|
||||||
Si no existiera Bin Laden, Bush lo habría inventado |
||||||
escribe Simón Generalmente se le atribuye a los hombres de Oriente la virtud de saber callar y hablar sólo en los momentos necesarios. Pero el líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, tiene la virtud contraria: sólo habla cuando le conviene a su enemigo. Cada vez que Bush necesita agitar el fantasma del terrorismo, sea por problemas domésticos o para apoyar a algún gobierno de un país amigo en su guerra contra el terrorismo, Bin Laden hace alguna declaración. La situación del presidente Bush, -con la opinión pública en contra, más del 60% dice que está haciendo mal las cosas, sin mayoría en el Congreso que perdió en las elecciones legislativas en noviembre pasado, una Cámara de Representantes que vota una resolución para iniciar el retiro de tropas de Irak y que lo obligará a emplear el veto, una reanudación de atentados sangrientos en Irak, problemas para su aliado en la región, el presidente de Pakistán, que todavía está contando los cadáveres de la masacre en la Mezquita Roja de Islamabad- necesitaba de un golpe de efecto. Así, de repente, el osado Bin Laden aparece en un video de la muy norteamericana y pro Bush cadena de televisión CNN. (La pobre cadena ya no es ni sombra de lo que era cuando estaba en poder de Ted Turner). Claro que es apresurado atribuírsela a él precisamente. No hay ninguna prueba de que lo haya hecho. Algunos técnicos estiman que las imágenes del nuevo mensaje son viejas y que todo podría ser un burdo montaje. La cadena no explicó de donde obtuvo el video y el mensaje es más que confuso. Tampoco es la primera vez que Osama aparece cuando Bush lo necesita. En los últimos días de la campaña electoral norteamericana de 2004, Bin Laden divulgó otra amenaza a Estados Unidos. Después de ser reelecto por poco margen, Bush confesó en una entrevista televisiva, que quizás la aparición de su más feroz enemigo lo había ayudado al recordarle al pueblo norteamericano que el peligro seguía. Bin Laden parece que existe, al menos recibía dólares y armas norteamericanas cuando combatía a los rusos en Afganistán y era un héroe. Lo que no está claro es si Al Qaeda existe. Algunos analistas estiman que ese podría ser el nombre clave de una operación de la CIA para crear justificaciones a las guerra en Afganistán e Irak. También está claro que Osama sólo aparece cuando Bush necesita asustar a alguien. Habría que recordale a Bush el cuento de la pastorcita mentirosa, y me parece que ya llegó al final de ese cuento. Nadie le cree. |
||||||
|
||||||
|