtas que permiten al estado cubano el control de sus recursos naturales y dejar todo el poder a Repsol, como en Argentina, donde desplaza de sus tierras a los indígenas de la provincia de Neuquén [4] o en Colombia, donde financia paramilitares [5], o dejar a la minera estadounidense Drummond al frente de la extracción del níquel que sabe resolver los conflictos con sus trabajadores asesinando a los sindicalistas [6] . Del control de la distribución del agua potable de La Habana podría encargarse la española Abengua, cuyas subidas del precio del agua en Bolivia llegaron a suponer el 22 por ciento del sueldo [7] . Y, por supuesto, que se instale Coca Cola y ponga a trabajar a los niños como en Colombia [8] . Pero mientras no haga eso el gobierno cubano, El País seguirá diciendo que Cuba toca fondo y llenando páginas del periódico con mentiras, tergiversaciones y desinformaciones. [1] No olvidemos que es coautora del libro Subcomandante Marcos, La Genial Impostura. |
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